
LA HABANA, Cuba (BP) – Oren por Cuba, imploró un pastor bautista en las redes sociales. Después, la policía lo interrogó por afirmar que la Iglesia puede resolver los problemas de Cuba, mientras que ellos creen que «solo la Revolución y sus sistemas políticos pueden resolver los problemas del pueblo».
Este acoso es indicativo de la persecución que sufren los protestantes, católicos y otros grupos religiosos en Cuba, que continuó durante todo 2024, según afirma el grupo de defensa religiosa CSW en su informe anual «Sin tregua: la represión sistemática de la libertad de religión o de creencia en Cuba».
Las detenciones arbitrarias, la vigilancia intrusiva, los interrogatorios, las amenazas y el acoso a los líderes, así como los abusos físicos y verbales a estudiantes por sus creencias religiosas, están documentados en el informe publicado el 29 de mayo, basado en 624 casos distintos de persecución religiosa que implican 1.894 violaciones específicas de la libertad de religión o de creencias.
Orlando de la Fuente Lovaina, pastor de la Primera Iglesia Bautista Nuevo Pacto, fue acosado el 23 de marzo después de promover en las redes sociales que se orara por Cuba. Dos agentes gubernamentales no identificados lo llevaron a una comisaría, donde fue acusado de «utilizar el púlpito para afirmar que hay problemas en Cuba que la Iglesia puede resolver, cuando solo la Revolución y sus sistemas políticos pueden resolver los problemas del pueblo», según CSW.
Cuando Lovaina compartió su creencia de «que Dios, a través de la Iglesia, puede ayudar a aportar soluciones a las dificultades que atraviesa el país, se le dijo que a las personas religiosas se les prohíbe estrictamente utilizar símbolos nacionales, que solo pueden ser utilizados por los revolucionarios, y que la posición del pastor envía un mensaje al pueblo de que la Revolución no puede resolver los problemas del pueblo». El gobierno amenazó con presentar cargos penales y consecuencias para la familia de Lovaina si su predicación fomentaba el «divisionismo ideológico» y le entregó a Lovaina un «Acta de Advertencia», que él se negó a firmar.
La Primera Iglesia Bautista Nuevo Pacto es una iglesia registrada y miembro de la Convención Bautista del Oriente de Cuba, legalmente reconocida en la ciudad de Ciego de Ávila.
Según CSW, el acoso a los líderes religiosos es muy común, una tendencia que se ha mantenido desde años anteriores, incluyendo llamadas telefónicas anónimas, interrogatorios, multas y citaciones repetidas para comparecer ante la policía nacional o en puestos de seguridad del Estado. Cuando grupos paramilitares o «supuestos civiles», según CSW, llevaron a cabo ataques violentos contra líderes religiosos, «el Gobierno no tomó ninguna medida para investigar o detener» los delitos.
Los testigos de Jehová, los grupos afrocubanos y las asociaciones registradas y no registradas también se vieron afectados por la represión de la persecución religiosa en Cuba, que se intensificó en 2021, según el informe de CSW, basado en parte en documentación de primera mano de residentes cubanos. Las violaciones de las Reglas de Nelson Mandela relativas a los presos políticos también continuaron, según CSW, y el Gobierno se negó sistemáticamente a permitir las visitas religiosas y la recepción de material religioso.
«CSW sigue profundamente inspirada por aquellas personas en Cuba que continúan levantándose y alzando la voz en defensa de la libertad de religión o de creencias y otros derechos humanos fundamentales, a menudo con gran riesgo para su propia libertad y bienestar», afirmó Anna Lee Stangl, directora de defensa de CSW, al publicar el informe. «Nos solidarizamos con estas personas y con todos aquellos que se han visto obligados a exiliarse por su religión o sus creencias, o por su defensa pacífica de los derechos humanos, y pedimos a la comunidad internacional que haga más para que el Gobierno cubano rinda cuentas por la grave y continua represión del pueblo cubano».
El apoyo de la comunidad internacional es crucial en este momento, afirmó CSW.
«Ahora es aún más importante que los gobiernos de todo el mundo, y especialmente los amigos y vecinos de Cuba en América Latina, expresen con firmeza su preocupación por las constantes violaciones de los derechos humanos en Cuba, incluida la libertad de religión o de creencias, y busquen formas de apoyar a la sociedad civil independiente en Cuba, incluidos los grupos religiosos», afirmó CSW en su informe. «En última instancia, el futuro de Cuba está en manos de su pueblo; quienes en todo el mundo creen en los principios de la democracia y los derechos humanos fundamentales deben apoyarles en su lucha pacífica por el cambio político y social».
El informe puede consultarse aquí.