Uno de los desafíos más difíciles del liderazgo es levantarse y llevar a las personas hacia adelante juntas. Sé que no puedo solucionar todos los problemas de la Convención Bautista del Sur. Lo que puedo hacer es elevarme más allá de mis propias preferencias y deseos para ser parte de algo más grande que yo.
Cada vez que nos reducimos a la mezquindad en nuestro pensamiento y conducta, nos engañamos al pensar que tenemos que abordar y resolver cada problema. Cuando esto ocurre, nos encontramos siendo arrojados y volteados mientras tratamos de sobrevivir a las tumultuosas aguas del liderazgo. No hay futuro cuando un líder elige este camino.
Ciertamente, este no es el camino hacia el progreso, sino el camino hacia la regresión. Tampoco es el camino del crecimiento, sino el camino del declive.
Los cismas, las facciones y las divisiones nunca son buenos, ya sea que ocurran dentro de una familia, iglesia o incluso en nuestra Familia Bautista del Sur.
Debemos encontrar una manera de avanzar juntos.
¿Cómo encontramos el camino hacia adelante juntos?
- Experimente la renovación espiritual personal
Cada mañana debemos levantarnos y pasar tiempo de calidad con Dios personalmente. Actuamos de la manera en que actuamos a veces porque no estamos viviendo y morando en Jesucristo nuestro Señor. Cuando preferimos revisar nuestro teléfono primero que abrir la Biblia y hablar con Dios acerca de nuestra vida, nos acusamos a nosotros mismos.
Necesitamos renovación espiritual personal. Necesitamos renovación espiritual en nuestras iglesias. Necesitamos llenarnos de nuevo con el Espíritu Santo diariamente. Cuando estamos contentos de vivir la vida y hacer la iglesia sin el llenado del Espíritu Santo de Dios y el poder de Dios, entonces obtendremos lo que estamos consiguiendo en este momento: cismas, facciones y divisiones. Esto no es la manera de avanzar.
Debemos encontrar juntos el camino hacia adelante con la presencia y el poder de Dios.
- Desarrolle relaciones saludables colectivamente
Cuando no estamos siendo llenos del Espíritu Santo y operando con el poder de Dios, se construyen muros divisorios entre nosotros y se celebran. Cuando nuestra relación con Dios es correcta, entonces la mayoría, si no todas, nuestras relaciones con los demás serán saludables.
El desafío ante nosotros es cómo nuestro mundo está tan lleno de grupos que se identifican unos con otros alrededor de una idea o una causa. Si bien esto ciertamente no es nuevo, no es la manera de avanzar juntos.
Cuando existe una mentalidad de “nosotros contra ellos” dentro de la comunidad cristiana, ¡qué vergüenza! Necesitamos arreglar las cosas con Dios y con los demás. Somos familia, no enemigos.
Esto no significa que descuidemos nuestros problemas o que simplemente tratemos de llevarnos bien. Significa que debemos comportarnos de una manera respetuosa y saludable al dialogar en conversaciones bíblicas.
Cuando hacemos esto de manera responsable, estamos conociendo a otras personas escuchándolas y valorando quiénes son como personas, sin enfocarnos en lo que pueden traer a nuestra vida o contribuir a nuestra causa específica.
Debemos encontrar juntos el camino hacia adelante al tener y desarrollar relaciones saludables colectivamente.
- Concéntrese continuamente en la Gran Comisión
Históricamente, los pastores e iglesias bautistas del sur han sido impulsados por la Gran Comisión. Cada pastor e iglesia eventualmente aprenden que la única manera de avanzar juntos es enfocándose continuamente en la Gran Comisión. Esto nos hará avanzar a través de los desafíos que enfrentamos, nos llevará a operar por encima de la refriega y a vivir por algo más grande que cualquiera de nosotros y nuestras iglesias. Esta es la Gran Comisión de Jesucristo.
¡Todo lo que no esté acelerando la Gran Comisión a nivel local, estatal, nacional e internacional no es más que un callejón sin salida!
Es por eso que debemos levantarnos en Nashville, Tennessee, en nuestra Reunión Anual de la SBC de 2021 del 15 al 16 de junio, y ser impulsados por algo más grande que nosotros y más grande que nuestras propias iglesias.
Cuando vivimos, dialogamos, deliberamos y decidimos nuestro futuro juntos, necesitamos hacer todo esto sabiendo el final desde el principio. Debemos hacer todas estas cosas visualizando siempre la eternidad, donde cada nación, tribu, pueblo y lengua estará representada en el trono de Dios, adorando a Jesucristo.
Esta es la manera de avanzar juntos.
Ahora es el momento de liderar.
