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Clinton y Trump discuten sobre raza, éticas personales


HEMPSTEAD, N.Y. (BP) — Relaciones raciales, éticas personales y terrorismo estuvieron entre los tópicos discutidos por Hillary Clinton y Donald Trump el 26 de septiembre en su primer debate presidencial cara a cara.

El evento de 90 minutos presentado por la Universidad de Hofstra en Hempstead, Nueva York, no incluyó mención de aborto, matrimonio del mismo sexo, transexualismo o libertad religiosa por parte de ninguno de los candidatos y no hubo mención específica del islamismo radical durante la discusión sobre terrorismo.

Más de 20 minutos consecutivos fueron dedicados al tema de las relaciones raciales. Clinton argumentó a favor de una reforma a la justicia criminal para contrarrestar el sistemático prejuicio racial en EE.UU., y Trump dijo que se necesita “ley y orden” para incrementar la calidad de vida en las comunidades minoritarias.

“Muchos jóvenes afroamericanos y hombres latinos,” dijo Clinton, han “terminado en la cárcel por delitos no violentos. Y simplemente es un hecho que si un joven afroamericano y hace la misma cosa que un joven blanco, tiene más probabilidad de ser arrestado, acusado, condenado y encarcelado.”

La exsecretaria de estado defendió la reducción de las sentencias mínimas obligatorias, “las cuales han mandado por largo tiempo muy lejos a mucha gente por hacer muy poco,” y el incremento del número de “programas de segunda oportunidad” en el sistema de justicia criminal en EE.UU.

Trump dijo que un aspecto de mantener la ley y el orden debería ser el uso de los procedimientos “detención y cacheo,” bajo los cuales la policía puede cuestionar a un peatón y luego buscarle armas y contrabando. Aunque las prácticas de detención y cacheo han sido llamadas categorización racial debido a que tienden a afectar a los negros y a los latinos desproporcionadamente, como sucede en la ciudad de Nueva York, Trump dijo que tales prácticas “alejan las armas” de las “malas personas.”

“Necesitamos ley y orden en los centros urbanos,” dijo Trump, “porque las personas que son más afectadas [por la violencia urbana y la intranquilidad] son las personas afroamericanas y latinas. Y es muy injusto con ellos que nuestros políticos estén permitiendo que suceda.” Él citó Charlotte, C.N., y Ferguson, Mo., como ejemplos.

Clinton criticó a Trump por retratar “una situación tan calamitosa y negativa de las comunidades negras,” y citó “la vitalidad de la iglesia negra” entre los rasgos de las comunidades minoritarias “de los que debemos estar orgullosos.”

Más tarde en el debate, el moderador Lester Holt de NBC News le preguntó a Trump sobre los cinco años de perpetuación del “falso alegato de que el primer presidente negro de la nación [Barack Obama] no era ciudadano por nacimiento.” Aunque Trump reconoció este mes que Obama nació en EE.UU., Holt le preguntó qué le diría a la “gente de color” que estaba preocupada por su defensa del sollamado argumento del lugar de nacimiento.

“No digo nada,” respondió Trump, “porque pude hacer que él presentara” su certificado de nacimiento. “Él pudo haberlo presentado mucho tiempo antes.”

Trump añadió: “Cuando se habla de sanidad [racial], creo que he desarrollado muy, muy buenas relaciones durante el último tiempito con la comunidad afroamericana. Creo que usted puede ver eso.”

Clinton dijo que Trump “comenzó su actividad política basado en esa mentira racista de que nuestro primer presidente negro no era ciudadano estadounidense.” Ella continuó alegando que Trump “tiene un largo récord de involucramiento en comportamiento racista.”

La única evidencia que ella citó para esa aseveración fue el argumento del lugar de nacimiento y una demanda del Departamento de Justicia en 1973 por discriminación de vivienda que Trump dijo que también apuntó a “muchas, muchas otras compañías en todo el país” y “fue resuelta…sin admisión de culpabilidad.”

Trump dijo que Clinton no debería “actuar farisaicamente” cuando se trata de críticas a Obama porque ella lo criticó duramente durante la campaña presidencial 2008 y sus trabajadores de campaña presuntamente ayudaron a avivar el argumento del lugar de nacimiento ese año.

En relación a la ética personal, Clinton alegó que Trump ha hecho declaraciones irrespetuosas de mujeres y está “escondiendo” algo al no divulgar su declaración de impuestos sobre la renta. Trump criticó a Clinton por usar un servidor privado de correo electrónico cuando fungía como secretaria de estado y de gastar “cientos de millones de dólares” en anuncios negativos en relación a Trump que son “absolutamente falsos” y “no agradables.”

Cuando la conversación giró sobre el terrorismo, los candidatos se enfrentaron por la seguridad cibernética, el trato nuclear con Irán y sus posturas pasadas en relación a la guerra de Irak. También trataron el asunto de la cooperación con las naciones musulmanas para combatir el terrorismo.

Clinton dijo que Trump “ha insultado consistentemente…a los musulmanes en el extranjero [y] a los musulmanes dentro del país cuando necesitamos estar cooperando con las naciones musulmanas y con la comunidad musulmana estadounidense. Ellos están en la línea de fuego. Ellos nos puede proveer información que no podríamos conseguir en ninguna otra parte.”

Trump replicó que “hemos estado trabajando [con las naciones musulmanas] durante muchos años, y tenemos el mayor desorden que nunca se haya visto. Miras el Medio Oriente y es un total desorden.”

Russell Moore, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética, dijo que el debate hizo que algunos seguidores de Jesús sintieran “un sentido de desamparo” porque “ninguna de estas visiones de EE.UU. realmente habla por” ellos.

“Eso se ve inclusive en las cosas que no se hablaron del todo anoche,” dijo Moore el 27 de septiembre en un video en Facebook. Citó la notable ausencia en la conversación “del nonato” y “otros habitantes vulnerables”; “qué clase de carácter es necesario para liderar este país”; y “la igualdad de todas las personas no solamente bajo la ley, sino también en términos de la imagen de Dios.”

La tristeza por no identificarse con la visión de ninguno de los candidatos, dijo Moore, “puede ser buena para la iglesia” porque le recuerda al creyente que son “residentes extranjeros” en el mundo y no “un grupo de interés político…al cual acudir y con el cual negociar políticamente.”

El próximo debate presidencial está programado para el 9 de octubre en St. Louis. Los nominados vicepresidenciales Tim Kaine y Mike Pence debatirán el 4 de octubre en Farmville, Va.

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  • Por David Roach