GRAPEVINE, Texas (BP) — Cuando examinamos bien la Biblia, sólo hay un mensaje que se proclama vez tras vez, y ese mensaje es que Cristo es el Salvador del mundo. Desde Génesis hasta Apocalipsis todo empieza y culmina con Jesucristo.
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente tuya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Génesis 3:15
“La revelación de Jesucristo, que Dios dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y el testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que han visto. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” Apocalipsis 1:1-2, 8
Vemos que el Todopoderoso es Cristo Jesús. Muchas personas han querido ser el Todopoderoso a través de los siglos y aún hoy, pero sólo resultan ser falsos profetas. Cuando Jesús tuvo su encuentro con la mujer Samaritana en el evangelio de Juan, vemos que Cristo nos muestra allí el gran plan de evangelismo y al final declara que él es el Salvador del mundo. Cristo comparte con la mujer Samaritana cuatro cosas.
* Primero, Cristo le hizo ver a esta mujer Samaritana su necesidad, ella estaba perdida espiritualmente. Ella tenía una sed física pero su sed verdadera era una sed espiritual. Juan 4:13-14
* Segundo, Cristo le hizo ver su condición. Ella era una pecadora, estaba perdida y lejos de Dios. Juan 4:16-19
* Tercero, Cristo le hizo ver el plan de salvación. El plan de salvación no estaba en una religión, sino sólo está en Cristo Jesús. Y esta mujer Samaritana puso su creencia en Cristo. Juan 4:25 y 26
* Cuatro, Cristo le hizo ver su misión. Cuando esta mujer Samaritana aceptó a Cristo como el Salvador del mundo, ella empezó a testificar este mensaje a todos. Juan 39-41
Y vemos que la confirmación que ella supo que Cristo era el Salvador del mundo, fue porque otros también lo captaron como vemos en Juan 4:42.
“Y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo.”
Para ir al cielo sólo hay un camino y ese sólo camino está en Cristo Jesús. Y las mismas palabras de Jesús confirma su deidad en Juan 14:6,
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
¡Comparta el verdadero Salvador con alguien hoy!
