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Platt comparte el llamado de IMB con la familia de la iglesia


BIRMINGHAM, Ala. (BP) — David Platt estaba en Nepal el último día de un viaje misionero en febrero cuando evocó un correo electrónico que cambiaría su vida: el presidente de IMB, Tom Elliff, se pensionaba.

La cabeza de Platt cayó hacia atrás en la almohada mientras las posibilidades se arremolinaban. Hacía cuatro años, IMB lo había abordado acerca de dirigir la organización de misiones internacionales de los bautistas del sur. La respuesta de Dios entonces fue un claro “No.”

Pero las cosas eran más brumosas ahora. El Señor había hecho un “trabajo inusual” en el corazón de Platt en este viaje, que lo expuso a una “masiva” pobreza física y espiritual diferente a cualquier cosa que nunca hubiera visto.

“Se podía viajar cuatro o cinco día sin encontrar a alguien que siquiera hubiera oído el nombre de Jesús,” recordó.

Platt estaba seriamente luchando con el potencial llamado para trasladar a su familia a Nepal para servir como plantador de iglesias. Fue ahí cuando el Espíritu Santo lo golpeó con una pregunta: ¿Por qué él estaba dispuesto a irse al otro lado del mundo para llevar el evangelio a los perdidos y ni siquiera consideraba un traslado que lo capacitaría para movilizar a miles a hacer lo mismo?

De lo que Platt todavía no se daba cuenta era que Dios ya lo había iniciado en un peregrinaje que terminaría con su elección como el presidente más joven en los 169 años de historia de la Junta de Misiones Internacionales. Es un peregrinaje que el pastor de 36 años compartió por primera vez el domingo (31 de agosto) con la congregación que ha dirigido durante los últimos ocho años, The Church at Brook Hills (La Iglesia en Brook Hills), en Birmingham, Alabama.

Los miembros de Brook Hills recibieron a Platt con una atronadora ovación de pie mientras él caminaba hacia el estrado para predicar durante el servicio de las 9 a.m., su primer domingo “de vuelta a casa” desde el anuncio de su nuevo rol en IMB. Visiblemente conmovido por la muestra de apoyo, la voz de Platt se quebró por la emoción cuando anunció que el 14 de septiembre sería su último domingo como pastor principal de Brook Hills.

“Bueno, ¿cómo es que llegamos a este punto?” preguntó, enmarcando su sermón para contestar la pregunta que probablemente estaba suspendida en la mente de los más de 4.500 miembros de la iglesia. Platt dijo que la respuesta se reducía a una pregunta que él le había estado haciendo al Espíritu Santo: ¿Cuál es el mejor uso de mi vida para el esparcimiento del evangelio?

“Espero que esta sea la pregunta que ustedes se hacen en su vida,” le dijo Platt al casi abarrotado santuario.

Él comparó su llamado a IMB al de la determinación de Pablo de visitar Jerusalén en Hechos 20:22 — “obligado” por el Espíritu. “Quiero que tengan la confianza…que el Espíritu verdaderamente dijo: ‘Apártate para mí David para este trabajo para el cual te he llamado,'” dijo Platt refiriéndose a la consagración de Bernabé y Saulo en Hechos 13.

Sentando las bases

Aun antes del viaje a Nepal, Platt dijo que Dios había estado sentando las bases para su transición a IMB durante más de un año. Una serie de viajes internacionales, muchos de ellos conectados con los misioneros de IMB, le mostraron a Platt el poder de las iglesias bautistas del sur trabajando juntas y le dieron una “visión fresca” de la movilización de miles de nuevos misioneros para ir y hacer discípulos.

Platt entendía la visión pero no los detalles. Sabía que tenía que estar abierto a cualquier cosa que Dios le pidiera — ofrecer su vida como un “cheque en blanco,” como frecuentemente animaba a los miembros de Brook Hills a ver sus vidas en términos de total rendición a Cristo. 

“Me postré en tierra sobre mi rostro y dije: ‘Dios, yo solo quiero hacer mi tarea,'” recordó Platt. En su diario escribió: “Una cosa es clara: algo está por cambiar en mi vida.”

A diferencia de muchos viajes misioneros de corto tiempo donde la intensidad de la experiencia rápidamente se desvanece después de regresar a casa, Platt experimentó lo opuesto; su deseo de atacar la perdición espiritual solamente creció más profundamente. Pronto fue contactado por un miembro del comité de búsqueda de IMB y formalmente comenzó el proceso de explorar el proceso de servir como el siguiente presidente de la organización.

Platt dijo que su consideración alcanzó un punto crucial en julio mientras predicaba en una reunión en la República Dominicana a cientos de misioneros de IMB que sirven en América Latina. Sobrecogido por el deseo de ver a miles más como ellos movilizándose a cada rincón del planeta, repentinamente supo que Dios lo quería en IMB.

“Estoy tan seguro de esto como ninguna otra cosa en mi vida,” le dijo a su esposa Heather comparándolo con la misma sensación de certeza de la dirección de Dios que sintió el día que le pidió a ella que se casara con él. Un poquito más de un mes después, los miembros de IMB abrumadoramente votaron para hacer a Platt el 12º presidente de IMB.

Emociones mezcladas

“Es un buen día para los bautistas del sur, es un buen día para las naciones que necesitan el evangelio, y es un buen día para Brook Hills ya que tenemos el privilegio de enviar a David a esta gran tarea,” el pastor de enseñanza y entrenamiento de Brook Hills, Jim Shaddix, le dijo a la congregación antes de dirigirlos en oración por la transición de Platt.

Dennis Blythe, pastor ejecutivo de Brook Hills, dijo que la reacción de la iglesia ha sido una mezcla de pesar y emoción.

“No conozco a nadie con mayor pasión y celo por ver a Cristo predicado donde no ha sido anunciado,” dijo Blythe. “Aunque nuestra familia de fe está triste de que David no vaya a ser más nuestro pastor, la abrumadora mayoría de nuestra familia de fe ve esto como idealmente apropiado para él. La mayoría que conoce el corazón de David no se sorprendió de ver la dirección de Dios de esta manera.”

Desafío para Brook Hills

Aunque extrañará profundamente Brook Hills, Platt dijo que su deseo de seguir a Dios triunfa sobre otras consideraciones.

“No estaba buscando esto; constreñido por el Espíritu, recibo esto,” le dijo a la iglesia. “Es con gran pesar y sentimiento de pérdida que pienso en no pastorear a esta gente a quien amo…pero con profunda resolución de pasar mi vida dondequiera, comoquiera que él me guíe para ver el evangelio ir a gente no alcanzada.”

Platt desafió a los miembros de Brook Hills a hacer lo mismo enfocándose en dos palabras clave: rendición a Cristo y permanencia en él.

“La vida cristiana es una vida de rendición. Nuestra vida es de él para gastarla de cualquier manera que él desee; rendimos todo. …La vida de un seguidor de Cristo es una muerte diaria, una muerte diaria a sí mismo,” dijo.

Escuche el mensaje completo de Platt a Brook Hills, titulado “The Blank Check,” (El cheque en blanco) en here.
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Don Graham es escritor de IMB.

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  • Por Don Graham