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El verdadero amor sabe esperar


BIRMINGHAM, Ala. (BP)–El verdadero amor sabe esperar es una campaña mundial patrocinada por los bautistas para la abstinencia sexual de los jóvenes hasta el casamiento, tal como lo enseña la Biblia. Enfatiza la importancia de cuidar la pureza de la vida sexual como una forma de demostrar el amor y la confianza en Dios. La campaña promueve también la consideración de otros temas y asuntos relacionados con los jóvenes, como la sexualidad, la abstinencia sexual, el aborto, la pornografía, el SIDA, la fidelidad. A través de esta campaña, los jóvenes realizan el compromiso de pureza y santidad que puede cambiar el futuro de su vida.

La cultura de hoy considera como anormal si todavía se es virgen a los 20 años. Muchos jóvenes solteros se encuentran en esta situación y sufren la presión del grupo. Se les hace creer que no se puede ser feliz sin tener relaciones sexuales. Es indudable que la proclamada “libertad sexual” ha traído desorientación y promiscuidad a muchos jóvenes y adultos.

La campaña “El verdadero amor sabe esperar” ha desarrollado los siguientes propósitos:

— Comunicar a los jóvenes los valores espirituales, emocionales y psicológicos de la abstinencia sexual antes del matrimonio.

— Desafiar a las familias a hablar del comportamiento sexual con bases bíblicas.

— Enseñar a las iglesias la forma de sostener a los padres y a los jóvenes mientras que ellos expresen su comportamiento de abstinencia sexual.

— Comunicar al mundo la respuesta bíblica al mensaje cultural del “sexo seguro.”

Uno de los resultados más grandes de esta campaña es que los jóvenes que aman al Señor deciden nadar contra la corriente del mundo, exponerse a burlas y contratiempos, vencer tentaciones y, aferrándose al Señor, guardarse puros para el matrimonio. Hoy* encontramos cerca de 3 millones de jóvenes comprometidos en los Estados Unidos y en muchos otros países del mundo.

Para tener una perspectiva bíblica de las relaciones sexuales y el problema de practicarlas antes del matrimonio, tenemos que saber que Dios formó al hombre y a la mujer a su imagen y a su semejanza (Génesis 1:27–28). Dios creó varón y mujer. Ambos recibieron de Dios la sexualidad para procreación, para identificación con los planes de unidad de la familia (una sola carne) y para el gozo y placer sexual dentro del matrimonio (Proverbios 5:18–19). Todo esto se resume en una frase de motivación que ayuda a promover los objetivos de la campaña: “Yo soy una persona de gran valor creada a la imagen de Dios para relacionarme con Él y con otros en amor.”

Los jóvenes de nuestras familias e iglesias deben saber que en el mundo moderno vivimos una crisis en cuanto a la sexualidad. Millones de personas adquieren alguna enfermedad de transmisión sexual; miles y miles de jovencitas salen embarazadas antes de casarse. Miles de personas experimentan la depresión y la culpa porque se han dejado utilizar sexualmente por su novio(a). El templo de Dios o sea el cuerpo humano se ha convertido en una casa sucia y en proceso de destrucción. Como parte de esta crisis, miles de niños son abusados sexualmente por adultos. Miles de humanos en proceso de desarrollo están siendo abortados por padres sin escrúpulos. Las desviaciones sexuales (relaciones sexuales con niños, relaciones sexuales con animales, con cosas, homosexualismo, masoquismo, etc.) cada vez más están atacando la dignidad de las personas.

Una de las propuestas de los jóvenes que se han comprometido con el Señor tiene que ver con el deseo de disfrutar el verdadero amor sin necesidad de experiencias sexuales, las que según las enseñanzas de la Palabra de Dios han sido programadas para dentro del matrimonio. Estos jóvenes han entendido que el verdadero amor se puede expresar y cultivar en forma espiritual, emocional y social.

Recomendamos que los líderes de la juventud (consejeros, maestros, pastores y padres) se decidan a comenzar esta campaña ya sea por la primera vez o de nuevo si ya lo hicieron antes. Siempre hay nuevos adolescentes y jóvenes que no han hecho su compromiso de santidad y pureza sexual. Esto va a enriquecer las relaciones familiares y será de gran testimonio y bendición a los que no creen.
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Recurso recomendado: Larry y Susan Gay, Amar es esperar (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 1997). Para conseguir materiales en inglés: www.lifeway.com/tlw/.

Tomado de Nuestra Tarea, enero/febreo 2006. Para suscribirse a Nuestra Tarea (ahora trimestral y bilingüe), llame al 1-800-968-7301 o visite www.wmustore.com.

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  • Por David Fajardo