NASHVILLE (BP) — Nuestro hijo mayor, Reed, comenzó este año a asistir al servicio regular de la iglesia con mi esposa y conmigo. Como ministro profesional de niños, siempre he tenido fuertes creencias acerca de la adoración de los niños y ciertas opiniones sobre cómo los padres deben ayudar a sus niños a aprovechar lo más del servicio. Sin embargo, fue muy intimidante cuando enfrenté la idea de llevar a mi propio hijo a la adoración.
A los 5 años, Reed es un gurú electrónico. También es un chico activo, así que yo sabía que mantenerlo involucrado en el servicio sería difícil. Yo determiné que no quería tranquilizarlo con mi teléfono, así que mi esposa y yo decidimos que tendríamos algunas reglas.
Durante el tiempo de la música del servicio de adoración, Reed tendría que ponerse de pie cuando nosotros nos pusiéramos de pie. Además, él usaría la Biblia durante la lectura de las Escrituras, y mientras el pastor predicara, él podría dibujar en su cuaderno. Cuando llegó el momento, ese plan funcionó cerca de cinco minutos. Créanme, ¡estuve tentado a darle mi teléfono!, pero entonces algo grandioso sucedió.
El primer día de Reed en la iglesia grande era el día en que nuestra iglesia realizaba la Santa Cena, y cuando los diáconos servían el pan, Reed comenzó a hacer toda clase de preguntas: ¿Por qué yo no puedo comer? ¿Cómo puede ser ese el cuerpo de Jesús? ¿A qué sabe? Con cada pregunta, me convencía más de que la pequeña mente de Reed podía manejar más información de lo que yo previamente pensaba.
Luego tomamos la copa; Reed tuvo aún más preguntas: ¿Es esa realmente la sangre de Jesús? Es jugo de uva, ¿verdad? ¿Por qué iban ustedes a tomar sangre? Abbey y yo nos turnábamos para contestar la letanía de preguntas de Reed. La siguiente vez que tomamos la Cena del Señor, Reed quedamente nos susurró lo que recordaba de la primera vez e hizo más preguntas que él cavilaba.
La Semana Santa es un gran tiempo para que los padres les enseñen a sus hijos acerca de la muerte de Cristo y su resurrección. También es un tiempo en el que muchos padres preferirían que los maestros de Escuela Dominical de sus niños les dieran la enseñanza debido ya que es difícil estimar qué enseñarles y qué no enseñarles.
Imagine lo que es explicarle a un niño de 3 años que aunque Jesús siempre obedeció a sus padres y nunca hizo nada malo, fue golpeado, escupido y luego colgado en una cruz. La obediencia de Cristo a su Padre y su amor por nosotros es lo que lo llevó a la cruz.
La belleza de la Pascua de Resurrección es augurada por la oscuridad del Viernes Santo. Usted debe tomar cada oportunidad con sus niños para compartir la esperanza de la milagrosa vida de Jesús además del amor y la obediencia que él mostró en la cruz.
Aquí hay algunas maneras de compartir la belleza de la Pascua de Resurrección con sus niños:
Evite la trampa de la comercialización de la Pascua de Resurrección.
En nuestra familia hemos escogido no tener el conejo de Pascua. Abbey y yo sentimos que introducirles a nuestros hijos su existencia quitaría el mensaje de la Pascua que queremos que nuestros hijos sepan. Queremos mantener el Domingo de Pascua de Resurrección como un día sagrado en nuestro hogar y ayudar a nuestros hijos a saber que es algo especial. Ser afectados por la visión mundana de la Pascua puede crearles confusión a nuestros niños, quienes deben aprender que la Pascua de Resurrección es más que colorear huevos y conseguir canastas; se trata de la resurrección de nuestro Salvador.
Cuente toda la historia.
Aunque usted no comparta todos los detalles del juicio, persecución y crucifixión de Cristo, debe compartirle a su niño las partes clave del texto bíblico. Dependiendo de la habilidad de comprensión del niño, usted puede ajustar la información que comparta. Su niño debe saber que Jesús fue juzgado injustamente, murió en la cruz y resucitó. Si usted se detiene en la crucifixión, el niño se pierde de la gloriosa resurrección. Si usted comienza en la resurrección, el niño se pierde del pago de Cristo en la cruz por nuestros pecados. Toda la historia de la Semana Santa es transformacional.
Enfóquese en Jesús.
Él es el héroe de la historia. Recuérdele al niño la vida de Jesús y sus enseñanzas; hable sobre su perfecta naturaleza como el Hijo de Dios. Ayúdele a entender que Jesús vino a la tierra sabiendo que su crucifixión y su muerte sucederían. Su vida terrenal le fue dada con el propósito de que fuera el Salvador de la humanidad; él murió por usted y por mí. Si su niño está en la edad en la que puede estar interesado en hacerse cristiano, esta es una perfecta oportunidad para que usted comparta cómo él o ella puede hacer a Jesús el Señor de su vida.
Manténgalo apropiado
Preescolares
Los preescolares necesitan saber lo básico. Ellos generalmente no entienden palabras como perfecto, crucifixión y resurrección. Usted puede decirle al niño que la gente mató a Jesús en la cruz, pero Jesús pudo levantarse de la muerte y está vivo porque él es el Hijo de Dios. Estos conceptos ponen el fundamento para un entendimiento futuro. Háblele a su preescolar en tono cálido y tranquilizador.
Niños menores
Los niños menores son capaces de manejar información más detallada. Ellos pueden saber que gente mala enjuició injustamente a Jesús y que él fue sentenciado a morir en la cruz. Usted puede apuntar que Jesús fue golpeado antes de ser crucificado. Jesús murió. Fue sepultado. Después de tres días, Dios lo resucitó. Algunas palabras clave para comenzar a enfatizar y definir son crucifixión y resurrección. Cuando cuente la historia, trate de compartirla en cinco a siete minutos para mantener la atención del niño. Haga preguntas para comprobar el entendimiento.
Niños mayores
Los niños mayores necesitan entender los detalles de la historia. Ellos necesitan saber por qué el juicio de Jesús fue injusto. Ellos necesitan escuchar que Pilato pudo haber declarado que Jesús no tenía culpa. Ellos pueden oír sobre la demanda de la gente de liberar a Barrabás. Comparta con ellos la agonía que Cristo sintió cuando fue golpeado y colgado en la cruz. Permítales leer cómo fue tratado cuando estaba en la cruz. A esta edad, su niño probablemente ha obtenido el entendimiento básico sobre la muerte y resurrección de Cristo, así que es el tiempo de añadir detalles.
Pero ¿por qué?
Los niños tienen muchas preguntas. Aquí hay algunas preguntas que los niños pueden hacer acerca de la Semana Santa y posibles respuestas para que usted considere:
— ¿Por qué Jesús tenía que morir? Jesús vino a la tierra sabiendo que un día moriría. Él murió porque la gente necesitaba un Salvador.
— ¿Quería Dios que Jesús fuera asesinado? No. Dios creó a la gente para que fuera perfecta, pero entonces la gente hizo cosas malas. Pero debido a que el amor de Dios por nosotros es tan grande, él mandó a Jesús a redimir nuestros pecados.
— ¿Le dolió a Jesús cuando la gente fue mala con él? Sí. Jesús tenía sentimientos. Él sintió dolor y tristeza cuando estaba en la cruz.
— ¿Por qué no pudo alguien más morir en la cruz? Jesús es el único que podía morir en la cruz y ser el Salvador porque él nunca pecó.
¿Quiere compartir el evangelio con su niño pero no está seguro cómo comenzar? Use esta guía.
El plan de Dios para usted
Dios gobierna. La Biblia nos dice que Dios lo creó todo, incluyéndonos a ti y a mí, y él está a cargo de todo. (Génesis 1:1; Colosenses 1:16, 17; Apocalipsis 4:11)
Nosotros pecamos. Todos nosotros escogimos desobedecer a Dios. La Biblia llama a esto pecado. El pecado nos separa de Dios y merece que Dios nos castigue con la muerte. (Romanos 3:23)
Dios proveyó. Dios envió a Jesús, la solución perfecta a nuestro problema de pecado, para rescatarnos del castigo que merecíamos. Es algo que nosotros, como pecadores, nunca podríamos ganárnoslo por nosotros mismos. Solo Jesús nos salva. (Juan 3:16; Efesios 2:8, 9; Romanos 6:23)
Jesús vive. Él vivió una vida perfecta, murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó. Debido a que Jesús dio su vida por nosotros, nosotros podemos ser bienvenidos en la familia de Dios por la eternidad. ¡Este es el mejor regalo de todos! (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21; 1 Pedro 3:18; Efesios 2:8, 9)
Nosotros respondemos. Cree en tu corazón que solamente Jesús te salva a través de lo que él hizo en la cruz. Arrepiéntete volviéndote del egoísmo y del pecado a Jesús. Dile a Dios y a otros que tu fe está en Jesús. (Juan 14:6; Romanos 10:9, 10, 13)
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Jeff Land es líder del equipo de Enseñanza Bíblica para Niños en Recursos Cristianos LifeWay. Este artículo apareció primero en HomeLife, una publicación de LifeWay que ha estado fomentado las familias centradas en Cristo durante más de 65 años.
