Nota de la editora: La Semana de Oración de las Misiones Internacionales es del 28 de noviembre al 5 de diciembre. Juntos oramos por misioneros alrededor del mundo. Cada día, 155.473 personas entran en la eternidad sin la esperanza de Jesús. Por favor únase a nosotros para observar la Semana de Oración de las Misiones Internacionales, donde los Bautistas del Sur oran por los misioneros de la IMB, sus ministerios y las personas no alcanzadas y lugares a los que sirven.
Los misioneros Stephen y Erin Spencer* ministran en una región del Sudeste Asiático, donde hay guerras tribales, los disturbios civiles van en aumento y los extranjeros tienen prohibida la entrada en ciertas zonas. Sin embargo, las buenas nuevas están entrando en los hogares y en los corazones. Uno de estos corazones es una mujer que responde al nombre de “Momma”.
Momma ha sido testigo de respuestas milagrosas a la oración: un cerdo que revivió, sarpullidos que desaparecen y una mujer curada de una parálisis. Los misioneros Spencer dicen que la oración transformó la aldea de Momma. Además, las oraciones respondidas están llevando a muchos a Cristo.
Cuando Momma escuchó las historias de la Biblia, le dijo a su familia: “Puede que haya algo de verdad en ese Dios vivo del que hablan”.
Un día, la hija de Momma llegó con la terrible noticia de que su cerdo había muerto. En esta zona, un cerdo puede venderse por un valor que equivale a dos o tres meses de ingresos. “¿Hay algo que pueda hacer este ‘Dios vivo’?”, preguntó su hija.
Stephen explica: “Momma bajó a la porqueriza en la que se había reunido una multitud del pueblo y no sabía qué más hacer. Se metió en la porqueriza, se puso de rodillas y dijo: ‘Dios, si eres real, muéstrale a esta gente que así es’. Y mientras oraba, el cerdo muerto se puso de pie”.
Momma creyó y se bautizó al día siguiente.
Erin dijo que los milagros suceden uno tras otro.
Cuando los misioneros Spencer visitan a Momma, le dicen: “Dime qué hizo esta semana”.
Una mujer de la aldea de Momma quedó paralizada y estuvo postrada en la cama con fuertes dolores durante cuatro meses. La gente del pueblo empezó a hacer apuestas sobre el día en que moriría.
“Sé que puedes orar y que Dios hace cosas. ¿Orarías para que muera mi esposa? Porque está agonizando”, le preguntó el marido de la mujer a Momma.
Momma le preguntó si podía orar para pedirle a Dios que la sanara. Le compartió el evangelio y oró por la mujer. Diez minutos después, la mujer estaba sentada en una silla. Al día siguiente, la mujer salió de su casa para saludar a Stephen y Erin. Ella entregó su vida a Cristo.
Erin comenta: “Fue un testimonio del poder de Dios porque toda la gente del pueblo sabía en qué condiciones estaba”.
Aunque Dios abrió los corazones, muchos se mantuvieron escépticos.
“A veces es duro ser la única aquí y que todos piensen que estás loca, y que no haya nadie que comprenda y que pueda ponerse en mi lugar. A veces me desanimo”, les comparte Momma a los misioneros.
Cuando Momma se enteró de que cientos de cristianos de las iglesias que colaboran con Stephen y Erin estaban orando por ella, sus ojos se iluminaron de agradecimiento y asombro.
Ella dijo: “Ahora sé que nunca estaré sola”.
Momma ha compartido fielmente el evangelio durante la pandemia y más de 11 personas han entregado sus vidas a Cristo.
Oremos con Momma para que el Señor siga actuando en los corazones de las personas.
Oremos por la familia Spencer y otros misioneros de la IMB que están ministrando en lugares en donde hay disturbios civiles.
Oremos por que los nuevos creyentes sean valientes.
