NOTA DEL EDITOR: La columna First-Person (De primera mano) es parte de la edición de hoy de BP en español. Para ver historias adicionales, vaya a https://www.bpnews.net/espanol
SALT LAKE CITY (BP) — Un principio bíblico básico es entender que Dios actúa siempre con justicia y con verdad, especialmente cuando nosotros no lo hacemos (v.3). Cuando Dios ve que el pecado está reinando como un ídolo en el corazón de Su pueblo, es solo una cuestión de tiempo el esperar que Él actúe en juicio celoso y redentor de acuerdo a Su naturaleza. El pecado (todo pecado) interrumpe la comunión con un Dios santo, creando una pared de separación entre nosotros y Él (Isaías 59:2). Con todo, ¡Dios se esfuerza una y otra vez en reconquistar el corazón extraviado llamando al arrepentimiento y a la conversión sincera (v. 6) porque quiere lo mejor para nosotros (v.11), ¡pero es necesario responder a Él para poder ser Su pueblo!
Es en este contexto de rebelión y juicio que Dios, hablando por medio del profeta inspirado Ezequiel, menciona a tres varones de fe: Noé, Daniel y Job, asegurando que dadas las circunstancias (de este contexto) que “si estos tres estuviesen en medio de ese territorio” solo ellos por su justicia librarían sus vidas y nadie más (ver los versículos 14, 16, 18 y 20). El escritor sagrado da por hecho que sus lectores están bien familiarizados con ellos y que al escuchar los nombres de Noé, Daniel y Job inmediatamente sacarían las importantes y apremiantes conclusiones espirituales necesarias. Al escuchar nosotros esto debemos por un lado recordar que es claro en la Palabra que la salvación no es por obras, sino por la fe, pero sin duda las obras reflejan la relación de fe que la persona tiene con Dios (Habacuc 2:4; Mateo 7:15-20; Efesios 2:8-10; Santiago 2:14-26). Por otro lado creo que debemos preguntarnos: ¿por qué se mencionan entonces aquí estos tres personajes específicos? ¿Cuál es el reto que cada uno de estos tres grandes de la fe nos hace y cómo se aplica a nuestra situación de hoy? A riesgo de ser demasiado breves en cuanto al testimonio bíblico que estos grandes personajes de la fe poseen, meditemos en algunas lecciones espirituales que ellos nos dejaron.
El Reto de Noé. Noé vivió en un mundo de maldad, y solo él halló gracia ante los ojos de Dios (Gn. 6:5-8,9). Durante al menos cien años vivió dando testimonio a un mundo inconverso de lo que era ser un seguidor fiel de Dios. Noé construyó un barco gigantesco para flotar en el agua en medio de tierra seca soportando las indudables burlas de los incrédulos. Hebreos 11:7 declara que Noé “fue heredero de la justicia que viene por la fe.” El reto de Noé para ti hoy es vivir bajo la gracia de Dios una vida paciente de obediencia y gratitud a Él ante los demás. Así como a Noé, Dios también Te ve a ti, te ve lo que haces y Él ve tu corazón. Dios te conoce. El reto de Noé es que seas obediente, paciente y constante en tu caminar con Cristo para testimonio a los que aún no creen.
El Reto de Daniel. Desde su juventud Daniel fue fiel a Dios. Él tenía lo que el mundo considera valioso: buen parecer, inteligencia y acceso al poder. Daniel tuvo la oportunidad de su vida, pero no dejó que la oportunidad lo controlara a él. Daniel no comprometió sus convicciones en cuanto a la comida ofrecida a los ídolos ni se inclinó a ellos (a costo de su propia vida) porque él ya había tomado la decisión con anticipación, antes de que la tentación se presentase: “Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que bebía” (Daniel 1:8). Fue hombre de oración sin avergonzarse de ello. Por todo esto, el reto de Daniel es que seas un cristiano de principios y que nunca renuncies a tus convicciones, especialmente si eres joven, aunque en verdad no importa tu edad. Su reto es también que seas una persona de influencia que da la gloria a Dios donde Él te tiene ahora o te pondrá.
El Reto de Job. Job fue un varón que buscó influir espiritualmente a sus hijos (Job 1:5). Hombre de fe en Dios en medio de la aflicción más grande, difícil de comprender y de comparar (Job 1:21,22). El reto de Job para ti hoy es que confíes en Dios en medio de tu aflicción. Su reto es que creas que Dios tiene un propósito en todo lo que hace en tu vida y que todo lo que Dios permite es para tu bien (Ezequiel 14:23).
Aceptemos El Reto De Estos Heroes De La Fe. Nuestra aceptación ante Dios, al igual que la de Noé, Daniel y Job, es por la fe en Dios a través de la gracia de Su Hijo Jesucristo. La expresión de “Sin embargo” del versículo 22 de Ezequiel 14 nos dice que Dios conoce a aquellos que le buscan en verdad (ver, Juan 4:23,24). Las palabras “y conoceréis que no sin causa hice todo lo que he hecho” (v.23), nos afirman que un día comprenderemos por qué Dios actuó en la historia y en la vida personal de cada persona de la manera en que lo hizo,… ciertamente lo entenderemos. Créalo: Dios tiene un propósito EN TODO lo que hace (Romanos 8:28). Así que los retos de Noé, de Daniel y de Job son completamente aplicables para todos nosotros hoy. Sus retos se podrían resumen en: vivir una vida entera de obediencia a Dios, sin renunciar a nuestras convicciones donde Dios nos tiene, creyendo que Dios tiene un propósito en todo lo que hace y permite que suceda y que lo que nos suceda será ultimadamente para nuestro bien.
Para gloria de Dios y bendición nuestra y de los que nos rodean…que así sea.