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El SIDA en los EE UU: ‘Quien les ame primero, gana’


NOTA DEL EDITOR: En honor del Día Mundial del SIDA, Baptist Press ha publicado un proyecto sobre la dispersión de la enfermedad alrededor del mundo y cómo pueden responder los creyentes.

LAKE FOREST, Calif. (BP)–Más de un millón de individuos viven con VIH/SIDA en los Estados Unidos; sin embargo, a pesar de responder con la compasión de Cristo para cuidar de los enfermos y cubrir las necesidades de “el más pequeño de mis hermanos” en tantas otras instancias, los evangélicos en este país han batallado grandemente para saber cómo responder ministerialmente ante aquellos que sufren de esta enfermedad.

En parte, surge la duda debido a la naturaleza de cómo se ha propagado el VIH/SIDA por todos los estados. A diferencia del resto del mundo (por ejemplo, en África, el sexo heterosexual con parejas múltiples es el mayor factor de transmisión, y en Rusia se propaga rampante a través de la drogadicción y el compartir agujas infectadas), el virus del SIDA se propaga entre los estadounidenses mayormente a través del sexo homosexual y en segundo lugar por agujas sucias compartidas por usuarios de drogas ilícitas.

Ya que los homosexuales y los cristianos han sostenido una guerra cultural por más de dos décadas, los creyentes están confundidos acerca de cómo mostrar compasión al proclamar el evangelio y cuidar de los pacientes con SIDA, aunque sin aparentar estar condonando el pecado o dándose por vencidos en la batalla por el alma del país.

En una entrevista exclusiva con Baptist Press acerca de la respuesta de los evangélicos ante la propagación de la enfermedad en los EE UU, Kay Warren dijo que los creyentes cristianos necesitan comenzar por entender que el VIH/SIDA no es una enfermedad de gays. Añadió que los evangélicos deberían ver a los homosexuales con VIH/SIDA tal como son –un grupo de personas a quienes no se ha alcanzado y quienes necesitan saber que Dios les ama.

Hace diez años, Warren probablemente no hubiera sido una candidata para tener una discusión sobre el SIDA en los EE UU. Ella enseñaba la Biblia y era la esposa de Rick Warren, pastor fundador de la Iglesia Saddleback y autor del libro “Una vida con propósito.”

Pero Kay ha surgido como una líder reconocida por sus propios méritos en sus esfuerzos por organizar a la iglesia para que se involucre en esta área de ministerio ya que Dios se preocupa por los enfermos y la iglesia es la única institución con la autoridad moral para efectuar el cambio de comportamiento que se necesita para detener la propagación del SIDA. Ahora ella es la directora ejecutiva de la Iniciativa VIH/SIDA de la Iglesia Saddleback.

La postura ministerial de Warren ante los enfermos de SIDA fue algo como un peregrinaje para ella.

“Estuve sentada [sin hacer nada] durante los primeros 20 años de esta pandemia,” dijo, añadiendo que su típica reacción era algo así como, “¿[S]abes qué? Es una enfermedad de hombres blancos homosexuales y todos saben cómo se transmite, así que si te enfermas, bueno, pues no vengas a mí llorando y esperando mi simpatía.”

Describió su actitud de entonces como dura y sentenciosa: “Si cometes un crimen, pagas la sentencia.”

Hace unos cinco años, Dios abrió su corazón ante quienes sufren de SIDA al apelar primero a su compasión por los niños africanos que quedan huérfanos debido a la enfermedad. A través de sus visitas a África y de ver frente a ella la devastación, con el tiempo llegó a un lugar espiritual donde vio con otros ojos a los homosexuales y a los drogadictos de substancias intravenosas infectados con VIH/SIDA.

“[L]a iglesia tiene la oportunidad de alcanzar a las comunidades de personas que típicamente se hubieran quedado aisladas,” dijo. “Realmente pienso que las comunidades gay y con VIH en los Estados Unidos son grupos no alcanzados.

“Y ellos no van a venir a nosotros.”

Warren dijo que su actitud hacia los homosexuales era un obstáculo para ministrar a las personas que sufren.

“De hecho sentía que por la manera en que alguien se hubiera enfermado de eso se eliminaba mi responsabilidad de cuidarle o de demostrarle compasión.”

Añadió que para ganar a alguien para Cristo, tienes que establecer relaciones.

“Hace cinco años, no podía nombrar a alguien que fuera gay o lesbiana, o si lo hacía, eran personas que vendrían a la iglesia pero les haríamos sentir que no regresaran,” dijo. Hoy, tengo amigos en las comunidades gay y lesbiana y en el contexto de una relación hablamos sobre lo que dice la Biblia.”

“Hace un mes, tuve una conversación de cuatro horas con un joven que se identificaba a sí mismo como gay y cristiano,” comentó, “una conversación de cuatro horas sobre ‘Pero ¿qué dice la Biblia al respecto?’ y ‘¿Cómo reconcilias eso con tu fe?'”

A partir de ese tipo de relación, añadió, un cristiano puede ayudar a alguien con tentaciones para que admita, “Esto es con lo que batallo; aquí es donde me duele. Ayúdame a encontrar a Dios aquí. Ayúdame a vivir mi vida de tal manera que le agrade y también tome en cuenta el hecho de que soy una persona herida.”

“Se supone que nuestra comunidad de fe es un lugar donde se puede levantar la piedra y se puede pelear con todos esos asquerosos bichitos que nos da asco ver y se enroscan cuando se les expone a la luz… y podemos ser restaurados y recibir simpatía y convivencia en comunión,” dijo Warren.

Lo más importante, añadió, es que la iglesia es la única institución que puede marcar una diferencia.

“Sabes que los grupos gubernamentales y de negocios están tratando de trabajar con el VIH,” dijo. “Pueden hablar de él, pero no tienen autoridad moral ninguna para decir cómo la gente puede cambiar su comportamiento y protegerse a sí mismos, y la iglesia tiene esa responsabilidad. Sólo la iglesia tiene la autoridad moral para hablar acerca del cambio en el comportamiento.”

El ministerio para aquellos con HIV/SIDA comienza con la Biblia, dijo Warren. Son personas desesperadas que necesitan a Jesucristo, y de la manera en que pueden saber que Él tiene cuidado de ellos es que nosotros les cuidemos, dijo. Bosquejando pasos prácticos que las iglesias pueden dar, se refirió a la estrategia desarrollada en Saddleback (más detalles en www.purposedriven.com/hiv):

— Cuida y apoya a los enfermos

— Entiende el manejo de los exámenes y la consejería

— Desata una fuerza laboral de voluntarios

— Quita los prejuicios

— Sé un modelo de buen comportamiento

— Ayuda en la nutrición y medicamentos.

Warren subrayó que por encima de todo, el ministerio debe ser personal. Hizo énfasis en que la generosidad en las donaciones financieras es importante, pero eso no puede sustituir el estar involucrado directamente.

“Yo crecí bautista del sur, así que no tuve ninguna otra experiencia más que esa. Personalmente, creo que nos dejamos atrapar por la idea de que ya estaba haciendo lo suficiente por esas situaciones porque daba mi diezmo… y sabía que mi iglesia también diezmaba al Programa Cooperativo,” comentó.

“Dábamos a Lottie Moon, dábamos a Annie Armstrong,” continuó, “y creo que porque estábamos diezmando de esa manera y en mi iglesia y denominación, sentía que ya había hecho lo suficiente, pero no era algo personal.

“Era dar dinero para que alguien más hiciera el trabajo,” observó Warren, “y creo que lo que intentamos decir es que eso no es suficiente. Dios no quiere sólo tu dinero, te quiere a ti. Y cuando el SIDA y la pobreza y la enfermedad y el analfabetismo y la corrupción y todas esas cosas se convierten en algo personal, de repente ya no puedes ignorarlas.”

Cuando se le preguntó si había un punto en el cual se detendría el ministerio hacia los homosexuales con VIH/SIDA ya que no había una reacción ante el evangelio, Warren respondió, “Sí lo hay, cuando mueren.”

“Le enseñamos a la gente que hasta el momento en que alguien fallece, hay posibilidad de salvación. Es decir, eso es lo que creemos como bautistas. Que hasta el momento en que una persona pasa de esta vida a la otra… Dios está extendiendo su mano hacia ellos. Su mano permanece extendida hasta el momento en que dejan esta vida. Y si esa es la manera en que Dios reacciona ante los malheridos, pecadores, ¿cómo nos atrevemos a hacer menos?”

Warren compartió que, a final de cuentas, los evangélicos necesitan ver a la población con VIH/SIDA en los EE UU con el mismo enfoque dado a las misiones en el extranjero.

“El mensaje de Dios es el mismo. Él no adapta Su mensaje con base en un pueblo. Su mensaje es el mismo,” dijo Warren. “Es la manera en que lo presentamos. Es el cómo ganar sus corazones.

“Tengo un amigo, Chad Thompson, que escribió el libro ‘Amando a los homosexuales como Jesús lo haría’-un excelente libro que todos deberían leer- y hace una declaración ahí, “Quien les ame primero, gana.”

“Ya sea que estés hablando de la comunidad gay, un pueblo de Sudán, no importa donde estén,” dijo. “El hecho indiscutible es que quienquiera que les ame primero, gana. Lo hemos querido hacer de todas las maneras incorrectas. Si creemos que podemos llevar a las personas a Cristo gritándoles, …sosteniendo pancartas, nos estamos haciendo tontos a nosotros mismos.

“Quien quiera que les ame primero, gana.”
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Will Hall es el editor ejecutivo de Baptist Press.

A continuación, una trascripción parcial sobre otros temas:

SOBRE EVENTOS COMO LA FERIA DE LA CALLE FOLSON DONDE SE REVELA EL RADICALISMO EN EL MOVIMIENTO HOMOSEXUAL

Todos somos lo mínimo, lo último, y lo perdido. Y el problema para nosotros es que a veces el comportamiento pecaminoso de otros es muy externo y lo podemos ver. Ya sabes, como las cosas que describiste, creo que le rompen el corazón a Dios y no creo que la Biblia lo apoye… pero el hecho es que el comportamiento de otro es más externo y puedo ver los resultados de su pecado, pero nadie puede ver los resultados del mío.

Y la verdad es que todos estamos igual de mal. Todos estamos tan desesperados por la salvación. Sólo que a veces nosotros podemos encubrirnos de manera que nadie más lo sepa. Y el juzgar el pecado de alguien más como si fuera mucho peor que el mío nos mantiene lejos de alcanzar a cada persona con el amor de Jesucristo.

SOBRE POR QUÉ LA VACUNA SOCIAL DE LA ABSTINENCIA Y LA FIDELIDAD HA SIDO EFECTIVA EN UGANDA Y NO ENTRE LOS HOMOSEXUALES DE ESTADOS UNIDOS

Bueno, si ves a Uganda, es abstinencia y también fidelidad. Es el que la gente no tenga parejas múltiples y probablemente eso ya sea muy significativo, si no es que más que el que no tengan sexo prematrimonial, según yo lo entiendo- así que, ambos tienen que estar unidos.

Como seres humanos, queremos hacer lo que queramos. Ya sea “Yo no quiero tres papas fritas, quiero toda la bolsa de papas fritas,” “No quiero esperar para tener relaciones sexuales, yo quiero sexo ahora mismo,” “No quiero esperar para comprar esa casa dentro de dos años cuando ahorremos el dinero, la quiero ya.” Hay algo dentro de nosotros que no quiere esperar, no quiere limitaciones. Queremos hacer lo que queramos y queremos hacerlo ahora en cada parte de nuestras vidas. Eso es una parte de nuestro problema, y es nuestro problema principal.

Creo que el mensaje de que la gente se ponga limitaciones a sí mismos, pedirle a la gente que posponga la gratificación sexual o si estás casado, pedirles que sean fieles a su pareja, va en contra de nuestro instinto natural básico y el gobierno realmente no tiene ningún poder que ofrecerle a la gente –no tiene ningún mensaje espiritual que maneje esos asuntos internos del corazón y que nos impulsan. Por eso creo que la iglesia tiene algo significativo que aportar a esta discusión.

SOBRE CÓMO PROMOVER LA SANTIDAD ENTRE LA GENTE QUE SE AUTODEFINE POR SU COMPORTAMIENTO SEXUAL

Es algo difícil. Estamos nadando corriente abajo. Nadamos en medio de un río caudaloso porque por un lado tenemos la verdad de Dios que dice que Él tiene estándares; Él es santo; Él es puro; Él es perfecto. Él nos ha dicho lo que es una persona santa. No hay ambigüedad en la Escritura acerca de Su estándar de santidad, no que yo la vea… ninguna. Eso está en uno de los lados del río, y en otro lado está Su compasivo amor por nosotros que reconoce que somos fracasos absolutos para obedecer Sus estándares y que fallamos miles de veces cada día.

Jesús es quien está en medio de éstos. Así que, vamos en el bote de Jesús, si me permiten la ilustración, sabiendo que Sus estándares son imposibles de obedecer, pero que son claros y debemos acatarlos; y a la vez, Su amor y misericordia están al lado diciendo, “Yo sé que no lo puedes hacer, así que te diré cómo –a través de Mi Hijo.”

Por supuesto, acatamos los estándares de dios. Y en esas conversaciones que tenemos con la gente, no me disculpo por lo que creo. Y a veces en las entrevistas, en las seculares, la gente dice, me preguntan lo que pienso sobre esto o me pregunta qué pienso sobre eso otro. Y yo intento ser muy clara y responder desde mi entendimiento de la Escritura, “Esto es lo que dice Dios,”… “y” –siempre digo “y”- “y Él está locamente enamorado de cada persona que ha hecho y anhela tener una relación con ellas.”

Tenemos que acatar los estándares que Dios tiene –no hay flexibilidad en la santidad de Dios- pero Él provee el hecho de que no podemos obedecerlos por nosotros mismos.

SOBRE LAS DIFERENCIAS EN EL ÉNFASIS ENTRE CRISTIANOS Y OTROS GRUPOS ACERCA DEL ‘MÉTODO ABC’ PARA DETENER EL CONTAGIO DEL SIDA

No sé cómo alguien puede negar que el no tener relaciones sexuales prematrimoniales es protegerse del SIDA. El abstenerse del coito sexual y otros comportamientos sexuales íntimos es la mejor protección. En segundo lugar, ¿cómo alguien puede argumentar incluso científicamente que cuando ambas partes de una pareja son fieles el uno al otro eso no les protege del SIDA? Por supuesto que es protección.

Y, aquí es donde no siempre todos están de acuerdo conmigo en la comunidad de la fe, he estudiado bastante para creer que es verdad: no sé cómo alguien puede argumentar que el uso correcto y consistente del condón, no añade algo a las medidas de protección contra el VIH. Sí ayuda. Yo no le confiaría mi vida a un pedazo de látex. No estoy dispuesta a hacerlo. Pero, creo, quiero que sigan con vida quienes se niegan a abstenerse o a ser fieles.

Quiero que vivan lo suficiente para que sepan que Jesús les ama. Quiero que vivan para cuidar de sus familias, criar a sus hijos.

No es algo a prueba de tontos… la tasa de fracaso es del 5 ó 6 por ciento, varía, incluso baja hasta el 14 por ciento, pero hay un 5 ó 6 por ciento. Creo que se ríen de los cristianos cuando nos negamos a reconocer, científicamente, que si el condón se utiliza de manera correcta y consistente en cada encuentro sexual, añade algo de protección contra el SIDA.

Así que yo pienso que los tres son necesarios para proteger a la gente. Pero no voy a esperar un ideal. Le voy al mejor porque eso es lo que quiero. Quiero lo mejor y quiero que la gente ni siquiera esté en situaciones de posible riesgo de ser contagiados de VIH; pero tampoco voy a ignorar el hecho de que miles de millones de personas no harán las dos primeras recomendaciones [del Método ABC].

SOBRE EL PROPÓSITO DE LA CUMBRE PARA JÓVENES EN SADDLEBACK EL 1 DE DICIEMBRE

Tenemos tres objetivos. Queremos que al final de la jornada se comprometan a permanecer libres de VIH -que no van a ser parte de las estadísticas de quienes se convierten en VIH positivo, y que seguirán los estándares de Dios y se guardarán puros hasta el matrimonio. Absolutamente. Y que prometerán serles fiel a su pareja una vez que se casen.

El segundo objetivo es que hagan un compromiso para ayudar a otros a mantenerse libres del VIH.

El tercer objetivo es que se comprometan a cuidar a aquellos que ya están infectados por el VIH/SIDA.

Vamos a decirles todo lo que sabemos, y lo que no somos… Creo que las escuelas hacen un buen trabajo enseñando sobre el uso del condón pero hace muy poco sobre la enseñanza de la abstinencia y la fidelidad. Así que vamos a enfatizar nuestro tiempo instándolos y convenciéndolos, ése es nuestro trabajo, convencerlos de que la manera de Dios es que se comprometan a permanecer puros y fieles.

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  • Por Will Hall