SANTIAGO, Cuba (BP) — Las torrenciales lluvias del huracán Sandy y los vientos de 170 kms/hr golpearon con fuerza el este de Cuba el 25 de octubre y mataron a 11 personas, entre ellas a una pareja de la Primera Iglesia Bautista en la fuertemente golpeada ciudad costera de Santiago.
La pareja bautista, cuyos nombres no fueron dados a conocer, murió cuando una pared de su casa colapsó durante la tormenta.
El huracán Sandy devastó la ciudad de Santiago y afectó cerca del 70 por ciento del área, dijeron los reportes de noticias. La tormenta destruyó 15.000 casas y dañó otras 115.000.
Muchas de las 150 iglesias y 200 iglesias casa afiliadas a la Convención Bautista del Este de Cuba fueron dañadas; algunas fueron destruidas. El seminario de la convención y el hogar de ancianos sufrieron daños.
A pesar de las pérdidas, los cubanos bautistas de Santiago están extendiéndose a la comunidad, de acuerdo a representantes de la Junta de Misiones Internacionales y pastores del área.
“Lo grande es que aun en medio de todos los desafíos y las dificultades que están enfrentando ahora mismo, muchos de los pastores con los que hemos podido hablar y los miembros de sus iglesias inmediatamente comenzaron a asumir el reto,” dijo un representante de IMB que viaja frecuentemente a Cuba. “Aunque ellos mismos tuvieron mucho daño, se juntaron para tratar de ayudar a la gente de la comunidad.”
La intensidad de la tormenta tomó a mucha gente desprevenida, dijeron los reportes. Escombros, árboles caídos y postes de electricidad derribados ahora bloquean la mayoría de los caminos del área, lo que hace difícil enviar provisiones por carro. La tormenta también causó un apagón en toda la ciudad que se predice durará varias semanas más.
Para llenar las apremiantes necesidades de agua y comida, las iglesias bautistas locales han comenzado a levantar los primeros de los 35 comedores públicos a través de Santiago y en otras localidades desoladas por la tormenta.
“Como iglesia, nos hemos propuesto invertir todos nuestros esfuerzos y recursos para ayudar al necesitado,” escribió un pastor local en una carta al presidente de la Convención Bautista de Este de Cuba. “Hoy empezamos a preparar comida. Temprano en la mañana solamente teníamos un poquito de arroz, pero gracias a Dios, con las contribuciones de varios miembros, pudimos alimentar a 60 personas. Mañana cocinaremos para 100. Sabemos que esto es insuficiente, pero ya hemos comenzado; Dios continuará proveyendo.”
Los cubanos bautistas locales también están recogiendo ropa y otros artículos para la gente en necesidad. Cuatro iglesias bautistas de Santiago han puesto diariamente su generador a disposición de la gente para que puedan cargar los teléfonos celulares y mirar las noticias por televisión.
Mientras los bautistas del lugar llenaban las necesidades inmediatas, los cubanos bautistas de la parte oeste de la isla rápidamente se dispusieron para ayudar.
“Tan pronto como el huracán pasó,” dijo el representante de IMB, “[los líderes de la Convención Bautista del Occidente] se dieron cuenta cuáles eran las necesidades, e inmediatamente cargaron un camión con bastante arroz que habían almacenado para un huracán y lo enviaron con otros comestibles y agua purificada y otras cosas que sintieron que serían necesarias.”
Además de llenar las necesidades físicas, los cubanos bautistas están aprovechando la oportunidad para alcanzar espiritualmente a sus vecinos, dijo el obrero de IMB.
“Nuestro hermanos y hermanas [en Cuba] reconocen que esta terrible situación es una excelente oportunidad para compartir el amor de Cristo de maneras reales y tangibles,” dijo. “Ellos tomaron muy seriamente el llamado de compartir el evangelio en todo momento. Pero en medio de su propio sufrimiento, eso verdaderamente une a la iglesia y los ayuda a enfocarse en encontrar las verdaderas necesidades de sus vecinos y demostrar el amor de Cristo.”
El desastre ha motivado a los bautistas cubanos a intensificar esfuerzos para alcanzar la meta nacional de ver 1 millón de nuevos creyentes en Cuba para el año 2020, conocido como “Visión 20/20,” dijo el representante de IMB.
“Los bautistas cubanos tanto de las convenciones bautistas del este como del oeste son muy fuertes, están enfocados en misiones y son cristianos de la Gran Comisión,” dijo. “Y creo, tan trágico como es esto, que esta es una oportunidad de ser partícipes de ver un millón de nuevos creyentes para el 2020. Esta es una maravillosa perspectiva de las cosas, solamente reconocer en el medio de esta tragedia, que Dios va a hacer algo maravilloso por aquellos que lo aman.”
A raíz del desastre, Respuesta Global Bautista puso a disposición $5.000 en fondos de emergencia y espera pronto proveer más fondos para los esfuerzos de ayuda, dijo un funcionario de BGR. Además, la Convención Bautista de Florida ha contribuido con $5.000 en ayuda y otras convenciones estatales bautistas están planeando ayudar.
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Emily Pearson es escritora de la Junta de Misiones Internacionales y vive en las Américas.
