fbpx
Articulos en Español

Trabajadores estudiantes impactan ciudades en ruta a un servicio de por vida


NEW YORK (BP) — La estudiante misionera Season Helms puede precisar el día del año pasado cuando comenzó a mirar la ciudad de Nueva York y el ministerio urbano de forma diferente. Cuando viajaba con amigos en un subterráneo, Helms divisó a una joven mujer vestida menos que pudorosamente.

Cuando Helms miró más allá de la ropa y vio los ojos hinchados, raspones y moretones, vio a una chica que obviamente experimentaba dolor. Helms y sus amigos pronto supieron que la chica había sido atacada en Coney Island y que le habían quitado el teléfono, el dinero y la ropa y la dejaron solamente un traje de baño. Helms y sus amigos ayudaron a la chica a encontrar más ropa para vestirse, a conectarse con sus amigos y comenzar a sanar las heridas.

“Luego tuvimos oportunidad a hablarle de Dios,” dijo Helms, quien luego se convirtió en misionera estudiante de la Junta de Misiones Norteamericanas. “Ella nos dijo que Dios no podía amarla; que ella tenía muchas cosas malas. Su percibida ausencia del Señor en su vida la había llevado a creer que él no estaba ahí y que no la amaba.”

Los siguientes meses, ellos continuaron ministrando a la chica y compartiendo con ella sobre el amor de Dios. A saber de ellos, ella nunca había hecho una profesión de fe pero Helms y sus amigos hicieron lo que pudieron para acercarla a tal decisión.

“Esa experiencia fue monumental para mí porque comenzó a cambiar mi percepción de lo que se trata la vida y el ministerio aquí en Nueva York,” dijo Helms. “El ministerio es cómo tú vives tu propia vida — no lo que he programado de 9 a 5. Es algo que puede y debe ser integrado a mi vida de manera que no puedas decir cuando termina mi trabajo y cuando comienza mi ministerio.”

Helms está entre los 750 misioneros estudiantes bautistas del sur que sirven en lugares en Norte América durante el año con NAMB. Como muchos de estos misioneros estudiantes establecen relaciones en la comunidad y sirven en las primeras líneas del ministerio, NAMB cree que ellos representan tanto el presente como el futuro de los esfuerzos bautistas del sur para penetrar a los perdidos a través de Norte América.

Para alcanzar la meta de NAMB de ayudar a las iglesias bautistas del sur a comenzar 15.000 nuevas iglesias durante la siguiente década, se necesitarán muchas más iglesias iniciadoras y equipos de miembros iniciadores de iglesias. Los misioneros estudiantes — junto con los aspirantes y los aprendices de iniciación de iglesias — juegan un papel crucial en el “sistema semillero” basado en la iglesia necesario para llegar allí.

“Los que actualmente tienen 15 años son los iniciadores de iglesias de la década siguiente,” dijo Chad Childress, director de misioneros y desarrollo de iglesia de NAMB. “Así que nuestro deseo es ver que miles de iglesias comiencen a descubrir a los misioneros de la siguiente generación dentro de su propia iglesia y luego los envíen a las mayores áreas de perdidos en Norte América. El sistema semillero de NAMB promete ser una herramienta útil a aquellas iglesias cuando ellas desarrollen esos misioneros para una vida de servicio misionero.”

El misionero estudiante Sam Kim sirve como ministro de discipulado en una iglesia iniciada en Vancouver, Columbia Británica. Ahora en transición a aprendiz de iniciación de iglesias con NAMB, Kim dijo que Dios ha usado su tiempo en misiones estudiantiles para abrir sus ojos a la iniciación de iglesias, particularmente en el contexto multiétnico de Vancouver.

Antes de ser parte de Point Community Church (Iglesia Comunitaria Point), una congregación universitaria multiétnica en Vancouver, Kim había sido parte de iglesias y ministerios universitarios de lengua coreana.

“Dios realmente me dio corazón por Vancouver y el ministerio multiétnico,” dijo Kim. “Point Church me dio una gran oportunidad de usar las pasiones que Dios me dio.”

Helms, quien sirvió en la ciudad de Nueva York desde el verano del 2012 hasta el fin de este julio, llegó a la ciudad luego de graduarse de la Universidad de Georgia. Aunque principalmente servía con la Asociación Bautista del Metro de Nueva York, también dirigía la alabanza en Graffiti 2, una iglesia de la CBS en la ciudad. Aunque renuente a ir a la ciudad de Nueva York cuando primero solicitó ser misionera de verano, no le tomó mucho “enamorarse de la ciudad” y terminó quedándose un año más.

A través del ministerio de Helms en Graffiti 2, ella desarrolló pasión por ayudar a los niños con bajo ingreso. Este otoño ella se dirige a la Universidad Estatal Kennesaw en Kennesaw, Georgia, para obtener una maestría en trabajo social. Planea regresar a un área urbana después de graduarse para trabajar con los niños de la ciudad.

“La necesidad del evangelio [en Nueva York], particularmente en el vecindario donde dirigí la alabanza, es muy sobrecogedora,” dijo Helms. “[El evangelio] podría hacer cosas maravillosas en ese vecindario. Podría restaurar familias. Podría restaurar relaciones. Podría crear todo un nuevo sentido de lo que significa comunidad.”
–30–
Tobin Perry escribe para la Junta de Misiones Norteamericanas. Para saber más sobre las misiones estudiantiles a través de NAMB, visite [URL=http://www.namb.net/mobilize-me]namb.net/mobilize-me] Entretanto, información acerca del sistema granja de NAMB está disponible en [URL=http://www.namb.net/Missionary_Development_Farm_System].

    About the Author

  • Por Tobin Perry