TUSCALOOSA, Ala. (BP)–Armando Sesena, su esposa y su hija ahora están quedándose en casa de sus familiares, pero su propia casa se ha ido—se la llevó el viento tres minutos después que corrieron hacia su sótano.
“Tres minutos,” dijo Sesena. “Estuvimos tres minutos dentro del sótano y luego ¡puf!”
Señaló hacia lo que pudiera ser una parte de la pared de su casa, pero en un campo cubierto de casas destruidas en Tuscaloosa, Alabama, es difícil para la gente cuyas vidas han sido atropelladas, distinguir o preocuparse por lo que era suyo. Un tornado EF5 arroyó la ciudad en su sendero por varios estados el 27 de abril, haciendo una larga zanja a través del centro de Tuscaloosa.
La tormenta destruyó comunidades completas en ciertas partes de Mississippi, Alabama y Georgia, tomando la vida de más de 300 personas.
Los equipos de Bautistas del Sur al Rescate en Desastres (SBDR, por sus siglas en inglés) llegaron al día siguiente provenientes de Alabama, luego llegaron más personas de otros nueve estados, escuchando historias de la manera en que los ladrones crearon heridas frescas en una ciudad ya lesionada.
Pero también escucharon historias de personas que se preocupaban unas por otras.
Mientras un equipo de sierras eléctricas de los SBDR cortaba un roble que aplastó su casa en Birmingham, Tia Graham dijo que recuerda sus oraciones de gratitud.
“Le pusimos un casco a mi nieta y nos escondimos en el cuarto de lavandería. Ya había escuchado algo sobre los tornados. Dicen que escuchas un tren de carga, pero que es cinco veces más alto el volumen de un tornado. Pensamos, ‘Hasta aquí llegamos,'” dijo Graham. “Luego todo quedó en silencio y nos dimos cuenta que todavía estábamos allí. Había escombros por todos lados. Oramos y agradecimos a Dios que estábamos vivos.”
“Todos vinieron a checar cómo estábamos,” dijo Graham. “Fue maravilloso ver lo atentos que estaban.”
Gloria Reed, residente de Tuscaloosa, irrumpió desde debajo de los montones de pinos apilados muy alto luego del trabajo del equipo de sierras eléctricas de los SBDR.
“Tengo 72 años, soy viuda, fue terrible,” dijo Reed. “Cuando pasa el tren salto. Incluso ese ruido de turbina es diferente.
“Estas personas aparecieron. Son un regalo de Dios,” añadió Reed, refiriéndose al equipo de SBDR que cortaban y jalaban los árboles tirados en la calle, para alejarlos de la casa. “No sé qué hubiera hecho si ellos no hubieran aparecido.”
Los SBDR han movilizado a casi 5,900 voluntarios capacitados, provenientes de 10 convenciones estatales, hacia Alabama y se espera enviar a más de ellos a las comunidades aledañas al Río Mississippi que están experimentando inundaciones.
Hasta la fecha, las unidades de los SBDR han reportado lo siguiente, debido a las tormentas de la primavera:
–13,469 días trabajando como voluntarios
–259,451 comidas preparadas
–1,738 trabajos con sierras eléctricas
–17 trabajos removiendo lodo
–532 contactos a través de los capellanes
–383 presentaciones del Evangelio
–53 profesiones de fe
“Es asombroso lo que pierde importancia y a lo que la gente se aferra cuando algo como esto golpea su vida,” dijo Kevin Ezell, presidente de la Junta de Misiones Norteamericanas, NAMB, quien ha visitado algunos sitios en Alabama. “Los voluntarios de los Bautistas del Sur al Rescate en Desastres proveen una demostración del amor de Dios y una oportunidad para que la gente se acerque a Él.”
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Adam Miller es un escritor de la Junta de Misiones Norteamericanas, NAMB. Los bautistas del sur y otras personas que quieran hacer donaciones al fondo de ayuda en desastres de NAMB pueden ir a www.namb.net y presionar la opción “Donate now.” Puede hacer donaciones a través de una llamada al 1-866-407-NAMB (6262) o enviar un cheque a NAMB, P.O. Box 116543, Atlanta, GA 30368’6543. Los cheques deben ser designados para “Southern Storms 2011.” También puede donar enviando un mensaje de texto que diga “NAMBDR” al número “40579.” Se hará un cargo de $10 al recibo de teléfono de quien llame o se deducirá del balance de su crédito de servicio prepagado.