PHILADELPHIA (BP) — A pesar de la adopción de ayer (25 de julio) del Partido Demócrata de una plataforma que pide, por primera vez, financiamiento directo de los contribuyentes para los abortos, un grupo pro-vida dentro del partido está trabajando en la Convención Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés) para cambiar la postura de los demócratas sobre los asuntos de la santidad de la vida.
En noticias relacionadas, Russell Moore, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética, escribió en una columna de opinión escrita en coautoría con un exasistente del presidente Obama, que la postura pro-elección sin precedente en la plataforma demócrata es una fatídica señal para la vida cívica estadounidense.”
Con delegados reunidos en Filadelfia en medio de la tensión entre los partidarios de la presunta nominada presidencial demócrata Hillary Clinton y su principal rival Bernie Sanders por los correos electrónicos divulgados que muestran al personal de DNC intentando socavar la campaña de Sanders, un grupo llamado Demócratas por la Vida de EE.UU. quiere enfocar a los asistente a la convención a asuntos relacionados al aborto. Esta semana, el grupo está dirigiendo una exhibición y ofreciendo una recepción en honor de John Bel Edwards, el gobernador demócrata pro-vida de Luisiana.
Kristen Day, directora ejecutiva de Demócratas por la Vida, le dijo a Baptist Press que las posturas pro-aborto y la retórica están “lastimando al partido.”
“Si nos unimos, podemos tener de nuevo el partido,” dijo Day. “Podemos reducir el sostén al aborto. Podemos apoyar a las mujeres embarazadas. Verdaderamente necesitamos esos demócratas [pro-vida] Demócratas que comiencen a emerger y hagan que sus voces sean oídas y dejen de esconderse.”
Los Demócratas por la Vida también patrocinan una valla publicitaria junto a la Interestatal 95 cerca del sitio de la convención que dice: “Uno de cada tres demócratas es pro-vida. Abran la gran carpa.”
Con base en la plataforma del partido, sin embargo, la gran carpa parece decididamente pequeña, cuando se trata de asuntos sociales. Entre sus componentes, la plataforma:
— pide la designación de jueces que “protejan el derecho de las mujeres a abortos seguros y legales.”
— propone revocar la Enmienda Hyde, la legislación federal que ha prohibido que los fondos federales sean usados para pagar directamente los abortos desde 1977.
— apoya la revocación de la “ley de mordaza global” – la cual previene que las organizaciones no gubernamentales que reciben fondos federales promuevan el aborto electivo en países extranjeros – y la Enmienda Helms – la cual estipula que los fondos de ayuda extranjera no pueden ser usados para realizar o promover abortos electivos.
— se opone a los esfuerzos de retirar los fondos federales de Planned Parenthood, el proveedor de abortos más grande de EE.UU.
Day señaló que Cecile Richards, presidenta de la Federación de EE.UU. Planned Parenthood, estaba sentada junto al potencial primer caballero y expresidente Bill Clinton el lunes en la noche. Activistas del aborto como Richards han usado su considerable influencia para convencer a los líderes del partido de la errónea noción que ser pro-elección gana votos, dijo Day.
En una columna del 26 de julio de Los Angeles Times escrita en coautoría con el profesor de ética de la Universidad Fordham, Charles Camosy, Day argumentó que “el soporte radical a los derechos del aborto ha probado que aleja votantes” en estados oscilantes como Pennsylvania, Ohio y Florida. La defensa del aborto, le dijo ella a BP, es una de las razones principales de que los demócratas hayan perdido el control en 66 de las 99 cámaras legislativas estatales, incluyendo todos los cuerpos legislativos en el sur.
De acuerdo a una entrevista de este mes hecha por el Instituto Marist para la Opinión Pública, 51 por ciento de los estadounidenses se identifican como pro-elección, pero un completo 78 por ciento “apoya las restricciones sustanciales al aborto y lo limitaría, a lo sumo, a los tres primeros meses de embarazo,” reportó LifeNews.com. Sesenta y dos por ciento de los estadounidenses y 44 por ciento de los demócratas se oponen al uso de los fondos de los contribuyentes para los abortos.
La columna de Moore del 27 de julio en USA Today argumentó que revocar la Enmienda Hyde no es bueno para los demócratas, ni para la democracia.”
“Durante los pasados 25 años,” escribieron Moore y el coautor Michael Wear: “el partido demócrata, a lo sumo retóricamente, reconoció que coaccionar a los contribuyentes a financiar los abortos fue un paso muy lejos en la guerra cultural. Si el llamado a revocar la Enmienda Hyde permanece en la plataforma demócrata, esa era está oficialmente acabada. Un partido que pide que el gobierno financie los abortos no solo no meramente discrepa con los estadounidenses pro-vida, sino que quiere implicarlos a través de su gobierno a apoyar lo que ellos creen que es un mal moral.”
Entre sus componentes no relacionados con el aborto, la plataforma demócrata:
— aplaude “la decisión del año pasado de la Corte Suprema que reconoció que las personas LGBT – al igual que otros estadounidenses – tienen el derecho de casarse con la persona que aman.”
— promete “oponerse a los esfuerzos de todos los estados de discriminar en contra de las personas LGBT, incluyendo la legislación que restringe el derecho de acceder a espacios públicos.” Añade: “Apoyamos la visión progresista de la libertad religiosa que respeta el pluralismo y rechaza el mal uso de la religión para discriminar.”
— declara que los demócratas “están horrorizados por el genocidio y la esclavitud sexual por parte de ISIS de cristianos y yesidis y por los crímenes en contra de musulmanes y otros en el Medio Oriente.” La plataforma promete “hacer todo lo que podamos para proteger las minorías religiosas y el derecho fundamental de libertad de religión.”
— apoya “quitar la bandera de batalla confederada de las propiedades públicas reconociendo que es símbolo del pasado racista de nuestra nación que no tiene lugar en nuestro presente o en nuestro futuro. Impulsaremos una transformación de la sociedad para dejar en claro que las vidas negras importan y que no hay lugar para el racismo en nuestro país.”
La columnista del Washington Post, Katrina vanden Heuvel explicó que “los candidatos no están atados a la plataforma del partido. Sin embargo, la plataforma es importante como una medida de dónde está el partido congregado.”