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Bebés creados en laboratorio, ¿no requieren de un hombre?


LONDON (BP)–En un desarrollo que un teólogo llama “frankesteniano,” los científicos de Inglaterra dijeron el martes que habían creado esperma de células madre embrionarias — creando así la posibilidad de que un bebé pudiera ser creado algún día sin la participación de un hombre.

El anuncio proveniente de los investigadores de la Universidad Newcastle fue descrito en la publicación Células Madre y Desarrollo, aunque inmediatamente tuvo escépticos en medio de la comunidad científica, algunos de los cuales dijeron que los investigadores ingleses no habían hecho esperma funcional sino solamente células con algunas cualidades del esperma. De hecho, la publicación online Nature llamó a las células “similares al esperma.”

Karim Nayernia, biólogo especializado en células madre de la escuela, reconoció que el esperma no es una imagen de espejo de un esperma normal, pero apoyó su trabajo.

“Tienen cabeza, tienen cola y se mueven,” citó cuando habló con el periódico el Telegraph. “La forma no es muy normal ni el movimiento, pero contienen las proteínas para la activación del óvulo.”

Si se perfeccionara, la técnica podría ser usada dentro de 10 años para tratamientos de fertilidad, dijeron los científicos.

El desarrollo podría crear un triple acontecimiento de mal efecto al involucrar no solamente 1) la destrucción del embrión humano sino también 2) la clonación y 3) el descarte de los hombres del proceso reproductivo. Por ejemplo: una pareja lesbiana podría tener un bebé que esté biológicamente relacionado con ambas, con una de ellas que supla el óvulo y la otra que tenga el esperma creado de un embrión clonado. Podría también crear el escenario en el cual una mujer soltera tenga un bebé, con el óvulo y el esperma biológicamente de ella.

Presuntamente la clonación no fue usada durante el proceso de la Universidad Newcastle, pero tendría que ser usada para tratamientos de fertilidad si se desea un esperma biológicamente concordante. Sin embargo, aun si el método fuera usado para tratar a una pareja de esposo y esposa infértil, debería ser rechazado como inmoral, dijo Russell D. Moore, decano de la escuela de teología del Seminario Teológico Bautista Southern de Louisville, Kentucky. Moore es el autor del nuevo libro: “Adopted for Life,” (Adoptado de por vida) el cual enfoca la adopción y la infertilidad. Él y su esposa lucharon con la infertilidad y adoptaron dos chicos de Rusia.

“Nuestra primera respuesta debería ser reconocer el por qué hay un mercado como las tecnologías reproductivas frankestenianas. Es debido a la genuina y real pérdida y desesperación que crea la infertilidad,” le dijo Moore a Baptist Press. “Nuestras iglesias deberían ministrar a las parejas infértiles a través de la predicación y la enseñanza sobre este asunto, condoliéndose con las familias que experimentan la pérdida de un vientre vacío. Y deberíamos proveer una alternativa a la frecuente bancarrota ética y las financieramente caras tecnologías que prometen un niño casi a cualquier costo.

“El primer paso es congregaciones que sean empáticas y consagradas a la oración por los infértiles. El segundo paso es promover una contracultura promotora de la afirmación infantil, incluyendo la cultura de la adopción.”

Es crítico, dijo Moore, que los cristianos vean cómo los “niños están crecientemente siendo vistos como cosas a ser hechas” en vez de, como enseña la Escritura: “Dones para ser recibidos, hijos para ser engendrados.”

“Hay tecnologías apropiadas que buscan corregir problemas médicos en el trasfondo de la infertilidad,” dijo. “Debemos apoyar estas gustosamente. Hay otras tecnologías, sin embargo, que buscan eludir la unión de una sola carne para ‘crear’ un hijo. Deberíamos ser los que indiquen las maneras en que tales tecnologías tienden a deshumanizar a las personas y a desestabilizar el orden natural, mientras trazan una mejor forma.”

Moore y C. Ben Mitchell, asesor de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética, dijeron que el campo de las éticas está teniendo un tiempo difícil siguiéndole el ritmo a la tecnología.

Nayernia, el científico líder, dijo que la intención de su equipo no fue ayudar a crear “bebés diseñados” sino mostrar que las células madre embrionarias se pueden desarrollar en cualquier célula del cuerpo, reportó Time.com.

“El público general puede estar enfrentando fatiga de ‘células madre,'” dijo Mitchell, profesor adjunto de bioética y cultura contemporánea de Trinity Evangelical Divinity School en un suburbio de Chicago. “Esto es, hay tantos descubrimientos que llegan tan rápidamente que la persona promedio ha dejado de poner atención. Mientras tanto, los investigadores están empujando el paquete científico y los que se dedican a la ética tratan de igualarlos. La situación no favorece el proceso reflejante de la consideración ética y el cuidadoso desarrollo de la política pública.

“Debemos,” añade, “permanecer vigilantes y comprometidos si hemos de hablar con sentido en la arena de la política pública. Y debemos encontrar mejores maneras de mantener la conversación en marcha entre las diferentes partes interesadas. Los científicos le deben al público contribuir al largo diálogo nacional e inclusive internacional, antes de sobrepasar las fronteras éticas.”

Poniendo el debate sobre la fertilidad a un lado, el procedimiento tiene problemas desde el principio simplemente porque involucra embriones, dijo Mitchell.

“Los embriones humanos están siendo destruidos por ‘prueba de concepto.’ Esto es, solamente para ver si se puede hacer,” dijo. “El sacrificio de los miembros vivientes de nuestra especie en el altar de la ciencia teórica no es algo que debamos aprobar. Es barbarie pre-moderna vestida con blancas batas de laboratorio.”
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Michael Foust es editor asistente de Baptist Press.

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  • Por Michael Foust