SAN MIGUEL, El Salvador (BP)–Milton Segura observa el horizonte. Desde su lugar en el asiento trasero de una van de pasajeros, la vista ya le es familiar. Hasta hace seis meses, Segura viajó por el mismo tramo de la Carretera Panamericana cada semana por cuestiones de negocios.
Hoy, su propósito es distinto. Segura viaja hacia la Conferencia de Ánimo en San Miguel con amigos estadounidenses bautistas del sur. Va en pos de otra vocación.
Un ingeniero civil exitoso, Segura ha escalado los peldaños corporativos hasta el puesto de jefe de ingeniería en el Proyecto de Desarrollo Portuario La Unión en la costa este de El Salvador. Tan sólo a 10 días de haber dejado atrás su carrera en pos del ministerio a tiempo completo, una compañía japonesa de ingeniería le ofreció un empleo con ventajas como viajes internacionales, una cuenta de gastos y un salario atractivo. En ese mismo mes, Segura también recibió una oferta por parte del gobierno canadiense diciendo que su solicitud para emigrar a Canadá había sido procesada finalmente. Después de tres años y medio de espera, todo lo que tenía que hacer es enviar los resultados de un examen médico general.
Pero las oportunidades sólo solidificaron su decisión. “He decidido aceptar el reto y confiar en Dios,” dijo.
Hace cinco años, Segura había comenzado a orar para que el Señor le diera una oportunidad de servirlo de tiempo completo. En el 2007 conoció a Julio Contreras, pastor de la Iglesia Bautista Nueva Vida en San Salvador, quien le dijo que había estado orando por alguien que sirviera de tiempo completo en el seminario de la iglesia.
En agosto del 2008, Segura decidió dejar pasar las ofertas de empleo y aceptar un recorte del 75 por ciento en su salario para convertirse en profesor del seminario a tiempo completo.
“Esto es algo muy pequeño comparado con lo que el Señor Jesús hizo por mí,” dijo Segura. “Creo que ésta es la mejor etapa de mi vida. Hay algo hermoso en todo esto, porque estuve orando por cinco años por una oportunidad de servir a tiempo completo.”
Segura era uno de los más de 460 pastores y líderes laicos salvadoreños que asistieron a las Conferencias de Ánimo en San Salvador y San Miguel la semana pasada. Las conferencias fueron el primer elemento de una nueva iniciativa bautista del sur para forjar relaciones con otros evangélicos alrededor del mundo.
Segura participó como instructor de una de las sesiones en grupos pequeños y como asistente a la conferencia general y dijo que éstas retaron a los pastores nacionales a “continuar excavando en la Palabra.”
“Es como si se plantara una semilla,” dijo Segura, “porque ellos van a reproducir el entrenamiento que han recibido.”
Además del entrenamiento bíblico, los participantes de la conferencia y el presidente del Seminario Bautista Nueva Vida, Gerald Cowen, dijeron que el evento también fomentó una mayor unidad entre los pastores salvadoreños.
“Uno de los problemas aquí en nuestro país específicamente es que los pastor están regados por doquier,” dijo Contreras. “Así que nuestra meta era reunirlos, animarlos, conectarlos.”
Más allá de conectarse unos con otros, los participantes de la conferencia también pudieron construir relaciones con bautistas del sur como el expresidentes de la Convención Bautista del Sur, Bobbi Welch.
“Estoy seguro que se encontrará oro en estas interacciones,” dijo Welch. “Los estadounidenses necesitan, espiritualmente, tanto de lo que el resto del mundo ofrece — y necesitamos aprovechar la oferta que tenemos en frente.”
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Kristen Hiller es una escritora y fotógrafa independiente que reside en Syracuse, N.Y.
