Un miembro del equipo médico preguntó a un paciente cuál era su dieta. El paciente respondió: «Como cuando puedo, cuando alguien puede darme algo de comida. Hoy he comido porque me han dado el desayuno».
No era la típica cita con el médico. Ocurrió el año pasado en la frontera sur de México, cerca de Guatemala y del océano Pacífico. Un equipo de una misión médica de ocho personas fue a ofrecer atención a migrantes, refugiados y desplazados.
Otro miembro del equipo atendió a un joven que se había lesionado la rodilla. El joven dijo que huía de un pistolero que mató a su madre delante de él. Cayó en un agujero, lo que le causó la herida. Después del tratamiento, el joven profesó su fe en Cristo.
Los misioneros de la Junta de Misiones Internacionales Charlie y Robin Janney, que se dedican a ministrar en las necesidades humanas en México, coordinaron este equipo, sabiendo cuán grandes son las necesidades médicas en esta zona.
«Dios les dio habilidades médicas y la inteligencia para ayudar a los demás», dijo Robin del equipo formado por médicos, enfermeras, asistentes médicos y fisioterapeutas. «Hay personas muy necesitadas que no tienen a nadie más. Están desesperados».
Robin explicó lo agradecida que estaba la gente porque este equipo médico les ofreciera atención, teniendo en cuenta lo difícil que puede ser costearse un tratamiento. Dijo que era un «gran honor» para ellos recibir atención médica y que no les cobraran.
Durante cinco días, el equipo atendió a más de 300 pacientes. Para muchos de los profesionales médicos, éste fue el comienzo de su participación en la labor misionera.
Robin dijo que uno de los miembros del equipo ahora se capacita para ser un journeyman. «Otra se siente llamada a ministrar en África», dijo, “así que la pusimos en contacto con un misionero de allí que también necesita personal médico”.
Un médico del equipo está a punto de jubilarse, y él y su esposa podrían plantearse aprovechar el programa Master de la Junta de Misiones Internacionales, una opción misionera para solteros y parejas de 55 años o más que quieran dedicar los dos o tres primeros años de su jubilación a servir a las naciones.
¿Cómo organizaron Charlie y Robin este equipo médico? Conocieron a la mayoría de los miembros en MedAdvance el año pasado.
MedAdvance es una conferencia de misiones médicas que permite a cientos de profesionales médicos, estudiantes y líderes eclesiásticos ponerse en contacto con misioneros y líderes de la JMI. El MedAdvance de este año se reunirá del 12 al 14 de septiembre en la Primera Iglesia Bautista de Houston.
Los asistentes descubrirán cómo Dios actúa a través de los misioneros médicos y cómo pueden combinar su formación en sanidad con su amor por las misiones internacionales.
«Fuimos sin saber qué esperar, y Dios decidió mostrarnos muchas cosas en MedAdvance», dijo Charlie. «Superó nuestras expectativas».
Charlie y Robin participaron en el Maratón de Afinidad de MedAdvance, como parte del grupo de afinidad de las Américas. Esta actividad permite a los asistentes conectarse con misioneros en el campo y escuchar sobre diferentes estrategias de salud de la JMI en todo el mundo.
«Muchos nos buscaron», dijo Robin, y añadió que seis de los ocho profesionales médicos del viaje del año pasado habían estado en MedAdvance. «El equipo no se conocía de antemano, pero trabajaron como si hubieran trabajado juntos durante años. Fue uno de los mejores equipos que hemos tenido».
El equipo médico no sólo tuvo un impacto en los pacientes, sino que también tuvo una gran comunión con la iglesia anfitriona.
Robin relató una conversación que tuvo con una mujer de la iglesia.
«Me dijo: ‘Nuestras señoras de la iglesia quieren invitarles a tomar café. [El equipo médico] conectó con la iglesia anfitriona. Salieron a tomar café al menos tres veces».
Otro estímulo vino en forma de una misionera jubilada de la JMI que sirvió en Oriente Medio como médico y ahora sirve en México. La doctora fue un gran estímulo para el equipo médico, y ella y un miembro del equipo llevaron a otra mujer a Cristo, dijo Robin.
Los miembros del equipo ayudaron tanto a la iglesia como a los pacientes a aprender sobre diferentes temas de salud. Uno de ellos dirigió una sesión sobre la deshidratación.
«Una enfermera habló a un grupo de refugiados haitianos sobre la deshidratación, cuáles eran los síntomas y cómo prevenirla», explicó Robin. «Ahora tenemos una receta de cómo rehidratar a alguien más rápidamente».
Un fisioterapeuta del equipo enseñó a los pacientes diferentes ejercicios de estiramiento que les aliviaron un poco y les ayudaron a dormir mejor.
Charlie y Robin experimentaron cómo Dios utilizó MedAdvance para fortalecer su ministerio en el campo misionero. Planean regresar a la conferencia este año.
«Hay tantas necesidades médicas en todo el mundo», dijo Charlie. «MedAdvance ayuda a conectar a los que están en el campo médico con los que están en el campo misionero. Pueden influir de muchas maneras. Puede que no sea médicamente. Puede ser a través de la motivación. Pueden inspirar a una iglesia».
Los interesados en asistir a MedAdvance, del 12 al 14 de septiembre en la Primera Iglesia Bautista de Houston, pueden visitar www.imb.org/medadvance.
