LONDRES (BP) —José Cárcamo aprendió a ser un rebelde comunista hace muchos años. Comprometido con la causa, estudió en Chile, Cuba y Rusia.
Pero el activismo no cambió su vida de la manera esperada.
“Había muchas luchas en mi país en ese entonces, y cuando todo acabó en 1989 y no terminó de la manera que yo quería, me sentí muy deprimido,” dijo Cárcamo, mejor conocido como Pepe. “Fui discriminado por mis puntos de vista políticos, y me sentí muy solo.”
Todo se derrumbó—su matrimonio, sus planes con el gobierno, todo.
“Me sentí perdido,” dijo Pepe.
Pero el plan de Dios para él estaba ya programado, dijo. “Vi mi vida, y no veía que Dios se reflejaba en ella. Comencé a preguntarme, ‘¿Será que Dios me abandonó o que yo abandoné a Dios?'”
Pepe creció en el catolicismo romano pero nunca lo practicó mucho, dijo. Batalló con su fe hasta el 2010, cuando finalmente su familia decidió ir en busca del Dios en quien nunca había creído.
“Clamé, ‘Dios ayúdame,’ y comencé a leer la Palabra de Dios. Sentí Su amor, y en ese entonces sentí una conexión con Él que ya no he vuelto a sentir,” dijo.
Comenzó a buscar una iglesia y con el tiempo llegó a un servicio en el seminario bautista local.
“Allí conocí realmente a Dios,” dijo.
Desde entonces, Pepe ha comenzado a tomar clases en el seminario y ha usado su trabajo como entrenador atlético para mostrar a los deportistas el amor de Cristo. Esta semana, él está con el equipo olímpico chileno en los Juegos Olímpicos de verano, trabajando con los atletas durante 12-14 horas diarias.
“Mi vida es mi alabanza a Dios y mi testimonio ante ellos [los atletas],” dijo. “Algunos de ellos han venido a mí y me han preguntado quién es Cristo tan sólo por estar cerca de mí y ver mi vida con Él.”
Y al decir su vida, quiere decir que el hombre político que anteriormente estaba “deprimido, enojado” ahora vive con bromas y oraciones de agradecimiento en sus labios.
“Después de Rusia y Cuba y todo lo demás, lo que me alegraba más era tan sólo saber que Dios me amaba exactamente como era,” dijo Pepe.
Eso es algo que él quiere comunicar.
Comenzó a compartir a Cristo con los atletas durante los Juegos Panamericanos 2011 en México, y después de los Olímpicos irá a Italia, Francia y Japón para hablarles a más personas sobre la esperanza que ha encontrado.
“Soy una oveja de Dios y un pastor para el mundo,” dijo Pepe.
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Ava Thomas es una escritora de la Junta de Misiones Internacionales, IMB, residente en Europa.
