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RUMMAGE: Cómo predicar a un salón vacío


OKLAHOMA CITY (BP) — He estado pastoreando y predicando durante 28 años, y he pasado más de 20 años como profesor de predicación. Hasta muy recientemente, nunca había pensado en cómo predicar a un salón vacío. ¡Mi meta siempre ha sido que la iglesia esté tan llena como podamos cuando se trata del tiempo de predicar!

Pero en vista del coronavirus y la realidad de proveer en línea los cultos dominicales, algunos líderes me han preguntado: “¿Cuáles son algunos consejos para predicar a un salón vacío?”

Acá hay algunos pensamientos que tengo en mente cuando predico por video. Espero que les ayuden a otros predicadores:

1. Hagan su comunicación tan personal como puedan. La cámara nunca parpadea ni exagera como se comunica de manera no verbal. Se conectarán mejor con sus oyentes haciendo las cosas que hay que hacer para comunicarse mejor personalmente.

Sonrían. Maximicen el contacto visual con la cámara. Usen lo mínimo las notas. Si es posible no las usen del todo. Procuren un estilo que sea menos retórico y más conversacional.
2. Tengan en mente cómo los estará mirando la gente. Predicar por video es diferente que predicarle a una congregación en vivo en lo que no es realmente comunicación pública. En vez de eso, es más íntimo e interpersonal. Mucha de su gente los estará viendo por sí misma en una computadora o en un dispositivo de mano. Algunos los verán con su familia o con un grupo pequeño.

Cuando estén haciendo el video, me gustaría advertirles que no pretendan que le están predicando a una congregación. Caminar por la plataforma o pararse detrás del púlpito se verá artificial. En su lugar, imaginen que están hablándole a una persona. Usen la segunda persona singular del lenguaje — digan “tú” y “tus” — y hagan aplicaciones de su mensaje a individuos.
3. Reconozcan la situación actual, pero no se queden ahí exclusivamente. No duden, necesitamos continuar orando por la intervención de Dios en la pandemia del coronavirus cada semana cuando las iglesias se reúnan en línea. Los pastores necesitan brindar una palabra que llame a nuestra gente a confiar en Dios en vista de esta crisis. Al mismo tiempo, nuestra gente está siendo bombardeada con mensajes sobre el coronavirus a cada momento.

Cuando hablen, ellos necesitan oír una palabra de Dios que fortalezca su fe. Sus oyentes siempre se beneficiarán espiritualmente de oír mensajes expositivos de todo el consejo de la Escritura, especialmente cuando las semanas avanzan.
4. Prediquen en vivo, si es posible. Aunque las restricciones del tiempo y la tecnología pueden requerir que pregraben su sermón, difundir el mensaje en el tiempo real el domingo en la mañana es mejor.

Después de la primera semana con cultos solamente en línea, una pareja me contactó para decirme que habían visto los dos cultos del domingo en la mañana, y estaban sorprendidos y agradecidos de que prediqué dos veces, en vez de solamente repetir el primer mensaje en el segundo culto. Hay un sentido de inmediatez cuando su gente puede decir que ustedes están realmente predicándoles en el momento, y ellos lo pueden decir.
5. Relájense. Hablarle a una cámara sin audiencia que los apoye y responda es difícil. Cuando ustedes se equivocan o se enredan — no se preocupen, se lo — sacudirán y continuarán, así como lo harían en un sermón en vivo en frente de una congregación.

Su gente no está esperando perfección. Ellos lo que quieren es oír a su pastor y verlo y recibir la Palabra de Dios de ustedes.
6. Presenten el Evangelio y den oportunidades de que la gente responda. Acoplar cultos de la iglesia en livestream es una manera con poco riesgo para que los no creyentes escuchen la predicación. Ellos no tienen que ir a la iglesia, tienen cierto anonimato, y !los pueden apagar cuando quieran! Como resultado, ustedes serán sabios al asumir que personas no salvas están mirando.

Asegúrense de proclamar el Evangelio claramente y provean una manera para que la gente responda quién hace decisiones o tiene preguntas o necesidades de oración. Simplemente dar una dirección de correo electrónico o un número de teléfono puede abrir puertas para el ministerio.
Podemos agradecerle a Dios por la oportunidad que tenemos de predicarle a nuestra gente vía video durante el distanciamiento social que el coronavirus requiere en este momento. A mis compañeros predicadores que están predicando a salones vacíos, les digo:

Sean bíblicos. Sean fieles. Sean relacionales. Sean genuinos. Sean devotos en la oración. Sean vulnerables. Sean alentadores. Y sean alentados. Sabemos que Dios está usando inclusive esto para llevar a cabo algo para Su gloria.

    About the Author

  • Por Stephen Rummage

    Stephen Rummage es el pastor sénior de Quail Springs Baptist Church en Oklahoma City. Tiene un doctorado en predicación del Seminario Bautista de New Orleans y es el autor de “Planning Your Preaching” (Planee su predicación). Actualmente sirve como profesor de predicación y ministerio pastoral en el Seminario Teológico Bautista Midwestern.

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