HEBRON, Ky. (BP) – El gobierno federal aprobó tres proyectos de ley de ayuda COVID separados para cubrir las pérdidas durante un año de pandemia. Los cristianos no estarán de acuerdo sobre si estos proyectos de ley fueron prudentes o necesarios, pero ha resultado en que individuos y familias reciban dinero que nunca hubieran esperado.
Los cristianos están tratando de saber qué es lo correcto y cómo manejar este dinero extra. Sabemos que Dios nos ha llamado a honrarlo y a ser buenos administradores de nuestro dinero, sí, incluso de nuestro dinero de estímulo. La respuesta comienza con el entendimiento de que Dios es soberano y dueño de todos nuestros recursos financieros.
Es nuestro deber administrar el dinero que nos ha dado. Algunos están usando este dinero para necesidades básicas y ¡qué bendición! Otros estarán más libres de gastar este estímulo de diversas formas. A continuación hay algunos consejos bíblicos al considerar cómo administrar su dinero de estímulo.
Presupuestar su dinero
Una de las maneras más rápidas de perder el control de su dinero es no tener un plan en cómo usarlo en primer lugar. Sentarse con un simple formulario de presupuesto y planificar sus ingresos regulares es prudente para cualquier persona.
“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” (Lucas 14:28, RVR)
Si no tiene un plan para su dinero de estímulo, tendrá remordimiento en dónde fue ese dinero dentro de semanas o meses.
Dar a la iglesia local y a los propósitos del Reino
La Biblia enseña que debemos dar generosamente a nuestra iglesia local en forma de diezmos o más de manera regular. Al dar a su iglesia, está apoyando la Gran Comisión en su comunidad al financiar eventos como escuelas bíblicas de vacaciones, campamentos de verano, becas para viajes misioneros, distribución de alimentos y la predicación de la Palabra.
Por medio de su iglesia bautista del sur, que da una parte de cada dólar al Programa Cooperativo, usted apoya a los misioneros en su estado y en todo el mundo. Tal vez separe una porción que es más de su diezmo/ofrenda para dar apoyo a las ofrendas misioneras, ahorrar para ir a un viaje misionero, ayudar a su iglesia a pagar deudas o animar a un misionero. ¡No hay mejor manera de honrar a Dios que dando a nuestras iglesias y la Gran Comisión!
Ahorrar algo de dinero
Incluso como adultos, luchamos con “el dinero que nos quema los bolsillos”. Este puede ser un momento para ahorrar sabiamente.
“Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato todo lo disipa” (Proverbios 21:20, RVR).
No sabemos lo que traerá el mañana y, por lo tanto, ahorrar ese dinero puede resultar sabio.
Pagar las deudas
La Biblia nos dice sabiamente que evitemos las deudas. Cualquiera que tenga una gran deuda entiende el peso de este versículo: “El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta” (Proverbios 22: 7, RVR).
Salga del control de otra persona y libere su dinero para usarlo para la gloria de Dios y para su familia.
Beneficios a largo plazo para su familia
“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5: 8, RVR).
Considere formas de invertir a largo plazo para el bien de su familia. Podría ser invertir en su hogar, la educación de sus hijos, una nueva capacitación para avanzar en su carrera o tal vez unas vacaciones que fortalezcan su matrimonio y su familia.
Buscar consejo
Si está abrumado por números o lucha con el miedo, busque consejo. Un consejero sabio puede ayudarlo a decidir cuáles deben ser sus próximos pasos.
No debería haber vergüenza al pedir consejo. De hecho, la Biblia dice que es prudente buscar ayuda.“Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman” (Proverbios 15:22, RVR).
Hable con su pastor, anciano, miembro de la iglesia o asesor financiero sobre cómo podría usar sus fondos de manera inteligente.
Hay muchas formas en las que podría usar este dinero para glorificar a Dios que no se enumeran arriba. ¡Demos gracias a Dios por todas las provisiones que nos da y que usemos todos esos provisiones para glorificarlo!
