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Encuesta investiga la postura de los pastores sobre el manejo de la mala conducta


NASHVILLE (BP) — No hay consenso entre los pastores protestantes sobre si un colega acusado de mala conducta debería renunciar al púlpito por un tiempo, de acuerdo a la encuesta de Investigación LifeWay divulgada hoy (10 de mayo).

Pocos encuestados, sin embargo, dicen que a los pastores que cometen adulterio debieran permanentemente prohibírseles el ministerio, reportó Investigación LifeWay sobre los hallazgos de una encuesta telefónica a 1.000 pastores protestantes sénior.

“Los pastores creen que los líderes eclesiásticos deberían someterse a altas normas,” dijo Ed Stetzer, director ejecutivo de Investigación LifeWay, con sede en Nashville. “Ellos también quieren protegerse en contra de alegaciones que pudieran ser falsas.”

La encuesta de Investigación LifeWay les preguntó a los pastores sobre su postura al manejar alegaciones de mala conducta; el tipo de mala conducta se angostó a adulterio en una de las preguntas.

Cuarenta y siete por ciento de los encuestados dicen que un pastor debe renunciar mientras los líderes de la iglesia investigan la alegada mala conducta. Alrededor de un tercio (31 por ciento) dicen que la iglesia debe dejar al pastor en el púlpito; uno de cada 5 (21 por ciento) no está seguro.

Los pastores mayores (aquellos mayores de 65 años) son más propensos a querer que el pastor se quede en el púlpito (36 por ciento). Los pastores más jóvenes (aquellos entre 18 y 44 años) son menos propensos a tener esa postura (27 por ciento).

Los pastores afroamericanos (50 por ciento) son más propensos que los pastores blancos (30 por ciento) a querer que los pastores permanezcan en el púlpito. Más bautistas (35 por ciento) y pentecostales (43 por ciento) quieren que el pastor permanezca que los metodistas (24 por ciento) o los pastores presbiterianos y los reformados (24 por ciento).

Entre los hallazgos:

— La mayoría de los pastores son cautelosos acerca de compartir detalles de una alegada mala conducta con toda la congregación.

Pocos encuestados (13 por ciento) dicen que las alegaciones debieran ser compartidas con todos los miembros de la iglesia. La mayoría (73 por ciento) dicen que los líderes de la iglesia debieran mantener las alegaciones confidencialmente durante la investigación. Catorce por ciento no están seguros.

Los pentecostales (85 por ciento) son más propensos que los metodistas (63 por ciento) a decir que las alegaciones debieran mantenerse confidencialmente.

Los pastores están más cómodos compartiendo los detalles con la congregación si un pastor ha sido disciplinado por mala conducta. La mayoría (86 por ciento) dicen que en tales casos es esencial que los líderes de la iglesia le permitan a la congregación saber.

Stetzer dijo que los pastores y las iglesias por igual luchan con cuánto detalle deben compartir con la congregación, especialmente acerca de una alegada mala conducta.

“No tenemos muchos modelos de cómo tener una conversación transparente,” dijo.

Las iglesias y los pastores también necesitan estar conscientes de las incumbencias legales

Una falsa alegación podría llevar a una demanda por calumnia, especialmente si el pastor niega las alegaciones, dijo Frank Sommerville, abogado con sede en Houston que se especializa en asuntos legales que enfrentan las iglesias.

“Se camina en la cuerda floja esos primeros días,” dijo Sommerville. “Es fácil si el pastor dice sí. “Sí, tuve una aventura amorosa.’ Si el pastor niega la alegación, se necesita alguna clase de investigación para resolver quién es el que más probablemente esté diciendo la verdad.”

Sommerville sugiere que la iglesia tenga en funcionamiento un proceso para manejar alegaciones de mala conducta, incluyendo apoderarse del correo electrónico del trabajo del pastor, el teléfono celular y la computadora.

El proceso debiera tomar alrededor de 10 días, y Sommerville sugiere que el pastor dimita con goce de salario durante el proceso.

“Es fácil explicar que el pastor no está disponible por una semana,” dijo. “Es más difícil explicar si el proceso toma tres meses.”

Él sugiere que los líderes de la iglesia – la junta de la iglesia, el presbiterio, el concilio u otro grupo de liderazgo – mantengan las alegaciones en forma confidencial hasta que la investigación haya terminado. Después de que se haga la decisión, pueden informar a la congregación acerca de algunos de los detalles.

— En aquellos casos específicamente en relación a alegaciones de adulterio, los pastores están divididos en relación a cuánto tiempo un predicador debe dimitir del ministerio público si ha tenido una aventura.

Uno de cada 4 (24 por ciento) apoya un retiro permanente del ministerio público. Un número similar (25 por ciento) no están seguros. Cerca de un tercio (31 por ciento) dicen que un pastor debiera dimitir entre tres meses a un año.

Los pastores mayores (aquellos mayores de 65 años) son más propensos a querer una prohibición permanente del ministerio (28 por ciento) que los pastores en edades de 55 a 65 (19 por ciento). Los pastores de mediana edad (aquellos entre los 45 a 54 años) son más propensos a decir que de tres meses a un año es más apropiado (38 por ciento).

Los pastores afroamericanos (45 por ciento) son más propensos que los pastores blancos (30 por ciento) a decir que un pastor debe salir de tres meses a un año.

Los luteranos son menos anuentes a reintegrar, con la mitad (47 por ciento) que dicen que un pastor adúltero debería dejar el ministerio permanentemente. Los bautistas (30 por ciento que demandan una salida permanente) son menos anuentes a reincorporar que los metodistas (13 por ciento), los pentecostales (13 por ciento) y los pastores presbiterianos y los reformados (11 por ciento.)

“Las Escrituras dicen que los pastores deben ser irreprochables,” dijo Stetzer. “Así que no es sorprendente que algunos quieran ver que los pastores caídos sean vedados del ministerio. Sin embargo, los pastores son también personas que hablan del perdón regularmente, en general, desean ver que aquellos que han caído tengan la oportunidad de restaurarse.”

Metodología: La encuesta telefónica a los pastores protestantes fue realizada del 9 al 24 de marzo de 2016. La lista de llamadas fue un muestreo aleatorio estratificado tomado de una lista de todas las iglesias protestantes. Fueron usadas cuotas por tamaño de la iglesia y por denominaciones protestantes negras. Cada entrevista fue realizada al pastor sénior, ministro o sacerdote de la iglesia a la que se llamó. Las respuestas fueron ponderadas por región para que reflejaran más exactamente la población. El muestreo completo es de 1.000 encuestas. El muestreo provee 95 por ciento de confiabilidad de que el error de muestreo no excede más o menos 3.2 por ciento. Los márgenes de error son más altos en los subgrupos.

Investigación LifeWay es una firma evangélica de investigación con sede en Nashville que se especializa en encuestas acerca de la fe en la cultura y asuntos que afectan a la iglesia.

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  • Por Bob Smietana