WASHINGTON (BP)–El 6 de diciembre Richard Land, el experto en ética en la Convención Bautista del Sur, y otros líderes religiosos instaron a los estadounidenses a unirse para proteger el entendimiento tradicional del matrimonio por el bien de la sociedad.
El presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa y los representantes de otras 25 organizaciones religiosas emitieron una carta abierta afirmando su compromiso con el matrimonio solamente como la unión de un hombre y una mujer. También explicaron en la misiva de tres párrafos que tal definición del matrimonio beneficia a todo el pueblo, no tan sólo a la gente religiosa.
“La preservación del único significado del matrimonio no es un interés especial o limitado, si no que sirve en beneficio de todos,” dijo la carta. “Por lo tanto, invitamos y animamos a toda la gente, tanto a aquellos dentro como aquellos fuera de las comunidades de fe, a que se unan a nosotros en la promoción y protección del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.”
La carta fue dada a conocer el mismo día que la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco escuchara los argumentos orales en un caso relacionado con la definición del matrimonio. La corte está considerando una apelación de la invalidación en agosto de la enmienda al matrimonio aprobada por los electores de California en el 2008; invalidación hecha por el juez federal Vaughn Walker y cuya enmienda protegía la definición tradicional del matrimonio. Si el caso pasa a la Suprema Corte de los EE UU y se sostiene el fallo de Walker, entonces cada estado pudiera ser forzado a reconocer el “matrimonio” entre homosexuales.
Entre quienes se han unido a Land firmando la carta abierta figuran Leith Anderson, presidente de la Asociación Nacional de Evangélicos; Timothy Dolan, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE UU y de Arzobispos de Nueva York; George Wood, superintendente general de las Asambleas de Dios; Harry Jackson, obispo de Fellowship of International Churches; y Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).
En la lista de quienes endosaron la carta se incluyen a líderes de los anglicanos, congregacionalistas, luteranos, pentecostales, wesleyanos, bautistas generales, judíos, mormones y sijes.
Los opositores al “matrimonio de homosexuales” advierten que su legalización afectará negativamente a toda la sociedad, impactando todo desde los estatus de excepción de impuestos que tienen las organizaciones religiosas hasta la manera en que los negocios privados sean operados e incluso lo que se enseña en las escuelas primarias.
En seguida presentamos el texto completo de la carta, titulada “La Protección del Matrimonio: Un Compromiso Compartido:”
“El matrimonio es la unión permanente y fiel de un hombre y una mujer. Como tal, el matrimonio es la base natural de la familia. El matrimonio es una institución fundamental para el bienestar de toda la sociedad, no tan sólo para las comunidades religiosas.
“Como líderes religiosos de diferentes comunidades de fe, nos unimos y afirmamos nuestro compromiso compartido para promover y proteger el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Honramos el amor único entre esposos y esposas; el lugar indispensable de los padres y las madres; y los derechos correspondientes y la dignidad de todos los niños.
“El matrimonio así definido es un gran bien en sí mismo, y también sirve de numerosas maneras en beneficio de otros y de la sociedad. La preservación del único significado del matrimonio no es un interés especial o limitado si no que sirve en beneficio de todos. Por lo tanto, invitamos y animamos a toda la gente, tanto a aquellos dentro como aquellos fuera de las comunidades de fe, a que se unan a nosotros en la promoción y protección del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.”
El documento y la lista de firmantes pueden ser encontradas en el internet yendo a www.usccb.org/defenseofmarriage/shared-commitment.shtml.
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Tom Strode es el jefe del buró de Baptist Press en Washington. Michael Foust, un editor asistente de Baptist Press, contribuyó a este artículo.
