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EDITORIAL: Graduados para trabajar


SAN ANTONIO, Texas (BP)–Este es el tiempo del año cuando aproximadamente 28,000 escuelas preparatorias gradúan de dos a tres millones de estudiantes a través del país. Y no hay nada más controversial en nuestro día que la discusión presente dentro del sistema de educación pública sobre la calidad de estudiantes que toman su lugar en dicha sociedad. En años recientes el acta federal No Child Left Behind (NCLB) ha contribuido a la consternación de los educadores al tener que dar cuenta por más que solo la cantidad de graduados.

El acta NCLB ha introducido una nueva expectativa ligada al recibimiento de fondos federales para el desarrollo del programa de educación pública. Se espera que los estudiantes no solo reciban un diploma que dice que fueron graduados, pero sobre todo que sean preparados para tomar provecho de todo su potencial en la vida. Un investigador educacional interpreta esta esperanza de la siguiente manera: “Estamos al umbral de una era nueva en la educación publica donde contabilidad basada en ejecución es la moneda del reino” (énfasis mío).

Pero, ¿que significa tal “contabilidad de ejecución”?

Después de décadas de fracaso, el departamento federal de educación ha reconocido que la condición actual es intolerable. La competición mundial es feroz, y nuestro país tiene que responder al desafió. Tenemos que preparar las generaciones venideras para poder lidiar. Por lo tanto los administradores estatales de la educación pública deberán desarrollar metodologías que calculan sobre todo la calidad práctica de la educación que recibe el escolar. En breve, se necesita medir la habilidad de ejecutar, de funcionar de una manera productiva y concreta dentro de una sociedad dinámica, algo que la Biblia también recomienda para el bienestar social.

El Libro de Rut tiene muchas lecciones de provecho para el lector, pero una que quizás no hemos reconocido es la manera en que Dios honra el esfuerzo y sudor humano de una mujer piadosa. En Génesis 3:19 Dios le dijo a Adán, “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,…” y muchos hemos visto solo la maldición implícita en esta declaración. Pero, ¿puede ser volteada esta sentencia para bien?

Rut 2-3 nos demuestra esta misma sentencia en acción en la vida de una noble moabita, pero el resultado no es simplemente el sudor, la fatiga, y la muerte inevitable. Al contrario, Dios bendice el trabajo de Rut y eleva su estatura en la sociedad y a la vista de su empleador. Rut toma inventario de su situación y se vuelve una mujer productiva para el bien de su familia. Con el tiempo, su labor la hace resaltar a la vista de Booz, con quien se caza y así es integrada en el linaje mesiánico. El mensaje no puede ser mas claro.

Este pequeño libro afirma entre sus otros mensajes que un trabajo bien hecho es algo noble, siempre tiene su recompensa, y la Biblia acentúa esta verdad repetidamente. Pablo amonesta a Timoteo, su hijo en la fe, que se prepare para toda buena obra (2 Timoteo 3:17). El apóstol nos recuerda a todos que “la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará” (1 Corintios 13:13). Si, Pablo esta hablando de nuestro trabajo en el reino de Dios. Pero tengámoslo por cierto que esto envuelve la totalidad de la vida. Más que cualquier otro, el creyente reconoce la importancia de ser productivos en todo pues solo lo de calidad perdura en esta vida y en la venidera. Por esto el salmista declara: “Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma” (Salmo 90:17).

Sin duda, las obras que sobreviven a la persona hablan más que sus diplomas. Dios lo sabe y aparentemente el departamento de educación ha llegado a la misma conclusión. Dios espera que honremos al que lo merece, y en esto nuestro gobierno debe ser aplaudido.

En este tiempo de graduaciones es bueno reconocer el cumplimiento de nuestros jóvenes al llegar al fin de sus estudios preparatorios. Pero debemos recordarles que han sido “preparatorios” a propósito. Por delante tienen una tremenda oportunidad que puede ser malgastada en el narcisismo juvenil, tan común en nuestro día, o puede ser invertida para el beneficio social y la gloria de Dios.
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Rudolph D. González es el decano de la Southwestern Baptist Theological Seminary William R. Marshall Center for Theological Studies, San Antonio, Texas. Estudios hispanos, Southwestern Baptist Theological Seminary: http://www.swbts.edu/hispanicstudies/sp/.

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  • Por Rudolph D. González