EDITORIAL: Obligados
El problema de este mundo no es la economía; si eso fuera, Dios hubiera enviado a un economista. El problema del mundo no es la educación; si eso fuera, Dios hubiera enviado a un educador. El problema de este mundo se llama pecado; por eso Dios envió a un Salvador. El plan de Dios para cambiar el mundo es “Hacer Discípulos”. El mensaje de nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos después de su resurrección y antes de ascender al cielo fue “...Id y haced discípulos…”, Mateo 28:19.