HATTIESBURG, Miss. (BP) – Crear un equipo de voluntarios no es sólo cuestión de lo que se hace, sino también de lo que no se hace.
Se trata de extender una invitación personal, dijo Drew Chapman, pastor de Siguientes Pasos y Difusión en la Temple Baptist Church. Se trata de formar. Se trata de evaluar el mejor lugar para el servicio y comunicar las expectativas. Se trata de reconocer el trabajo y el tiempo de servicio.
No se trata de suplicar. No se trata de extender una capa de culpabilidad, por muy velada que esté.
“Lo entiendo. A veces hay papeles en los que sólo intentas que alguien ocupe su lugar”, dijo Chapman. “Pero la culpa es una mala motivación y ya estarían sirviendo por las razones equivocadas”.
La dificultad de encontrar voluntarios para la iglesia no es nada nuevo, como demuestran los numerosos artículos y entradas sobre “Cómo hacerlo” disponibles con una rápida búsqueda en Internet. Sin embargo, se trata de una tendencia de la sociedad en general, que lleva decenios decayendo.
Un informe publicado por la Oficina del Censo a principios de este año mostró que, mientras que las tasas de ayuda informal -actividades como ayudar a un vecino- se mantuvieron estables entre 2019 y 2021, las tasas de ayuda formal cayeron en todos los grupos demográficos.
Aproximadamente entre 400 y 425 miembros de la iglesia componen la fuerza de voluntarios de Temple Baptist cada domingo. Se incluye un número significativamente mayor si se tiene en cuenta que los distintos voluntarios rotan de una semana a otra.
Sí, Temple tiene más gente. Pero cuanto mayor es la iglesia, mayor es la necesidad. Los retos persisten independientemente del tamaño, como reclutar y mantener voluntarios, conseguir nuevos para evitar el agotamiento entre los veteranos y asegurarse de que todos sepan que se los aprecia.
Cuando se trata de captar voluntarios, los anuncios durante el culto o la Escuela Dominical arrojan una amplia red. Pero Chapman considera que el método más directo es el más eficaz.
“La invitación personal”, dijo. “Lo hemos intentado de muchas maneras, pero les aseguro que somos partidarios de la invitación personal. Lo digo como miembro del personal, pero también como voluntario actual”.
Mientras que muchos grupos ministeriales se encargan de conseguir nuevos voluntarios por su cuenta, el papel de Chapman se centra en identificar a los nuevos y encontrar el lugar más adecuado para su servicio.
Esto incluye una clase los miércoles por la noche sobre el servicio y la evaluación de los dones espirituales. La primera introduce a los voluntarios en las necesidades de la iglesia, mientras que la segunda ofrece una visión más clara de las áreas en las que pueden ser más adecuados para participar.
A veces, esto incluye hablar con cariño con un voluntario sobre la posibilidad de cambiar de área de servicio porque la que eligió no encaja. En esos casos, la evaluación de los dones espirituales ayuda a encontrar un camino.
Existe una relación entre cómo se recluta a los voluntarios y cómo se los retiene. Es útil empezar con una descripción clara del papel del voluntario, señala.
“Puedes pedirle a alguien que salga con adolescentes, y puede que no sepa qué significa eso exactamente”, dijo Chapman. “Igual que en cualquier otro sitio al que irías a trabajar, quieres saber lo que se te pide, las expectativas e incluso durante cuánto tiempo”.
Y añadió que esto último no lo decía en sentido negativo.
“A la gente le gusta saber si hay un punto final”, dijo Chapman, aunque señaló que a menudo deciden por su cuenta servir más allá de ese tiempo. “Es importante tener una comunicación clara sobre lo que implica cada función. A veces repasar eso revela conflictos de tiempo, como los que cantan en el coro o pueden estar sirviendo en otro lugar”.
Los voluntarios ayudan al funcionamiento de la iglesia, pero se ven recompensados por servir a los demás al tiempo que encuentran un grupo de compañerismo y responsabilidad, añadió Chapman.
“Han encontrado la comunidad que buscaban en su equipo”, afirma. “Los jefes de equipo están pendientes de ellos, les piden que oren por ellos y se encargan de que se atiendan esas necesidades.
“La gente necesita una comunidad. Lo que estoy viendo es que los miembros del equipo la están encontrando, y eso es una victoria”.
