FRESNO, Calif. (BP)–La Iglesia local es una congregación de creyentes en Jesús, bautizados y comprometidos a extender el evangelio en todo el mundo. Es importante reconocer que Jesús es la piedra angular y la fundación de la iglesia.
El Apóstol Pablo escribe “Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchas partes, y no todas las partes sirven para lo mismo, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como partes de un mismo cuerpo” (Rom. 12:4-5). Reflejando en las palabras de Pablo, nos damos cuenta inmediatamente que formamos un solo cuerpo en Cristo. A veces hay grandes discusiones en nuestras congregaciones, algunas positivas y algunas negativas. Recientemente he observado que los conflictos vienen en el deseo de algunas personas de controlar la Iglesia. Pero hay que recordar que no es “nuestra Iglesia”, pero la Iglesia de Dios.
Cada creyente, miembro de la iglesia local, tiene responsabilidades, entre ellas, mantener la unidad espiritual de los miembros. Somos un cuerpo, una familia. Si consideramos las habilidades y talentos de otros en la Iglesia, nos damos cuenta del gran potencial que existe para transformar nuestras comunidades. Cuando pienso en este potencial, hay un entusiasmo que llena mi alma. Cristo mismo dijo “Yo edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Matt. 6:18). Celebremos juntos nuestros dones y apliquemos esos para la Gloria de Dios.
–30–
Fermín Whittaker es el director ejecutivo de la Convención Bautista del Sur en California. Los materiales en español publicados por esta convención se encuentran en http://www.csbc.com/languageresources.
