NUEVA ALBANY, Miss. (BP) – El Dr. Justin Lohmeier no tenía idea de lo valiosas que podrían ser sus habilidades como profesional de la salud cuando se le presentó por primera vez la oportunidad de ser voluntario en el extranjero con la Junta de Misiones Internacionales.
Lohmeier dijo que al crecer en la iglesia, le encantaba leer y escuchar historias sobre los misioneros de la IMB, especialmente durante la temporada de la Ofrenda de Navidad Lottie Moon. Si bien admiraba a los misioneros, nunca pensó en sí mismo como alguien que serviría en esa capacidad.
“¿Qué necesitarían de alguien como yo?” se preguntó.
En 2009, un pastor de misiones se acercó a Lohmeier y le preguntó si estaba interesado en viajar a Kargi, Kenia, para servir en un equipo médico. Después de mucha oración, Lohmeier se dio cuenta de que todo lo que Dios requería de él era la obediencia para ir. Fue en este viaje a Kenia que Dios comenzó a moldear y dar forma a sus deseos de ser voluntario en el extranjero, dijo Lohmeier.
Como radiólogo de diagnóstico e intervención, Lohmeier está especialmente capacitado en maquinaria como las máquinas de ultrasonido. En 2011, asistió a la conferencia MedAdvance de la IMB en Dallas. Allí se enteró de las necesidades específicas de los voluntarios médicos, uno de los cuales era alguien capacitado para usar una máquina de ultrasonido.
“Esa era una necesidad muy específica que podía hacer”, dijo. “Di un paso de fe y respondí al llamado para ir a capacitar a los médicos en Tanzania sobre cómo usar esta máquina de ultrasonido”.
Lohmeier, miembro de Hillcrest Baptist Church in New Albany, Miss., ha ido en más de 20 viajes. Ha viajado a países de África, Oriente Medio, Sudeste de Asia, Asia Central y América Central. Lohmeier no solo usa sus habilidades profesionales para atender las necesidades médicas de los nacionales en los países que visita, sino que también se ocupa de las necesidades médicas de los misioneros de la IMB en el campo misionero.
Una de las historias favoritas de Lohmeier de sus viajes ocurrió en el Medio Oriente. Mientras estuvo allí en 2015, Lohmeier y el equipo de IMB con el que sirvió trabajaron con refugiados. Estaba abrumado por la gran necesidad, pero dijo que se sentía honrado de asociarse con la IMB para satisfacer esas necesidades.
El equipo de IMB y Lohmeier atendieron a pacientes en escuelas, canchas de fútbol y estacionamientos subterráneos. Mientras repartían cobijas para el próximo invierno, Lohmeier dijo que los refugiados le dijeron al equipo que sabían que los bautistas los amaban porque siempre traían cobijas y abrigos de la más alta calidad.
“Hasta el día de hoy, hay una iglesia bautista próspera en esa área”, dijo Lohmeier.
Lohmeier tiene ganas de viajar y servir en el extranjero nuevamente cuando se levanten las restricciones de viaje de COVID-19. Él anima a cualquier persona en el campo de la medicina a considerar cómo pueden usar sus habilidades específicas para servir en una misión.
“No espere”, dijo. “Es muy gratificante trabajar con nuestros colaboradores, especialmente cuando existe una demanda actual de estrategias médicas específicas. Solo necesitamos ser obedientes y actuar con fe usando los principios bíblicos y los talentos que Dios nos ha dado ”.
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