MONTEVIDEO, Uruguay (BP)–Mary Swanner, misionera con la Junta de Misiones Internacionales, conoce líderes locales que son clave para un ministerio exitoso en cualquier país. Por esa razón ella ha estado orando por sólidos líderes sordos para Uruguay –como es el caso de Lorena.
Lorena creció en una familia donde todos podían oír, y nunca tuvo mucha interacción con la comunidad de sordos. Sin embargo, en sus años de adolescencia tuvo interés en aprender el lenguaje de señas. En sólo seis meses ya lo dominaba.
“Tiene que ser algo de Dios,” dice Lorena, “porque no recuerdo por qué comencé [a aprender el lenguaje de señas].”
Pero sí recuerda cuando recién empezó a notar a los otros sordos en su tierra natal de Treinta y Tres.
“Viví en la misma comunidad por años [y] nunca los noté hasta que comencé a aprender lenguaje de señas,” dice.
Entre más dominaba las señas, Dios traía más personas hacia su vida. Ella fue un instrumento para comenzar la primera iglesia de sordos en Treinta y Tres con una congregación de cinco personas.
“Dios realmente la capacitó,” dice Swanner. “Ella tuvo el llamado y [lo] entendió muy bien.”
Swanner comenzó a enseñar a Lorena métodos para contar historias de la Biblia y le proveyó ayudas visuales tales como el Cubo para Evangelismo e imágenes sobre los relatos bíblicos. Éstos ayudaron a los miembros de la iglesia de sordos a memorizar narraciones bíblicas que podían compartir con otras personas.
A pesar del éxito de su ministerio, Lorena aún quería ir a Montevideo a continuar sus estudios en la escuela para misioneros donde Swanner da clases.
“[Tengo] el presentimiento de que quizá Dios me esté llamando a ser una misionera en otro lugar,” dice Lorena.
Esperando que alguien la sustituya en la obra, Lorena le dijo a la congregación que sí oye que ella estaba dispuesta a enseñar el lenguaje de señas a cualquiera que quisiera aprenderlo. Diecisiete personas respondieron — el más joven tiene 6 años.
La iglesia de sordos en Treinta y Tres que nació de la pasión que Lorena tenía en la adolescencia continúa creciendo.
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Emilee Brandon es una de las escritoras de la Junta de Misiones Internacionales.
