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EDITORIAL: ¿Qué significa cargar tu cruz?


NOTA DEL EDITOR: La columna First-Person (De primera mano) es parte de la edición de hoy de BP en Español. Para ver historias adicionales, vaya a http://www.bpnews.net/espanol.

FORT WORTH, Texas (BP) — Hay personas cristianas que dicen, ¡qué cruz! ¿Hasta cuándo voy a sufrir? Estas personas piensan que cargar su cruz significa sufrir, sobrevivir situaciones alargadas, aguantar o recibir abuso por causa de otra persona o simplemente sufrir de alguna enfermedad que no se cura. Cargar una cruz no es una pareja abusiva, el vecino que no te deja dormir en los fines de semana, compañeros de trabajo que te hace la vida imposible o el hijo prodigo que no camina con Dios. Para el cristiano cargar su cruz va mucho más allá.

Cargar la cruz cristiana significa morir a sus propio deseos y sufrir persecución por causa de su fe hasta el punto perder su vida por seguir a Cristo Jesús al obedecer la gran comisión de ir y hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:16-20). Cargar su cruz es algo individual para cada cristiano, pero con la misma meta. Aunque hay países peligrosísimos para compartir el evangelio, el cristiano puede sufrir persecución por causa de su fe en cualquier parte del mundo. Cargar la cruz cristiana no es fácil porque requiere sacrificio y por eso nuestro señor Jesucristo, el primero en sufrir persecución, les dijo a sus discípulos, “… Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24-RVC).

Para prepararse a cargar su cruz y seguir a Cristo, el cristiano necesita:
— Dejar de ser egoísta y buscar la santidad. Es negarse a sí mismo y poner a Cristo primero (Romanos 12:3, 2 Corintios 5:15, Hebreos 12:14). El egoísta no puede amar, seguir u obedecer adecuadamente y tener santidad. No puede existir el yo, por mí y para mí. Tiene que ser Él, por Él y para Él. El egoísta solo se preocupa por sí mismo, poner sus deseos y necesidades primero, puede hasta hacer daño a otros para cumplir su meta y no tiene “Ambición para la misión.”(1) La misión es obedecer y compartir el evangelio sin importar las circunstancias (Mateo 28:16-20).

— Aprender a servir con un corazón limpio y sin agenda personal. El servir es un sacrificio de adoración y una manera de imitar a Cristo, “… como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28-RVR 1960). El Señor conoce el corazón y la razón por la cual hacemos las cosas (Salmo 51:10, Salmo 27:8).

— Ofrecerle su tiempo a Dios el Padre (Salmo 27: 4, 8; 41:10). Tiempo en oración, leyendo y meditando en la palabra de Dios, confiando y esperando en Él para poder discernir su voluntad. “Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo” (Salmos 27:4, NVI).

— Esperar y confiar en Dios (Proverbios 3:5-7, Hebreos 11:1). Si el cristiano no espera con fe en Dios, ¿cómo puede discernir donde lo está enviando Dios a ir y cargar su cruz? El que quiere seguir a Cristo y cargar su cruz no puede confiar en su propia inteligencia.

— Obedecer y no quejarse (Juan 14:21, Filipenses 2:14). El obedecer sin quejarse demuestra amor a Dios y a su Hijo. ¡Cargar su cruz no incluye comodidades! Si usted va a servir a Dios y cargar su cruz, no se queje de sus condiciones, hospedaje, comida, etc., siga el ejemplo de Pablo.

— Amar a Dios sobre todas las cosas y de todo corazón (Luke 10:27, Deuteronomio 6:5-7). El amor de Dios hacia nosotros y el amor genuino de Cristo hacia el Padre es el motivo por el cual existe el cristiano. El que es cristiano no va a poder aguantar el peso de la cruz cuando el peso de su pecado es más grande. Alguien una vez dijo, “Nuestros secretos pecaminosos determinan nuestra sanidad espiritual.”

Compartir su fe confiado en la ayuda del Espíritu Santo (Mateo 28:18-20, Hechos 1:8, Romanos 6:23, 10: 9-10). El cristiano que carga su cruz comparte al que se murió en ella. El cristiano necesita compartir su fe sin miedo a lo que debe de decir, “Porque en ese mismo instante el Espíritu Santo les enseñará lo que deban decir” (Lucas 12:12-RVC).

Una vez leí lo siguiente, “Decide lo que vas a creer y cree lo que decidiste.” Si decidiste seguir a Cristo, niégate a ti mismo(a), carga tu cruz, cree lo que decidiste y sigues al que te guía, obedece, adora, y mantente cerca de Dios.
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(1) Pruitt, Shane, “El evangelismo toma corazón: un viaje de 9 semanas para cultivar un corazón para el evangelism,” (Convención Bautista del Sur de Texas: Grapevine, 2017) p. 94.

    About the Author

  • Clara Molina

    Clara Molina, miembro de la Red Nacional Bautista Hispana, es conferencista y autora de ¡Oh no! ¡Mi esposo es el pastor!, y en inglés, Oh no! I Married the Pastor! y A Legacy of WisdomTiene una maestría de Educación Escolar Cristiana del Seminario Teológico Bautista Southwestern (SWBTS) y un doctorado del Seminario Teológico Bautista Midwestern (MBTS)

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