MOUNT PLEASANT, Texas (BP) — Una fábrica de chocolate propiedad de una pareja de bautistas del sur está entre las fábricas que han pasado a hacer mascarillas/médicas para suplir los hospitales con equipo protector necesario en la lucha contra el COVID-19.
Michael y Angie Moss son dueños de Sweet Shop USA, fabricante de chocolate hecho a mamo en el país, en Mount Pleasant, Texas. La compañía fue fundada en Fort Worth hace casi 50 años antes de reubicarse al noroeste de Texas, y suple a miles de minoristas a nivel nacional incluyendo Nordstrom.
Con la desaceleración de las ventas en las tiendas minoristas debido a la pandemia del coronavirus, Sweet Shop USA no estaba recibiendo tantas órdenes y tuvieron que despedir a alrededor de 10 de sus 80 empleados. Los Moss, miembros de la New Beginnings Baptist Church en Longview, estaban orando acerca de qué hacer, cuando oyeron al presidente Trump mencionar la Ley de Defensa de la Producción.
“Mi esposo recuerda a sus abuelos hablando acerca de la Segunda Guerra Mundial y cómo las compañías hacían otras cosas durante ese tiempo para llenar las necesidades en la cadena de abastos,” le dijo Angie Moss al TEXAN.
El 20 de marzo, Michael Moss despertó con la idea de hacer mascarillas médicas. Él contactó a un distribuidor en New York que generalmente le suple empaques a la fábrica de chocolate, y le preguntó si podía cortar mascarillas plásticas con una máquina troqueladora. El distribuidor le dijo a Moss que estaba planeando cerrar las puertas de su negocio el lunes siguiente debido a la falta de órdenes, y que estaba encantado de tener algo que hacer, dijo Angie Moss.
Sweet Shop USA comenzó a esparcir el rumor de que la compañía podría suplir mascarillas, y al cabo de pocas horas hospitales en New York, Chicago y Seattle estaban interesados, dijo Moss, quien también funge como vicepresidente de ventas.
Seis días después de que Michael Moss investigó la idea, las primeras mascarillas salieron de la línea de ensamblaje. El hijo de edad universitaria de los Moss planeó entregar personalmente las primeras 14 cajas a un hospital en Tyler al día siguiente “solo para llegar a ellos más rápido porque las necesitan urgentemente,” dijo Moss.
“Los primeros tres días vendimos por adelantado casi 300,000 mascarillas,” dijo ella, y añadió que muchos hospitales generalmente las ordenan de fabricantes en el extranjero, como China, pero la pandemia ha interrumpido severamente esas cadenas de suministros.
Las mascarillas producidas ahora en la fábrica de chocolate se llaman “Waymaker (el que abre camino),” dijo Moss, ya que Isaías 43:16-19 ha sido importante para ellos en los días recientes. El pasaje dice en parte: “¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto.”
Para hacer las mascarillas, Sweet Shop USA convirtió su área de empaque — 1.850 metros cuadrados de los 7.432 metros cuadrados de la instalación. Colocaron mesas “en forma de estaciones, y estamos tratando de también practicar el distanciamiento social. Ellos también llevan mascarillas en el intento por tener a todos seguros,” dijo Moss.
“Estamos básicamente ensamblándolas. Obtenemos el plástico que está cortado, y pegamos la espuma en la parte de adentro de las mascarillas. Espuma es algo que tenemos mucho porque la usamos a veces para empacar,” dijo ella.
“Tenemos el elástico que va alrededor y lo estamos pegando a los lados de la mascarilla. Todo es muy manual. La única cosa en la que la máquina nos está realmente ayudando es a sellar el plástico. Ponemos cada mascarilla en una funda de plástico, y tenemos un pegamento que sella todo y luego ponemos todo a mano en las cajas.”
Muchos de los trabajadores de producción de la compañía están acostumbrados a cortar chocolate y a decorar piezas intrincadas, así que ellos pueden hacer el trabajo delicadamente con las manos, dijo y añadió: “Hacen un trabajo fantástico.”
En tanto que puedan obtener el plástico, que está escaso, Moss dijo que Sweet Shop USA puede hacer hasta 40,000 mascarillas al día. Mientras tanto, la fábrica todavía hace chocolate.
“No estamos para nada tratando de meternos en otros negocios,” dijo Moss. “Nos encantan los chocolates, pero el Señor ha hecho esto posible para nosotros. Él nos dio la idea, y Él ha provisto las herramientas. Nosotros tenemos las conexiones, y tenemos el trabajo y el personal para hacerlo.”
Moss dijo que se han quedado “anonadados” por la respuesta de los hospitales que están en desesperada necesidad de algo que ellos pueden proveer.
“Nos sentimos honrados y agradecidos con el Señor por poder ayudar a los trabajadores de la salud que están al frente de manera que se puedan sentir confiados. Además, tenemos trabajo para nuestros empleados durante este tiempo de baja productividad,” dijo ella.
Todd Kaunitz, pastor líder de New Beginnings Baptist Church en Longview, le dijo al TEXAN que es “abrumador ver a Dios usando a la familia Moss durante este tiempo de crisis.”
“Verdaderamente creo que la mejor forma en la que los seguidores de Jesús pueden llevar adelante la misión de Dios es haciendo uso de su vocación,” dijo Kaunitz. “Michael y Angie han llevado esto a otro nivel. Mediante su esfuerzo no solamente han podido llenar una necesidad definitiva de la comunidad médica, sino que están mostrando el amor de Jesús de una manera tangible.”