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El sacrificio de una pareja de la era de la II Guerra Mundial resulta en una iglesia hispana


[SLIDESHOW=45608,45609,45610]FRANKLIN, Tenn. (BP) — Las misiones han sido un estilo de vida para Earl y Violet Newcomb desde mediados de la década de 1950, y han ayudado a comenzar seis iglesias.

Earl Newcomb sirvió como líder de cantos cuando tenía un negocio en Franklin, Tenn., y Violet sirvió como pianista y tesorera de la iglesia.
“Señor, abre la puerta y entraremos,” fue lo que siempre dijeron.
En 1975 la pareja ayudó a abrir su última iglesia, First Baptist Church en Harpeth, en el área rural del Condado Williamson. Compraron la propiedad (la cual incluía la vieja Escuela Comunitaria de Harpeth que estuvo abierta de 1914 a 1974) y después se la vendieron a la iglesia.
First Baptist de Harpeth tuvo su mayor asistencia en la década de 1990 antes de perderla, dijo William Burton, especialista en plantación de iglesias con la Junta de Misiones Bautistas de Tennessee.
Para el 2014, los Newcombs eran los únicos miembros que asistían con regularidad. Su fidelidad para ofrendar, sin embargo, mantuvo las puertas abiertas y proveyó para contratar un pastor interino que predicara una vez a la semana. Y la iglesia continuó enviando el 10 por ciento de sus ofrendas al Programa Cooperativo y el 5 por ciento a la Asociación Bautista de Nashville.
“Así siguieron adelante como por dos años,” dijo Burton, señalando que la pareja se había acercado a la junta misionera de Tennessee en alguna ocasión mencionando que deseaban donar la propiedad a una iglesia nueva y que otras iglesias les habían contactado ofreciéndoles ayuda para revitalizar su congregación. Sin embargo, nunca funcionó.
“No nos desanimamos,” dijo Violet Newcomb. “Lo dejamos en las manos de Dios mientras la gente se iba” de la iglesia.
Debbie Hicks, hija de la pareja, reconoce que hubo “algunos años de sequía” en la iglesia y señaló que ella preguntaba a sus padres, “¿por qué no se van y se mudan a otra iglesia?” Pero ellos perseveraron y se negaron a darse por vencidos en la iglesia que ellos mismos ayudaron a comenzar.
Mientras tanto, aproximadamente 684 familias se habían mudado al área de la Estación Spring Hill/Thompson cerca de First Baptist Church de Harpeth.
“Oramos por ello y Dios abrió las puertas para que viniera una congregación hispana,” cuenta Violet Newcomb.
Dicha congregación era la Iglesia Bautista La Esperanza. La combinación de las dos iglesias comenzó en noviembre del 2015 y hoy se le conoce como Esperanza Church @ Harpeth First Baptist Church.
Burton, quien está trabajando con la congregación como plantador de iglesias voluntario, dijo que no se trata de una congregación hispana tradicional, ya que es una iglesia que habla inglés y español, donde se canta y se predica en ambos idiomas en cada parte del servicio dominical.
Burton señaló que la unión combina lo mejor de la revitalización y la plantación de iglesias. “No hay un modelo como éste,” reconoció.
La congregación hispana ha remontado el vuelo, bautizando a casi 50 personas desde noviembre pasado. “Sabíamos que el Señor quería plantar una iglesia aquí,” dijo Burton. “Solamente que no sabíamos que iba a suceder de la manera en que lo hizo.”
Cuando la congregación hispana comenzó a reunirse, el santuario estaba en malas condiciones e incluso había serpientes en el ático. La iglesia recibió algunas donaciones para ayudar con la remodelación y los miembros de la iglesia hicieron el trabajo. Ahora están construyendo una extensión en el santuario que aumentará la capacidad a cerca de 180 personas.
Desde la unión de las iglesias, los Newcombs han mantenido su membresía ahí mismo. “Se han adaptado muy bien al cambio,” dijo Burton.
Además, la congregación hispana ha “adoptado” a la pareja y los ven como “abuelos” de toda la iglesia, dijo Burton. “Ellos aman a los Newcombs.”
Sherrie Kennedy, otra hija de los Newcombs, dijo que su madre ha estado muy conmovida por el amor y el cariño de la congregación hispana. “Le dieron a mamá y papa la paz de sentir que habían hecho lo correcto.”
Burton dijo que la experiencia de la combinación de las iglesias ha sido especialmente buena para la congregación hispana ya que “han heredado un legado misionero por parte de First Baptist Church en Harpeth, un legado que esperamos continúe e influencie a otras congregaciones étnicas así como a las generaciones que vendrán, a través del Programa Cooperativo, la Ofrenda Dorada para las Misiones en Tennessee así como otras ofrendas misioneras bautistas del sur.”
Por otra parte, Burton dijo que la congregación ha visto “una pareja de la era de la II Guerra Mundial [Newcomb recibió un Corazón Púrpura luego de haber perdido una pierna en la Batalla del Bulge] amarles y darles la bienvenida en la iglesia. Es increíble lo que Dios ha hecho.”
Los Newcombs tienen siete hijos, conscientes del compromiso que sus padres hicieron antes que algunos de ellos hubieran nacido. “Cuando entraron al ministerio, nunca miraron hacia atrás,” dijo Kennedy. “Se sacrificaron por el ministerio. Sabían que querían impactar vidas para Cristo.”
“Simplemente, querían servir a Cristo,” dijo Hicks.
Elaine Newcomb, su hija, concordó. “Siempre ha sido para Su gloria, no para la suya.”