BIRMINGHAM, Ala. (BP)–En la última parte del siglo XVIII, un caballero llamado Guillermo Carey estudiaba la Biblia y aprendió que Dios quiere que los cristianos esparzan el evangelio de Cristo a toda la humanidad. Tan increíble como sea, pocos cristianos que vivían durante aquellos días creían que debemos evangelizar a toda la gente del mundo por Cristo. No creían que la Biblia les instruyera a ser misioneros.
A través de la predicación de Guillermo Carey y otros, muchos cristianos ahora creen que debemos predicar la historia de Cristo por todo el mundo. Aquellos que estaban en contra de Carey no habían leído los pasajes de la Biblia que tratan de la obra misionera o no los creyeron. En muchos pasajes de la Biblia, aprendemos que testificar de Cristo es de suma importancia. Algunos pasajes son:
— Mateo 28:18–20
— Marcos 16:15–16
— Lucas 24:46–47
— Juan 4:1–42
— Hechos 1:8
— Romanos 10:13–15
— Hechos 16:6–10
Estos versículos bíblicos son solamente algunos de los muchos que nos instruyen que vayamos a testificar de Cristo y su salvación a la gente alrededor del mundo.
Una razón por la cual muchos no creían que es necesario testificar de Cristo a “los paganos” es la creencia en un calvinismo radical. El calvinismo en sí es bueno y conforme a las enseñanzas de la Biblia, pero el calvinismo extremo quita del creyente la responsabilidad de testificar de Cristo.
Cuando uno lee la Biblia cuidadosamente, se da cuenta de que el modelo y el mandato de Cristo en el Nuevo Testamento es hacer discípulos a todas las naciones. Literalmente la Gran Comisión dice algo a este estilo: mientras que vayan, hagan discípulos a todos donde se encuentren. Esto implica que vamos a estar saliendo y no quedándonos en casa o en el templo. Dice que debemos llevar el evangelio con nosotros a todas partes a donde vayamos y hacer discípulos para Cristo.
Recientemente escuché a un ministro que dijo, acerca del calvinismo (que está de moda otra vez) y el evangelismo y la obra misionera: “No importa lo que creen acerca del calvinismo, si son calvinistas extremos o si no creen ni pepa de la doctrina. Si vamos a ser obedientes a lo que nos dice nuestro Señor Jesús, vamos a testificar y vamos a hacer la obra misionera.”
Hay tantos pasajes bíblicos que nos mandan al campo misionero que tenemos que decir que es necesario testificar de Cristo y que la obra misionera es parte del plan o destino de Dios. No se encuentran solamente en el Nuevo Testamento; en el Antiguo Testamento también era el plan de Dios que la nación de Israel fuera tan atractiva a todas las naciones alrededor que los paganos desearían acercarse al Dios viviente y dejar la idolatría. Un ejemplo de este fenómeno es Jonás y su predicación a la ciudad pagana de Nínive. Otros ejemplos son Rut y Rahab, quienes eran de otras naciones fuera de Israel y deseaban ser parte de los judíos.
De veras la Biblia es repleta de pasajes que indican que la obra misionera no es solamente una buena cosa que hacer; es un mandato de Dios. Guillermo Carey lo sabía en su día y enfrentó mucha oposición. Así no debiera ser el caso con la iglesia de hoy. No debemos ser obstáculo a la obra misionera. ¡Firmes y adelantes a la obra misionera! No lo hagamos solamente porque es bueno; hagámoslo porque es el mandato bíblico y el gozo nuestro.
–30–
Steve Murdock es director de misiones para la Convención Bautista de Iowa.
Originalmente publicado en Nuestra Tarea, revista de misiones y ministerios de WMU, tirada de septiembre/octubre 2006.
