NOTA DEL EDITOR: La Semana de Oración de este año para las Misiones Internacionales en la Convención Bautista del Sur es del 4 al 11 de diciembre. Cada año, la Ofrenda de Navidad Lottie Moon para Misiones Internacionales complementa el Programa Cooperativo para apoyar las iniciativas de los misioneros internacionales bautistas del sur para compartir el evangelio. La meta para la ofrenda de este año es de $185 millones de dólares. Para encontrar recursos sobre la ofrenda, vaya a https://www.imb.org/generosity/lottie-moon-christmas-offering/
En una pequeña iglesia de una turística ciudad en Asia Central, los contratiempos se encontraban a la orden del día al momento de intentar celebrar el bautismo de una pareja. Primero, un nuevo creyente se cayó a través de una puerta corrediza de cristal doble, lo que lo llevó al hospital; luego, la piscina se desbordó e inundó todo a su alrededor.
Finalmente, todo se acomodó y los nuevos creyentes fueron bautizados. Compartieron sus historias sobre cómo conocieron a Jesús y eligieron seguirlo. La celebración fue una ocasión muy especial: dar la bienvenida a un hombre y una mujer a la familia de Dios, ya que, en esta ciudad, solo un 0.01 % de la población sigue a Cristo.
Erik White, un misionero de la Junta de Misiones Internacionales, explicaba: “En términos numéricos, esta cifra no significa mucho, pero tratándose de una estadística que normalmente se redondea a cero, era algo muy importante. Hay muy, pero muy pocos creyentes aquí y mucho menos iglesias”.
Cada decisión, y por consecuencia, cada bautismo, es motivo de celebración. Que una mujer se someta a Cristo es raro. En esta ciudad, la mayor parte del interés por el evangelio proviene de hombres jóvenes. A través de anuncios estratégicos en las redes sociales, el equipo formado por los misioneros de la IMB y colaboradores del ministerio local han despertado el interés por saber más sobre las buenas nuevas. Los interesados hacen clic en un enlace o escanean un código QR que los lleva a una iglesia local o a un creyente para darle seguimiento. El contacto uno a uno suele comenzar con respuestas a sus preguntas, y los encausa a un estudio de las Escrituras.
Muchos jóvenes se han desilusionado de la religión principal en esta zona. Otros han optado por una forma híbrida de deísmo: sin cerrarse a la idea de que existe algún tipo de dios, pero aún en búsqueda de respuesta.
Erik comentó: “Es por eso que nos enviaron los bautistas del sur. Aquí tratamos de hacer la tarea misionera de ver iglesias saludables en nuestra ciudad”. En esta ciudad global hay inmigrantes sin un techo donde dormir; jóvenes con dificultades, cuyo escape son las salas de videojuegos; y grupos minoritarios que luchan por ser aceptados. Erik ve mucha belleza aquí, pero lo que Dios le sigue mostrando son comunidades llenas de gente que necesita desesperadamente el evangelio.
Equipar a una iglesia local o a un creyente para que alcance a su prójimo con el evangelio puede llevar de 5 a 10 años. El objetivo es que los creyentes locales inviertan sus vidas en otros para que puedan ir y ver cómo se plantan nuevas iglesias. La realidad es que hay pocos creyentes. Millones de personas caminan por las calles de la ciudad sin conocer al Salvador. Por eso, cada proclamación y bautismo es motivo de alegría y celebración, a pesar de los contratiempos. Agradezcámosle a Dios por estas nuevas decisiones y bautismos. Pidamos a Dios que las iglesias locales se centren en ver a otros crecer en su fe y estén equipados para hablarles a otros de Jesús. Oremos para que Dios envíe más obreros a las ciudades del mundo con el mensaje de las buenas nuevas.
