Doug Derbyshire va a muchos lugares de Tailandia donde no hay cristianos ni iglesias, y eso le preocupa grandemente. Pero los que más le preocupa es la falta de testigos que proclamen el evangelio en Baan Po. Derbyshire es un médico que sirve con la Junta de Misiones Internacionales y junto a su esposa Cheryl viven en Tailandia. El está haciendo lo que hizo Jesús: cuidar a los enfermos y predicar el evangelio.
Por los últimos seis años, Derbyshire ha visitado Baan Po y persistentemente ha probado todos los métodos y medios para compartir el evangelio. El ha llevado equipos de doctores y médicos desde USA para asistir a las personas a través de clínicas móviles. El ha tratado todas las estrategias de evangelización que conoce. Ha tocado las puertas preguntando si hay alguien está interesado en escuchar el evangelio. Tristemente el evangelio es ignorado, rechazado o lo aceptan inicialmente y luego lo abandonan.
“Baan Po me afecta mucho, me agobia más que otros lugares, porque después de todas las veces que he estado allí, el tiempo que he invertido en ellos, todavía no hay una iglesia allí. En ese lugar nadie honra a Dios. Nadie le da gloria a Él. Nadie lo alaba. No hay ningún grupo de creyentes que le dé gloria a Dios”, dijo Derbyshire, cerrando los ojos y juntando las manos en forma de oración.
“No puedo descansar. Me gustaría ver el día que Dios levanteuna iglesia en Baan Po”, dijo Derbyshire.
Derbyshire decidió llevar el evangelio una vez más por medio de un equipo de doctores para realizar una campaña medica móvil a Baan Po.
Dios los usó “una vez más” de manera poderosa. En enero de este año (2020), Derbyshire, otros misioneros de la IMB, cristianos tailandeses y médicos de USA viajaron a Baan Po para realizar una campaña médica móvil.
Derbyshire dice que después de que él y los otros médicos se reúnen con sus pacientes, uno de los miembros del personal tailandés se sienta con el paciente y le dice: “Este es un medicamento para su cuerpo. Ahora hablemos de lo que usted necesita para su alma”.
El dijo que la transición del preocuparse de las necesidades físicas a satisfacer las necesidades espirituales es natural y es bien recibida.
Antes de esta campaña medica, los tailandeses de Baan Po nunca habían experimentado salud espiritual.
Sin embargo, el primer día de la campaña medica, tres personas entregaron sus vidas a Cristo. Otros indicaron que querían escuchar más. Fue un día glorioso, dijo Derbyshire; ahora hay personas alabando al Señor en Baan Po.
Derbyshire comparte el evangelio todos los días y, por lo general lo hace con siete u ocho personas al día. Tienes que hablar con 100, y a veces con 200 personas antes de encontrar a alguien que esté interesado. Cuando van equipos desde USA atienden de 200 a 300 pacientes diarios. Todo el que viene escucha el evangelio y la gente llega a la fe, uno tras otro, en cantidades sin precedentes.
“Los voluntarios son indispensables para lo que realizamos. No puedo hacer lo que hago sin que el pueblo de Dios venga desde Estados Unidos y me ayude”, dijo Derbyshire.
Derbyshire y los cristianos tailandeses viajan constantemente a Baan Po para discipular a los cristianos y para seguir conversando con los que están interesados en escuchar más.
OREMOS para que ninguno de los nuevos cristianos se aparte de la fe.
PIDÁMOSLE A DIOS que los que aún no han hecho su decisión por Cristo, decidan entregarle sus vidas.
OREMOS por la formación de iglesias saludables en Baan Po.
