“Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.” — Mateo 12:36-37, La Biblia de las Américas
FRESNO, Calif. (BP)–Últimamente he llegado a darme cuenta cuán descuidados son muchos con las palabras que usan diariamente. A veces me entristece el vocabulario de algunos de mis hermanos y hermanas en la fe quienes con frecuencia dan declaraciones fogosas, fuertes y destempladas, ya que esas palabras provienen de practicantes de una fe que honra “la respuesta suave.”
Al llegar a esta conclusión, supe que tenía que examinar mi vida personal y mi forma de hablar.
“¿Estoy honrando a Dios con mi forma de hablar?” Y “¿Hiero a otros con mi forma de hablar?” He aquí dos preguntas clave que tuve que contestarme.
Nunca debemos crear un ambiente en el que la verdad sea ensombrecida de alguna manera. Debemos ser cuidadosos y no informar mal o hacer declaraciones conflictivas. Siempre debemos recordar que lo que decimos tiene el potencial de destruir a otros causando profundo y a veces perenne dolor. Siempre tenemos la oportunidad de usar el habla para edificar a aquellos a nuestro alrededor. No olvidemos nunca el pasaje de Mateo que nos recuerda que un día daremos cuenta de lo que decimos.
Algunas veces, he sido víctima de “un hablar descuidado” — incluyendo no hablar acerca de asuntos políticos que nuestro estado y nuestra nación enfrentan. Creo que mis comentarios sobre estos asuntos tienen la capacidad de polarizar a nuestras iglesias y a aquellos a los que estamos intentando alcanzar. ¿Creo yo que los cristianos deben tener parte activa en el proceso político? ¡Absolutamente! Sin embargo, mi pasión es por el perdido de nuestro estado y por ver a cada hombre, mujer, niño o niña llegar a una relación personal con Jesucristo. Ahí es donde creo que las actitudes y las opiniones cambian — cuando la verdad de la Palabra de Dios mora en los corazones y las mentes.
Hay muchas buenas noticias que ocurren en nuestras iglesias y en nuestra convención estatal para que yo hable en forma descuidada. Estoy animado por los esfuerzos de iniciación de iglesias y evangelismo. Me regocijo ante el poder y la presencia de nuestro Señor en todos nuestros ministerios y celebro con mis palabras lo que él está haciendo entre y a través de su pueblo llamado Bautistas del Sur de California.
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Fermín Whittaker es el director ejecutivo de la Convención Bautista del Sur en California. Los materiales en español publicados por esta convención se encuentran en https://www.csbc.com/languageresources.