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Decidirse por Cristo es el mejor resultado de la copa mundial


JOHANNESBURGO, Sudáfrica (BP)–Diez estadios, 32 naciones, 64 partidos, cuatro semanas y un ganador. Todo suma a la Copa Mundial FIFA 2010, que se llevo a cabo en Sudáfrica del 11 de junio al 11 de julio.

Fue un tiempo muy intenso, lleno de victorias y derrotas. Los aficionados apoyaron o lloraron. Los ricos y famosos se reunieron para ver y ser vistos. Los equipos se dieron por completo. Y los ministerios cristianos tomaron ventaja de las oportunidades que tal vez no vuelvan a suceder.

Dignatarios y cabezas de estado de por lo menos 20 naciones llegaron para celebrar las festividades y se les unieron la realeza y celebridades. La lista incluye los príncipes William y Harry de Inglaterra, el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía de España, el ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, la estrella de rock Mick Jagger y la leyenda del fútbol David Beckham.

Pero fueron los aficionados, aparte de los equipos en si, quienes hicieron la Copa Mundial memorable. Llegaron a los cientos de miles, con sus caras pintadas, usando trajes extravagantes, y entusiastas para ovacionar a sus equipos.

Los sudafricanos tomaron la fiebre de la Copa Mundial en masa.

Esta fue la Copa Mundial africana. Por primera vez, la competencia se llevo a cabo en tierra africana. Pero cinco de sus seis equipos fueron eliminados tempranamente, dejando a Ghana con la responsabilidad de sobresalir por África. Después de ganar a los Estados Unidos en la ronda de 16 y avanzar a los cuartos de final, Ghana cedió ante Uruguay.

Todavía África esta orgullosa. Saco lo que muchos pensaron que nunca pasaría –- ser anfitriones del evento deportivo mundial más popular. Elogios vinieron de las autoridades de la FIFA, personalidades políticas, jugadores de futbol, celebridades y aficionados.

“Sudáfrica debe estar realmente orgullosa de si misma,” dice la canciller alemana Angela Merkel. “Le dije al Presidente Jacob Zumma, que están hacienda un gran trabajo y que se han ganado el respeto de todo el mundo. Ha sido una gran victoria para la gente de Sudáfrica. Cuando veamos el torneo en el futuro, recordaremos a África desde una nueva perspectiva.”

Desde el comienzo, sin embargo, parecía que Sudamérica prevalecería. Todos sus cinco equipos lo hicieron muy bien, con cuatro que llegaron a los cuarto de final y uno, Uruguay que llego a las semifinales. El mundo se quedo desconcertado cuando Países Bajos elimino a Brasil y se entristeció cuando los otros equipos sudamericanos fueron perdiendo uno a uno.

A pesar que el equipo de los Estados Unidos fue eliminado en la ronda de 16, ellos se ganaron los corazones de América. Los aficionados de Estados Unidos fueron el segundo grupo más grande en tener tickets para Sudáfrica y establecieron un record en los Estados Unidos en el uso de internet y televisión. Ahora el deporte parece que finalmente ha sido plantados en territorio americano y los Estados Unidos está haciendo una propuesta para ser anfitriones de la Copa Mundial en el 2018 o el 2022.

Clarence Goodson, un defensor del equipo de los Estados Unidos y un cristiano declarado, dice, “Es bueno que la gente se dé cuenta y que realmente este apoyando nuestro equipo.”

Pero al final, termino siendo una Copa Mundial europea, con Europa llevándose el primer, segundo y tercer lugar. España fue coronada campeón, seguido de Países Bajos y Alemania.

Para algunos la Copa Mundial fue cuatro semanas de competencia feroz. Para otros fue una fiesta que duro todo un mes. Todavía para otro grupo, que es un apasionado de su objetivo como el mejor equipo de futbol sobre los suyo, es sobre la oportunidad que la Copa Mundial ha proveído para que brille en una luz totalmente diferente –- compartiendo las Buenas Nuevas de Jesucristo.

Joseph Jacobs, jefe de operaciones de The Ultimate Goal (TUG), una organización con un ministerio orientado al futbol en Sudáfrica, dice, “Yo creo que juntos hemos contribuido a conseguir que actualmente nuestro país y nuestra gente se conviertan mas como Jesús –- amando a las personas y creando una experiencia para las personas que nunca olvidarán.”

Ahora que ha terminado la Copa Mundial, Jacobs insiste que la organización no puede morir.

“Lo que hemos visto acá es algo asombroso que nunca hemos visto antes,” él dice, alabando como las organizaciones de ministerios, agencias de misiones e iglesias de diferentes denominaciones trabajaron juntos por el mismo objetivo de mostrar el amor de Cristo a todas las personas y naciones.

Wade Coker trabajador de International Mission Board, responsable estrategias de evangelización e inicio de iglesias en Sudáfrica, está feliz por lo que se ha logrado durante la Copa Mundial.

“Los objetivos que teníamos por la Copa Mundial fueron inicialmente crear un impacto en Sudáfrica y la gente de Sudáfrica en aéreas urbanas,” dice Corker. “De todos los reportes que he escuchado, los objetivos se cumplieron en lo que hicimos en los poblados y han tenido un gran impacto.”

“Se les presento a miles de miles de personas el Evangelio en forma escrita o testigos verbales, y han habido cientos de decisiones de escoger a Cristo,” dice Corker.

El “brillo” por Jesús puede ser visto en el campo también. Algunas de las superestrellas abiertamente hablan de sus vidas más que de deportes, refiriéndose a un objetivo que es más importante que la victoria de la Copa Mundial.

“Independientemente de lo que se tenga, quien seas, donde juegas, que haces, aparte de tu trabajo o tu profesión, Jesús igual te ama,” dice Lucio, capitán del equipo brasilero y miembro de la iglesia bautista en Brasil. “Para mí, yo veo esto cuando gano o incluso cuando pierdo. A los ojos de Dios, soy la misma persona y Él va a continuar amándome tal como soy.”

El arquero de Estados Unidos Tim Howard expresa creencias similares.

“Estoy bendecido de estar viviendo un sueño,” dice Howard, “y todavía, si todo acabara mañana, yo se que yo estar en paz. Tal vez suene loco para mucha gente, pero es la clase de paz que Cristo te da.”
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Charles Braddix es escritor y fotógrafo para International Mission Board.

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  • Por Charles Braddix