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Horripilantes detalles continúan emergiendo del juicio al doctor abortista


WASHINGTON (BP) — El juicio por asesinato de Kermit Gosnell entró en su quinta semana el lunes (15 de abril) con nuevo interés de los medios en el doctor abortista quien presuntamente practicó infanticidio en su clínica.

Gosnell, 72 años, enfrenta siete cargos de asesinato en primer grado por la muerte de niños viables que fueron asesinados después de haber sido alumbrados y un cargo de asesinato en tercer grado por la muerte de una mujer de Virginia durante un aborto en 2009.

Esos siete bebés fueron solamente algunos de los cientos de por lo menos seis meses de gestación que fueron asesinados afuera del vientre después de un alumbramiento inducido en la clínica de Gosnell en el oeste de Filadelfia, reportó un gran jurado en 2011. Después del alumbramiento, Gosnell — u otro miembro del personal — habría hincado unas tijeras en la parte trasera del cuello del bebé y habría cortado la médula espinal, de acuerdo al gran jurado. Gosnell llamaba al asesinato de estos niños “el tijeretazo.”

Durante las primeras cuatro semanas del juicio, testigos relataron el asesinato de bebés que luchaban por la vida afuera del vientre y las horribles condiciones de la clínica, pero las más importantes organizaciones de noticias ignoraron o le dieron poca atención al juicio a pesar del impresionante testimonio.

Para el lunes (15 de abril), sin embargo, eso comenzó a cambiar. Después de un clamor de alguien de los medios noticiosos y una campaña pro-vida en Twitter, CNN cubrió la historia en el horario estelar del 12 de abril. “CBS This Morning” (CBS Esta Mañana) televisó un reporte de casi cuatro minutos el lunes, reporteros del Washington Post y otras publicaciones importantes de noticias estuvieron presentes en el Tribunal de Primera Instancia de Filadelfia por primera vez.

Lo que los reporteros locales, y algunas organizaciones conservadoras de noticias, oyeron las primeras cuatro semanas del juicio en ausencia de los principales medios de noticias incluyó:

— Adrienne Moton, exmiembro del personal de la clínica les dijo a los jurados el 19 de marzo que ella “no podría darles un número” de cuántas veces Gosnell mató infantes afuera del vientre cortándoles la médula espinal, de acuerdo al Philadelphia Inquirer.

— Gosnell bromeaba sobre el tamaño de un bebé nacido vivo que él mató, “[E]ste bebé me va a llevar a casa,” dijo Ashley Baldwin, quien comenzó a trabajar en la clínica cuando tenía 15 años, reportó el Inquirer.

— Un “tijeretazo” es “como decapitar,” dijo el 4 de abril el exempleado de Gosnell, Steven Massof, reportó el Inquirer. Cuando a las madres se les daban fármacos para inducir contracciones repentinas, “Llovían fetos; fetos y sangre en todo el lugar,” dijo Massof.

— La extrabajadora de la clínica, Lynda Williams dijo el 9 de abril que parte de su trabajo era recoger los cuerpos de los bebés expelidos del vientre de las madres en la sala de espera después de que las mujeres recibían grandes dosis de los fármacos para dilatarles la cerviz.

— Los bomberos no pudieron llevar a una mujer en una camilla a través de los pasillos de la clínica porque eran muy angostos en un incidente en 2009, dijo el 25 de marzo un oficial del Departamento de Bomberos de Filadelfia, de acuerdo al Inquirer. Los paramédicos — que estaban tratando de salvarle la vida a Kamamaya Mongar, 41 años, quien entró en coma durante un aborto — tuvieron que cortar un candado de una puerta de emergencia debido a que nadie del personal tenía la llave. La mujer fue declarada muerta en el hospital.

Cheryl Sullenger, defensora pro-vida cuya investigación ha producido acción disciplinaria en contra de varios doctores abortistas, dijeron los testigos, con una excepción: “Han dado un convincente testimonio que creo que será casi imposible de vencer por la defense.”

Sullenger, experimentada consejera de política para Operación Rescate, ha seguido el caso de cerca desde 2010 y estuvo en la sala del tribunal durante la tercera semana del juicio. Ella había leído el reporte del gran jurado y por lo tanto estaba familiarizada con la mayoría de lo que había escuchado de los testigos, le dijo Sullenger a Baptist Press en una entrevista vía correo electrónico.

“Fue interesante escuchar, sin embargo, cómo la gente que trabajaba con Gosnell era gente necesitada y desesperada con pocas opciones en la vida. Parecía que él buscaba gente como esa para su clínica,” dijo Sullenger, que añadió que todos los extrabajadores excepto uno parecían “emocionalmente afectados de manera negativa por el trabajo en la clínica de Gosnell.”

Ella espera que el juicio “despierte a los estadounidenses a la fea verdad acerca de cómo las clínicas de abortos funcionan en EE.UU. y cómo la falta de supervisión solamente les permite a los abortistas ser depredadores de mujeres y explotarlas, especialmente a las mujeres pobres de color… Quizá el público no esté abierto para oír acerca de los abusos del aborto que suceden cada día en las clínicas y se den cuenta que no hay tal cosa como una clínica de abortos ‘segura.’ Esperamos que esto lleve a leyes más fuertes que restrinjan el aborto y a una mayor supervisión y ejecución. Quizá si EE.UU. puede comenzar a entender la verdad acerca de la barbárica práctica del aborto, nosotros como nación finalmente dejemos de tolerarlo.”

BP solicitó comentarios de tres organizaciones líderes de los derechos al aborto — Planned Parenthood Federation of America (Federación Estadounidense de Planificación Familiar), NARAL Pro-choice America (EE.UU. pro-elección NARAL) y National Abortion Federation (Federación Nacional del Aborto) — a dos preguntas que involucran el juicio a Gosnell: ¿Cuál es su respuesta al testimonio de que el doctor Gosnell mató a bebés viables que sobrevivieron los abortos? ¿Cómo el gobierno estatal puede estar seguro de que condiciones similares a las reportadas en la clínica de Gosnell no se están duplicando en otros centros de salud reproductiva?

Tarek Rizk, director de comunicaciones de NARAL, dijo en respuesta: “Este es un ejemplo de lo que les sucede a las mujeres y a la dignidad básica cuando no está disponible para todas las mujeres el aborto de parte de proveedores legales y seguros.”

Planned Parenthood y National Abortion Federation no respondieron antes de que este artículo fuera sometido.

El juicio de Gosnell continúa a medida que quejas sobre la seguridad y la salud en las clínicas de abortos se acumulan. Por ejemplo, dos enfermeras dejaron sus trabajos en Planned Parenthood de Delaware debido a las condiciones de la clínica, le dijeron ellas a WPVI-TV, la afiliada de ABC en Philadelphia. Una de ellas le dijo a un reportero: “No podría decirle lo ridículamente insegura que era.” El 10 de abril, WPVI-TV reportó que cinco pacientes de la clínica presuntamente habían sido llevadas a la sala de emergencia desde principios de enero.

Mientras tanto, la Junta de Salud de Virginia dio la aprobación final el 12 de abril a nuevas regulaciones que requieren que las clínicas de abortos cumplan con los estándares de los edificios de hospitales.

Las principales organizaciones de noticias parecían comenzar a retroceder en lo que los críticos describen como un apagón informativo del juicio de Gosnell después de que la columnista demócrata Kirsten Powers escribió una mordaz sección el 10 de abril en el USA Today. La exfuncionaria de la administración Clinton dijo que “el demasiado silencio ensordecedor de los medios…es una desgracia.”

“No hay que oponerse a los derechos al aborto para hallar el aborto tardío aborrecible o para hallar el juicio Gosnell eminentemente noticiable,” escribió Powers. “Esto no se trata de ser ‘pro-elección’ o ‘pro-vida.’ Se trata de derechos humanos.”

Algunos reporteros o editores reconocieron su afinidad pro-elección y confesaron que sus organizaciones noticiosas debieron haber cubierto el juicio.

Mientras tanto, los pro-vida usaron Twitter para sacar a la luz su mensaje. La actriz Patricia Heaton, quien estelarizó la serie cómica de televisión “Everybody Loves Raymond,” (Todos quieren a Raymond) tuiteó sobre la falta de cobertura de noticias. El 11 de abril, ella tuiteó: “Los medios tratan a las novias imaginarias de los futbolistas como reales, tratan a los bebés asesinados en clínicas de abortos en Filadelfia como imaginarios.”

Entre las 6 a.m. y las 6 p.m. (hora del este) el 12 de abril, más de 166.800 tuits fueron enviados con el numeral (hashtag) #Gosnell, reportó LifeSite News.

Mollie Hemingway, reportera de Washington, D.C. para Federal Times, cuestionó a otros reporteros sobre su falta de cobertura y analizó el reportaje insuficiente del juicio en un podcast (transmisión vía ipod) para el blog Get Religion con el cual ella contribuye. Ella señaló la suposición de que los reporteros en cuestión son pro-elección y no quieren herir la causa de los derechos al aborto, así como la posibilidad de que “haya un elemento de racismo,” ya que aquellas explotadas en la clínica de Gosnell pertenecían a las minorías.

Ella también dijo que el caso no se adecúa a la narrativa que a algunos les gusta para tales historias.

“La narrativa estándar es: ‘Si usted es pro-vida, usted es misógino y trata a las mujeres pobremente,'” dijo Hemingway. “Y si usted es Planned Parenthood o alguien que dirige una clínica de abortos, entonces se supone que creemos que usted está muy a favor de las mujeres… Esto hace girar esa narrativa considerablemente al revés, y creo que podría ser difícil para los reporteros resolver cómo hacer que esa narrativa se mantenga si tienen historias como esta.

“Cuando los medios no le dan a esta historia lo que merece, ¿no son algo así como cómplices de esta clase de crímenes? Esos son serios cargos que estoy haciendo,” dijo, “pero sí creo que como profesión necesitamos siempre hacer brillar una luz sobre los indefensos, sea que hablemos de inmigrantes pobres que van a tan detestables y horribles clínicas para prestarle cuidado a lo que ellos perciben como un problema que no pueden manejar de otra manera y que termina en muerte o sea que se trate de esos niños que nacieron vivos y…gritaron cuando las enfermeras les cortaron la médula espinal.”
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Tom Strode es jefe de la oficina en Washington para Baptist Press.

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  • Por Tom Strode