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El próximo presidente pudiera decidir el futuro de Roe vs Wade


WASHINGTON (BP) — La futura formación de la Suprema Corte de los EE UU ha recibido poca atención en estas elecciones, a pesar del hecho que cuatro jueces tienen más 70 años y están divididos acerca de una amplio rango de asuntos críticos—incluyendo el aborto y potencialmente el matrimonio homosexual.

Pero el asunto que pudiera regresar a la mesa gracias a que el vicepresidente Joe Biden lo mencionó en el debate del jueves es que Roe vs Wade corre un riesgo y que el “próximo presidente” podrá remplazar “uno o dos jueces nominados para la Suprema Corte.” Eso está por verse, aunque es probable, dada la edad avanzada de por lo menos uno de los jueces, que está por jubilarse –lo cual pudiera fortalecer la mayoría a favor de Roe vs Wade o empujar la balanza hacia la derogación de la misma. Roe vs Wade es una decisión tomada en 1973 que legalizó el aborto a nivel nacional.

Jordan Lorence, un abogado que ha defendido un caso ante la Suprema Corte, dijo a Baptist Press que hay tres asuntos en juego para determinar si un juez se ha de jubilar: edad, salud y el partido político del presidente en turno.

Cuatro de los jueces ya tienen más de 70 años de edad: Ruth Bader Ginsburg (79), Antonin Scalia (76), Anthony Kennedy (76) y Stephen Breyer (74). Tres de ellos –Ginsburg, Kennedy y Breyer—han declarado su apoyo por Roe vs Wade. Scalia ha solicitado que sea derogada. Si actualmente la corte tiene una mayoría de 5-4 a favor de Roe vs Wade, como lo sospechan muchos observadores de la corte, entonces la jubilación de uno de estos cuatro jueces pudiera tener un gran impacto en la legalización del aborto.

El Presidente Obama y el candidato republicano Mitt Romney no han garantizado a ningún candidato a la corte –los presidentes y los candidatos raramente lo hacen—pero ambos han insinuado que buscarían a candidatos que estén de acuerdo con su filosofía judicial así como con sus creencias sobre Roe vs Wade. Obama apoya a Roe mientras que Romney se opone.

“Si Romney pudiera elegir al remplazo de Ginsburg o incluso al de Kennedy, eso sería un cambio enorme,” dijo Lorence, quien trabaja con Alliance Defending Freedom. “Y si el Presidente Obama eligiera al remplazo de Scalia, eso, también, causaría un cambio enorme en la corte.”

Ginsburg parece ser quien posiblemente se jubilaría. Se le diagnosticó cáncer pancreático en el 2009 y se sometió a quimioterapia y cirugía, y supuestamente tuvo una recuperación exitosa. Ginsburg incluso pudiera tener ya una fecha posible para su jubilación. Ella ha dicho que quiere quedarse lo suficiente como para que su presencia en la corte sobrepase la de Louis Brandeis, el primer miembro judío de la corte quien fuera nombrado a los 60 años—como Ginsburg—y se jubiló a los 82. Ginsburg, también de origen judío, sobrepasaría a Brandeis en el 2015.

Scalia, Kennedy y Breyer no han dado pistas sobre su potencial jubilación.

Históricamente, los jueces han programado su jubilación para que el partido que los haya nombrado esté en el poder y pueda nombrar al remplazo. Si eso se sostiene, entonces Ginsburg y Breyer –nombrados por el presidente demócrata Bill Clinton—pudieran jubilarse sólo si gana Obama, y Scalia y Kennedy –nombrados por el presidente republicano Ronald Reagan—dejarían el puesto sólo si gana Romney.

Pero las cosas no siempre siguen el programa. Y ahí es cuando el balance de la corte puede cambiar dramáticamente.

El juez liberal Thurgood Marshall –nombrado por el presidente demócrata Lyndon Johnson –fue forzado a jubilarse en 1991 debido a su quebrantada salud durante la administración del presidente republicano George H. W. Bush, quien remplazó a Marshall con el conservador Clarence Thomas. Marshall murió dos años más tarde. Marshall había votado con la mayoría a favor de Roe vs Wade en 1973, y Thomas ha demostrado un registro como opositor de dicha ley.

La muerte también puede tener un impacto. William Rehnquist falleció en el 2005 mientras estaba en el cargo, aunque no tuvo un impacto en el balance ideológico de la corte porque fue nombrado por un republicano (Richard Nixon) y su sucesor (John Roberts) fue nombrado por un republicano (George W. Bush). Si John Kerry, nombrado por un demócrata en el 2004, hubiera derrotado a Bush, entonces, sí hubiera impactado el balance de la corte.

Si gana Obama, Lorence dijo, “creo que pudiéramos ver una mayor probabilidad de que Breyer y Ginsburg se jubilen, pero todo lo que lograrían sería cambiar a un juez liberal más joven por un juez liberal mayor.”

Pero si gana Romney, existe el potencial que tenga la oportunidad de nombrar al sustituto de Scalia o de Kennedy. Nombrar al sucesor de Kennedy pudiera tener enormes ramificaciones legales porque ha sido un voto decisivo en varios casos importantes. Él es el juez a favor de Roe vs Wade que –si siguiera la tradición- sería remplazado por un presidente republicano.

Los jueces más jóvenes, a menos que enfrenten problemas de salud o algún imprevisto, probablemente no se jubilarán pronto. Dos de ellos fueron nombrados por republicanos: Thomas (64) y Roberts (57); y dos por un demócrata (Obama), Sonia Sotomayor (58) y Elana Kagan (52).

Roberts se hizo famoso por proveer el quinto voto para sostener la ley de cuidados médicos, pero Lorence sigue considerándose conservador en un “99 por ciento” en algunos asuntos.

“Lo que hizo con la decisión sobre el Obamacare, desde mi punto de vista, fue inesperado aunque no creo que haya ido de ser un sólido conservador a ser un moderado,” dijo Lorence.
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Michael Foust es el editor asistente de Baptist Press.

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  • Por Michael Foust