
BOGOTÁ, Colombia (BP)–Es un lugar seguro en el que los estudiantes indígenas pueden obtener ayuda para hacer sus trabajos de clase, tener una comida caliente y aprender de Cristo.
Los misioneros bautistas del sur Fernando y Brenda Larzábal crearon el Centro Estudiantil en Bogotá para atraer al creciente número de estudiantes indígenas que asisten a la Universidad Nacional de Colombia. Becas estudiantiles les proveen a los estudiantes la colegiatura pero no mucho más. Fue ahí donde los Larzábal vieron la necesidad — y una puerta de entrada para compartir el evangelio.
“Algunos estudiantes son muy recelosos de nosotros,” dice Brenda. “Han estado lo suficiente cerca de nosotros para saber que somos evangélicos. Pero cuando les duele una muela o tienen mucha hambre o van mal en alguna asignatura, llegan. Al principio solamente los ayudamos, los amamos y les servimos. Ahí es cuando las barreras se rompen.”
Hugo y Diana Solorza son misioneros colombianos que trabajan junto a los Larzábal para hacer andar el centro. El amor de Hugo por el proyecto proviene de su experiencia personal. Al haber sido criado en una comunidad indígena la mayor parte de su niñez, sabe exactamente por lo que pasa la mayoría de estos estudiantes.
“Durante mi tiempo de universidad, a menudo viví de la manera en la que lo hacen ellos — sintiéndome despreciado, sin dinero, algunas veces hambriento y no bien preparado académicamente,” dice Hugo. “Lo que tratamos de hacer acá es proveer para esas necesidades.”
Ubicado en una casa renovada en un suburbio de Bogotá, el Centro Estudiantil incluye un laboratorio de computación, cuartos de estudio, equipo para ejercicios e inclusive una pequeña clínica dental. Servicios como acceso a Internet o clases particulares están disponibles por una pequeña cuota — los estudios bíblicos son gratuitos.
“Nunca empujamos nuestras creencias,” dice Fernando. “No las escondemos, pero no las forzamos. Y cuando la amistad está inevitablemente establecida, pronto llega el momento cuando los estudiantes quieren saber qué es lo que es diferente en nosotros.”
Los Solorza tienen 25 estudiantes que han llegado al Señora a través del Centro Estudiantil desde que éste comenzó hace cuatro años. Magaly*, 21 años, está entre los 10 estudiantes que ya han sido bautizados. En su quinto semestre de administración de negocios, Magaly es la primera mujer de la tribu Apakta* en asistir a la universidad.
“Este es uno de los pocos lugares en Bogotá donde me siento como en casa,” dice Magaly. “Acá, nadie me ve rara. Hay muchos otros estudiantes indígenas y es chévere poder compartir historias sobre nuestros hogares.”
Brenda señala que una de las mejores cosas del Centro Estudiantil es el potencial de llevar el evangelio más allá de los salones de clase.
“Debido a que ellos están siendo educados en la universidad, estos estudiantes se vuelven líderes en sus comunidades,” dice ella. “Si ellos pueden ser ganados para el Señor mientras están aquí, pueden regresar y compartir el evangelio en lugares a los que no tenemos acceso.”
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*Los nombres han sido cambiados. Don Graham es escritor de la Junta de Misiones Internacionales. Para saber más de cómo alcanzar América del Sur para Cristo, vaya a samregion.org. Ofrendas para la Ofrenda de Navidad Lottie Moon pueden hacerse a www.imb.org/offering para apoyar a los más de 5.300 misioneros de la Junta de Misiones Internacionales en todo el mundo, incluyendo a Fernando y Brenda Larzábal en Colombia.