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Quichuas siguen a misioneros de Ecuador hasta Asia


RICHMOND, Va. (BP)–Los quichua de Ecuador han viajado por todo el mundo, dice un misionero de la IMB, pero pocos, si es que algunos, han ido por motivo del evangelio.

Sam y Chelsea Cordell* recientemente dejaron 10 años de trabajo misionero con los quichua en Ecuador para comenzar iglesias en los barrios marginales de una ciudad con14 millones de habitantes en el Sur de Asia. Antes de irse, 18 quichuas cristianos se comprometieron a ayudarlos a difundir el evangelio en su nuevo lugar.

“Ellos han ido a otros países por educación y trabajo- muchas veces de manera illegal — pero ninguno había ido como misionero,” comenta Cordell acerca de los quichuas. “Ahora es el tiempo… estos jóvenes quieren ser los primeros de muchos quichuas cristianos en ir por el único y verdadero Dios y compartir de Jesús.”

Los Cordell han metido de lleno sus vidas y corazones en la cultura quichua y su gente, conocidos por sus gorros de fieltro y ponchos coloridos. Más de 80 nuevas iglesias en casas fueron plantadas entre un segmento de los quichuas. El año pasado, los Cordell y los líderes de la IMB decidieron que el crecimiento significaba que era tiempo para que la pareja comenzara iglesias en otra área, y los Cordell se sintieron llamados al Sur de Asia. Cordell recuerda cuán conmovidos estaban sus amigos quichua cuando les compartieron los planes de mudarse al Sur del Asia.

“Comenzaron a venir uno a la vez en privado y decían, ‘Espero que tenga la oportunidad de ir con ustedes’,” dice Cordell.

“Yo les contestaba, ‘si eso es lo que Dios quiere, Dios proveerá la manera.'”

Desde entonces, líderes de iglesias, estudiantes, granjeros y hombres de negocios se han comprometido a servir de dos a tres años en el Sur de Asia con los Cordell. Dar el paso desde Ecuador hacia “el otro lado del mundo” no será fácil para el equipo quichua, dice Cordell.

La mayoría de los quichuas no ganan más de $200 al mes. Algunos estudiantes no tienen más que un par de dólares al mes.

El equipo quichua dependerá del apoyo financiero de sus iglesias, familias y otros que estén dispuestos a ayudar. La mayoría de los miembros del equipo quichua tienen planes de ir entre el 2011 y 2013.

Cebrian Bolívar* es uno que prometió ayudar a los Cordell en el Sur de Asia. Su padre, sin embargo, dudaba de dejar que su hijo saliera de Ecuador. Uno de 10 hijos, Bolívar sería el primero en aventurarse tan lejos de casa.

Bolívar se acercó a su padre con una propuesta, cuenta Cordell. “Papá, tú tienes 10 hijos. Dame a mí como un diezmo, una ofrenda para servir al Señor.”

Después de algunos días de “luchar, llorar y clamar a Dios,” su padre accedió.

“Dios fue fiel y nos habló desde su Palabra sobre cómo Abraham dio a su hijo,” le contaba el padre a Cordell.

“Ahora entiendo por qué no debemos perder la bendición de lo que quiere hacer Dios a través de nosotros.”

Aunque la participación en misiones transculturales es algo nuevo para los quichua, compartir su fe fuera de sus hogares no lo es. Algunos quichuas han viajado hasta a 14 municipios y nueve provincias diferentes a través de Ecuador para compartir el evangelio.

Los quichua van a encajar bien entre la gente del Sur de Asia, afirma Cordell. Su bajo estatus social y financiero, complexión morena y la habilidad para sobrevivir más fácilmente con menos les permitirá integrarse mejor que muchos occidentales.

Aun la sencilla tarea de tomar el autobús pone a los quichuas en ventaja; ellos ven el transporte público como un lujo en vez de una incomodidad. “Ellos dicen, ‘Wow, un autobús'” dice Cordell. “Tuve suerte hoy. No voy a tener que caminar cuatro millas a la ciudad.”

La disposición de los quichuas cristianos es poco común, dice Terry Lassiter, un estratega de la IMB para las Américas. “Este es un ejemplo emocionante de lo que queremos ver más y más de las Américas,” dice Lassiter.

“La idea de pueblos indígenas minoritarios haciendo esto, nos muestra que la Gran Comisión es tarea para todos los pueblos.”

“Ellos son plantadores de iglesias experimentados y fructíferos,” dijo otro misionero de la IMB que estará supervisando a los Cordell en el Sur de Asia.

“Esto tiene un gran potencial para el evangelio en el Sur de Asia” agregó. “Estamos parados en el umbral de una penetración de la Gran Comisión.”

*Los nombres fueron cambiados.
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Alan James es un escritor para la IMB.

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