PLANTATION, Fla. (BP)—Mientras que los hispanos forman cerca del l3% de la población de EE UU, son el 16 por ciento de los casi un millón de casos de SIDA diagnosticados en la nación desde que comenzó la epidemia, esto según las estadísticas dadas a conocer este verano por el Center for Disease Control and Prevention.
El reporte también decía que en 2005, más de 78,000 hispanos que viven con SIDA formaban el 19 por ciento del total que sufre de tal enfermedad en los Estados Unidos.
La investigación muestra que los factores de comportamiento riesgoso para el VIH difieren de acuerdo al país de origen y que los hispanos nacidos en Puerto Rico tienden más que los otros hispanos a contraer el VIH como resultado del uso de drogas inyectadas y el contacto heterosexual de alto riesgo.
En contraste, la principal causa de contagio entre los hispanos nacidos en Centroamérica o Sudamérica, Cuba, México o los Estados Unidos es cuando los hombres tienen contacto sexual con otros hombres.
Estas estadísticas sorprendieron a muchos hispanos bautistas. Cuando David Galván, pastor de la Primera Iglesia Bautista Nueva Vida en Garland, Texas, revisó el reporte del CDCP, expresó su conmoción.
“La verdad es que estas estadísticas son alarmantes,” dijo Galván. “No tenía idea que ese fuera el caso entre la comunidad hispana.”
David Lema, director asociado para el departamento de educación teológica con la Convención Bautista de Florida, explicó que entre las iglesias hispanas, el SIDA se asocia con la homosexualidad –un tema que es tabú, según dijo.
“En general, al menos en la población hispana evangélica, hay una cierta aversión por el tema del SIDA,” dijo Lema. “Exactamente las familias no se emocionan cuando tienen que ponerlo en su lista de oraciones para [la reunión de] el miércoles en la tarde.”
A pesar de las objeciones y tabúes potenciales, Elsa Orlandini, una miembro laica de la Primera Iglesia Bautista Hispana, una congregación bautista del sur en Plantation, Fla., está poniendo el ejemplo al compartir el amor de Jesucristo a través del ministerio dedicado a los afligidos por el SIDA en la comunidad hispana.
En 1996, bajo el liderazgo del pastor Herberto Becerra, la iglesia quiso formar parte del Proyecto Ayuda, SIDA: Amor y Compasión Arriesgados, una iniciativa de la Unión Femenil Misionera, conocida en inglés como Woman’s Missionary Union.
Orlandini, nacida en Argentina hace 57 años y quien ha vivido en los Estados Unidos por los últimos 13, ha sido la líder del ministerio desde que su iglesia comenzó a estar involucrada.
“[N]osotros seguimos el ejemplo de Jesús, quien nunca ignoró las necesidades humanas y siempre ministró a aquellos que la comunidad relegaba y a aquellos con el corazón roto,” dijo Orlandini a Baptist Press, con la ayuda de un intérprete.
Orlandini, junto con varios voluntarios de la iglesia, ministran a las personas con VIH y SIDA de diversas maneras. Han proporcionado transporte a las sesiones de terapia, han ayudado a pagar la renta, las cuentas del servicio eléctrico y del agua, han provisto canastas con alimentos básicos y tarjetas de regalo para comprar comida, todo con la meta de mostrar compasión. En muchas ocasiones, han tenido oportunidad de compartir el evangelio.
“Los llamamos por teléfono, los visitamos en sus hogares, comemos el almuerzo juntos, celebramos sus cumpleaños, los visitamos en el hospital, oramos, y esperamos [que experimenten] salvación en Jesús,” afirmó Orlandini.
La reacción de las personas con SIDA ha sido positiva.
“Están contentos con nuestro apoyo y dicen, ‘¡Qué bueno que nos abrazan y nos tocan y no usan guantes. Nos visitan en nuestro hogar, comen y beben con nuestros utensilios,” dijo. “Les hemos mostrado el amor de Dios en maneras muy prácticas.”
Aquellos beneficiados a través del Proyecto Ayuda, SIDA a menudo asisten a la iglesia y escuchan los mensajes de Becerra, el pastor. Orlandini y otros voluntarios ministeriales tratan de respetar su privacidad al no hacer que su situación llame la atención, dijo.
El estar involucrada en alcanzar a los enfermos de SIDA ha llevado a Orlandini a participar en un esfuerzo nacional educacional a través de Hispanic Unity of Florida, Inc., a la cual Orlandini describió como una organización pública sin fines de lucro que sirve a la comunidad hispana y a otras minorías en el Condado Broward.
Asociados con la Universidad Internacional de Florida y la Cruz Roja, han coordinado Alcanzar 2010 (Reach 2010) para ayudar a erradicar enfermedades como el VIH/SIDA de entre las comunidades minoritarias del Condado Broward.
“Como participantes de este entrenamiento, nos convertimos en entrenadores y haremos presentaciones en la comunidad con el objetivo de prevenir y educar sobre el SIDA,” dijo Orlandini.
Orlandini espera que otros bautistas venzan sus preocupaciones y tabúes culturales y se den cuenta que ministrar a la creciente población de enfermos de SIDA en la comunidad hispana ayuda a cumplir con la Gran Comisión.
“A nadie le gusta hablar de este tema, pero el ignorarlo no hace que el problema se vaya,” dijo Orlandini. “Así que me hago esta pregunta: ‘¿Qué puedo hacer?’ Y voy un poco más allá y pregunto, ‘¿Qué puede hacer mi iglesia?’ Recordemos una frase que alguien dijo: ‘No puedes cambiar al mundo entero, pero puedes cambiar el mundo de alguien, en algún lugar.’ Tanto mi iglesia, como mis amigos y yo, podemos marcar una diferencia.”
–30–
Brent Thompson es un escritor independiente que radica en Fort Worth, TX.