CARACAS, Venezuela (BP) — Con la muerte de Hugo Chávez, los venezolanos enfrentan un futuro incierto después de 14 años de presidencia. La comunidad evangélica de la nación está instando a los cristianos alrededor del mundo a estar en oración por su país.
Chávez, 58 años, murió el martes (5 de marzo) después de una batalla contra el cáncer.
“El miércoles, un gran número de personas salieron a la calle [en Caracas] para ver el cortejo fúnebre y mostrar respeto por el líder caído” dijo un obrero cristiano en Venezuela. “Líderes de muchos países alrededor del mundo también se han reunido para el servicio funerario del viernes.”
El país ha declarado siete días de duelo por su presidente.
El Consejo Evangélico de Venezuela, una organización venezolana de evangélicos que incluye a la Convención Bautista Nacional de Venezuela, publicó una declaración el martes en su sitio web y su página de Facebook ofreciendo sus condolencias a la familia del presidente y a todos los venezolanos, y haciendo un llamado a orar por la paz y la unidad de su nación.
La declaración insta a los venezolanos a “evitar el odio, el lenguaje dañino y las actitudes de confrontación” durante este tiempo de duelo nacional y a “buscar a Dios como el único dador de gracia y verdad.”
En alusión a las divisiones políticas y las tensiones que han plagado Venezuela durante la administración de Chávez, la declaración anima a los venezolanos a “vivir juntos en medio de las diferencias” y a “mantener un corazón libre de malos sentimientos de manera que podamos ver la mano de Dios actuando en nuestro país.”
Citando varios versículos del Sermón del Monte de Jesús de Mateo 5-7, la declaración también desafía a los venezolanos a ser pacificadores — a ser “un país que construya la paz y rechace la confrontación.”
“Venezuela juega un papel crítico al influenciar a América Latina,” señaló el obrero cristiano, “y tiene una de las reservas de petróleo más grandes de cualquier otro país del mundo.
“La capital, Caracas, es una de las ciudades menos evangelizadas de Latinoamérica,” añadió el obrero cristiano. “Por lo tanto, la muerte del presidente incumbe a los cristianos de todas partes para orar no solamente por la paz y la unidad de la nación, sino para que todos los ciudadanos usen la muerte de su líder caído para reflexionar sobre la fragilidad de la vida y buscar la seguridad eterna en la persona de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”
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Laura Fielding es escritora de IMB. María Elena Baseler, escritora/editora de IMB, contribuyó en esta historia.
