fbpx
Articulos en Español

La IMB modifica la política de vacunación contra el COVID-19 en respuesta al mejoramiento para el acceso a los países del mundo


La vacunación contra el COVID-19 ya no es una política general de la junta para el personal misionero ni para el personal establecido en Estados Unidos, anunciaron los líderes de la Junta de misiones internacionales este miércoles 8 de junio. El anuncio llega en respuesta a la evaluación continua realizada por los líderes de alto nivel en lo referente al impacto de la pandemia en la obra de la IMB alrededor del mundo desde inicios de 2020.

A partir de este momento, la vacuna contra el COVID-19 ya no es obligatoria para el personal que viaje al extranjero, excepto a los países cuyo acceso esté limitado a trabajadores vacunados. Además, ya no se exigirá la vacuna al personal que trabaje dentro de Estados Unidos ni a los visitantes del centro de aprendizaje de la IMB en el área de Richmond. Los líderes de la IMB señalaron que continuarán pendientes de la situación, con la esperanza de que no haya necesidad de otras actualizaciones.

Con el deseo de ayudar a los miembros de sus equipos a mantener el acceso a pueblos y lugares no alcanzados y a permanecer sanos mientras se esfuerzan por llevar el evangelio a todas las naciones, la IMB había anunciado una actualización de la política en septiembre pasado, para el personal de campo y otros miembros del personal, con relación a la vacunación contra el COVID-19. Dicha política abordaba los desafíos de la vida en el extranjero y los requisitos de viaje para el personal misionero y los demás miembros del personal de la IMB que viajan al extranjero.

“Como señalé el verano pasado, nuestras consideraciones respecto a las rigurosas restricciones causadas por la pandemia se basaban, en gran medida, en la misión que nos ha sido asignada de servir a los bautistas del sur para llevar a cabo la gran comisión de hacer discípulos de todas las naciones”, dijo el presidente de la IMB, Paul Chitwood. “Y como otras compañías y organizaciones mundiales, la IMB enfrentó la desalentadora tarea de determinar cómo seguir adelante con nuestra tarea (compartir el evangelio) aun con los cambiantes parámetros de la pandemia mundial en curso. En cierto momento, los requisitos de vacunación para entrar a varios países dejaron a más de 2 mil millones de almas sin acceso a nuestros misioneros”.

Chitwood afirmó que los líderes han evaluado continuamente el estatus que los efectos del COVID han tenido en el acceso a los países de todo el mundo y en el desplazamiento dentro de ellos, además de llevar cuenta del estatus de los efectos en la salud y bienestar general de los misioneros. Los analistas de riesgos de la IMB rastrean constantemente información detallada sobre cada área del globo y los efectos de dicha información en los más de 3,500 misioneros del mundo y sus familias, incluidos los cambios semanales de cada país respecto a los mandatos de vacunación, pruebas, cuarentenas y aislamientos por el COVID-19. Dichos factores han estado cambiando constantemente desde que los primeros casos de COVID-19 llamaron la atención de todo el mundo, a inicios de 2020.

“Seguimos afligidos por la muerte y otras consecuencias a largo plazo en la salud de nuestros propios colegas que han sucumbido a los peores escenarios posibles debido al COVID-19, y lamentamos las interrupciones que nuestro personal de campo ha sufrido en sus ministerios”, aseguró Chitwood. “Asimismo, alabamos al Señor por haber visto enormes mejoras en la forma en que la salud de mucha gente ha resistido la exposición al COVID-19. En cuanto a la logística, estamos agradecidos de que las fronteras de muchos países ya estén abiertas sin estragos que limiten severamente los movimientos de nuestro personal, o problemas económicos que afecten nuestro trabajo de forma insostenible”.

Chitwood también expresó su agradecimiento a los misioneros y personal de la IMB que han permanecido flexibles y diligentes en sus tareas, en el inestable panorama mundial creado por el COVID-19.

“Repetidamente hemos pedido a nuestros misioneros que informen cómo el Señor ha continuado su obra (y permitido que los bautistas del sur sigan siendo parte de dicha obra) en todo el mundo durante estos meses difíciles”, declaró Chitwood. “Hemos visto a misioneros y a sus socios adaptarse a innovadoras estrategias digitales para llevar el evangelio en Asia y la cuenca del Pacífico. Hemos visto puertas abrirse donde nuestro personal de Send Relief ha provisto cuidados y compasión a sudafricanos. Hemos visto a los hijos de los misioneros saludar a sus vecinos con alegres mensajes personales de aliento en América del Sur. Y la lista sigue y sigue”.

“Bautistas del sur, espero que se unan a mí en gratitud por los misioneros que están dispuestos a ir a lugares difíciles a hacer un trabajo duro”, agregó Chitwood. “También espero que renueven su compromiso de apoyar a este personal con oración diaria y donativos generosos, mientras ellos siguen vadeando los ríos con fe para llegar a lugares de difícil acceso, subiendo las escaleras de enormes complejos habitacionales en las ciudades, y forjando relaciones de persona a persona para llevar la Buena Nueva a algunas de las 157,690 personas que mueren diariamente sin Cristo alrededor del mundo”.

Si desea más información sobre la parte de la IMB en el avance del evangelio, visite IMB.org.

    About the Author

  • Julie McGowan